Las constructoras se preparan para una caída de la inversión pública del 50%
Redacción Ciberperfil15/05/2012
Los contactos de las seis grandes constructoras cotizadas con Fomento, entre los que destaca el encuentro del 27 de abril al que asistieron presidentes de las empresas y el secretario de Estado de Infraestructuras, Rafael Catalá, han dado como fruto la promesa del Gobierno de avivar la licitación de obra pública en el segundo semestre. Fomento ha trasladado a ACS, Ferrovial, OHL, FCC, Sacyr y Acciona que pondrán en juego siete contratos de volumen millonario, todos ellos relacionados con el ferrocarril. El AVE a Galicia copa la mayoría de ellos.
Se trataría de obras con cargo a los presupuestos públicos, pero Fomento insiste en que la mayor parte de las infraestructuras van a financiarse a partir de ahora a través de mecanismos de participación público-privada. Al cierre del primer trimestre, según datos manejados por Seopan, patronal que aglutina a las grandes compañías del sector, Fomento había licitado obras por un total de 393 millones, lo que implica un descenso del 54% respecto al mismo periodo de 2011. El conjunto de las administraciones públicas (incluidas las comunidades autónomas y los ayuntamientos) ha puesto en juego contratos por 1.840 millones de euros hasta el 31 de marzo, lo que supone un retroceso del 48% respecto a 2011.
Es en este contexto en el que el ministerio que dirige Ana Pastor ultima licitaciones para la segunda parte del año por unos 2.000 millones de euros, según citan fuentes empresariales.
Pero esta inyección de actividad no va a aliviar una tormenta que seguirá arreciando como mínimo en los tres próximos años. El grupo selecto de constructoras ya ha hecho sus cuentas en función de lo que avanza el programa de Estabilidad del Gobierno para el periodo 2012-2015. Las grandes de la obra pública creen que el peso de la inversión pública respecto al PIB, que pasó del 3,8% en 2010 al 2,8% en 2011, descenderá aún un 50% hasta 2014.
La previsión es que sea del 1,7% este año, con una caída del 39% en la inversión pública a lo largo del presente ejercicio; la cuota respecto al PIB bajará al 1,5% en 2013, y hasta el 1,44% en 2014. Las misma proyecciones contemplan un ligero repunte de la inversión en 2015, subiendo hasta el 1,5% del PIB español.
Estos niveles de esfuerzo de las arcas públicas están en mínimos de los últimos 50 años, notablemente por debajo del 1,8% de suelo registrado a finales de los años setenta.
Acelerar el ritmo de trabajo
Además de motivar una notable rebaja en los volúmenes de licitación y adjudicación, la actual crisis ha provocado retrasos en el pago de las obras, lo que ha derivado en una ralentización de las mismas. El asunto también salió a relucir en la cumbre celebrada antes del puente de mayo, en la que Catalá tuvo como interlocutores a José Manuel Entrecanales (Acciona), Baldomero Falcones (FCC), Manuel Manrique (Sacyr), Juan Miguel Villar Mir (OHL), Ignacio Segura (ACS) y Joaquín Ayuso (Ferrovial). Según fuentes conocedoras de los contactos Fomento reclama a las constructoras que agilicen sus actuaciones y a cambio ofrece priorizar en los Presupuestos públicos aquellas obras con un avanzado grado de ejecución.
Las mismas fuentes aseguran que Catalá también avanzó las líneas maestras del Plan de Infraestructuras y Vivienda (Pitvi) que verá la luz en julio y para cuya elaboración se está buscando consenso entre las empresas. Se trataría de elegir, de común acuerdo, las actuaciones que pueden tener mejor acceso a la financiación privada para lanzarlas por delante. Desde Fomento ya se ha afirmado públicamente que uno de los primeros proyectos del Pitvi, que abarcará hasta el año 2024, será el del acceso ferroviario al puerto de Barcelona.
Entre las claves que ha ido dejando caer el ministerio en las comparecencias de sus representantes, se ha podido saber que las arcas públicas podrían soportar hasta el 50% del presupuesto inversor y que está prácticamente comprometida la financiación del Banco Europeo de Inversiones (BEI) y del Instituto de Crédito Oficial (ICO).
Se trataría de obras con cargo a los presupuestos públicos, pero Fomento insiste en que la mayor parte de las infraestructuras van a financiarse a partir de ahora a través de mecanismos de participación público-privada. Al cierre del primer trimestre, según datos manejados por Seopan, patronal que aglutina a las grandes compañías del sector, Fomento había licitado obras por un total de 393 millones, lo que implica un descenso del 54% respecto al mismo periodo de 2011. El conjunto de las administraciones públicas (incluidas las comunidades autónomas y los ayuntamientos) ha puesto en juego contratos por 1.840 millones de euros hasta el 31 de marzo, lo que supone un retroceso del 48% respecto a 2011.
Es en este contexto en el que el ministerio que dirige Ana Pastor ultima licitaciones para la segunda parte del año por unos 2.000 millones de euros, según citan fuentes empresariales.
Pero esta inyección de actividad no va a aliviar una tormenta que seguirá arreciando como mínimo en los tres próximos años. El grupo selecto de constructoras ya ha hecho sus cuentas en función de lo que avanza el programa de Estabilidad del Gobierno para el periodo 2012-2015. Las grandes de la obra pública creen que el peso de la inversión pública respecto al PIB, que pasó del 3,8% en 2010 al 2,8% en 2011, descenderá aún un 50% hasta 2014.
La previsión es que sea del 1,7% este año, con una caída del 39% en la inversión pública a lo largo del presente ejercicio; la cuota respecto al PIB bajará al 1,5% en 2013, y hasta el 1,44% en 2014. Las misma proyecciones contemplan un ligero repunte de la inversión en 2015, subiendo hasta el 1,5% del PIB español.
Estos niveles de esfuerzo de las arcas públicas están en mínimos de los últimos 50 años, notablemente por debajo del 1,8% de suelo registrado a finales de los años setenta.
Acelerar el ritmo de trabajo
Además de motivar una notable rebaja en los volúmenes de licitación y adjudicación, la actual crisis ha provocado retrasos en el pago de las obras, lo que ha derivado en una ralentización de las mismas. El asunto también salió a relucir en la cumbre celebrada antes del puente de mayo, en la que Catalá tuvo como interlocutores a José Manuel Entrecanales (Acciona), Baldomero Falcones (FCC), Manuel Manrique (Sacyr), Juan Miguel Villar Mir (OHL), Ignacio Segura (ACS) y Joaquín Ayuso (Ferrovial). Según fuentes conocedoras de los contactos Fomento reclama a las constructoras que agilicen sus actuaciones y a cambio ofrece priorizar en los Presupuestos públicos aquellas obras con un avanzado grado de ejecución.
Las mismas fuentes aseguran que Catalá también avanzó las líneas maestras del Plan de Infraestructuras y Vivienda (Pitvi) que verá la luz en julio y para cuya elaboración se está buscando consenso entre las empresas. Se trataría de elegir, de común acuerdo, las actuaciones que pueden tener mejor acceso a la financiación privada para lanzarlas por delante. Desde Fomento ya se ha afirmado públicamente que uno de los primeros proyectos del Pitvi, que abarcará hasta el año 2024, será el del acceso ferroviario al puerto de Barcelona.
Entre las claves que ha ido dejando caer el ministerio en las comparecencias de sus representantes, se ha podido saber que las arcas públicas podrían soportar hasta el 50% del presupuesto inversor y que está prácticamente comprometida la financiación del Banco Europeo de Inversiones (BEI) y del Instituto de Crédito Oficial (ICO).