España será uno de los últimos países europeos en recuperar la construcción
Redacción Ciberperfil25/06/2012
El Grupo Euroconstruct, formado por 19 institutos europeos, ha celebrado su conferencia de verano en la que se han presentado los diferentes informes sobre la situación actual y futura de los mercados de la construcción, relativos a la edificación residencial y no residencial y a la ingeniería civil, tanto en lo referente a la obra de nueva planta como a la de rehabilitación.
Según el informe realizado por el ITeC sobre la construcción española, la economía española está presenciando una sucesión de graves noticias –retorno a la recesión, amenazas sobre el Euro, rescate europeo a la banca– que hacen pensar en un escenario de crisis de larga duración. Un escenario que impacta de lleno sobre el sector construcción, para el cual las nuevas previsiones auguran bajas muy severas (-21,1% para 2012 y -8,1% para 2013) que parecen impropias de un sector que lleva encadenando cinco años consecutivos de descensos. La proyección para 2014, pese a contemplar una suavización de las pérdidas (-2,1%), no esconde el hecho de que al sector construcción español le va a resultar muy difícil encontrar argumentos para crecer.
La edificación residencial continúa paralizada por los grandes stocks de vivienda remanente de los años de bonanza, que no encuentran salida en un mercado inmobiliario muy enfriado. Los mayores obstáculos son de índole financiera, y las diferentes reformas en este campo todavía encierran numerosas incógnitas. El endurecimiento de provisiones puede ser un arma de doble filo: aplicado sobre los activos en cartera, puede forzar la salida al mercado de viviendas a menor precio; pero aplicado sobre la nueva promoción y sobre las nuevas hipotecas, puede ser una cortapisa. Se desconoce también qué efectos van a causar las auditorías del sector bancario, y cómo se van a implantar finalmente las nuevas sociedades de gestión de activos. En conjunto, un clima demasiado enrarecido para que la actividad de construcción interrumpa su descenso, ni en 2012 (-12%) ni en 2013 (-5%).
La edificación no residencial también sufre su particular exceso de oferta, producto de un mercado que pese a llevar unos años frenando la producción, no lo ha hecho al mismo ritmo que la caída de la demanda. Aquí también se espera que aparezcan ofertas a mejor precio provenientes del stock que actualmente está en manos de los bancos, pero difícilmente podrán tener un efecto auténticamente catalizador sobre la construcción si no empieza a aparecer algún síntoma de mejora económica. El panorama no difiere demasiado del descrito para la vivienda, con bajadas para 2012 (-18,5%) y 2013 (-5,5%).
Ingeniería civil
La ingeniería civil concentra las expectativas más negativas para el periodo 2012-2014. Las medidas de ajuste adoptadas para frenar el déficit están pasando una elevada factura a la construcción de infraestructuras, que ya en 2011 padeció un severo impacto (-34%) sólo por el efecto de la contención del gasto a nivel de administración central. En 2012, ahora también con las administraciones territoriales contra las cuerdas, la previsión empeora hasta un -40%. Pese a estos descensos tan contundentes, existe la percepción de que ciertos aspectos de la planificación –sobre todo de ferrocarril– van a tener que ser revisados todavía más a la baja en un futuro próximo. Un futuro que pasa por restablecer la confianza de la inversión privada, actualmente en mínimos. De ahí que el panorama contemple la continuación de la tendencia negativa durante 2013 (-18,5%) y 2014 (-8,5%).
Fuente: Construarea
Según el informe realizado por el ITeC sobre la construcción española, la economía española está presenciando una sucesión de graves noticias –retorno a la recesión, amenazas sobre el Euro, rescate europeo a la banca– que hacen pensar en un escenario de crisis de larga duración. Un escenario que impacta de lleno sobre el sector construcción, para el cual las nuevas previsiones auguran bajas muy severas (-21,1% para 2012 y -8,1% para 2013) que parecen impropias de un sector que lleva encadenando cinco años consecutivos de descensos. La proyección para 2014, pese a contemplar una suavización de las pérdidas (-2,1%), no esconde el hecho de que al sector construcción español le va a resultar muy difícil encontrar argumentos para crecer.
La edificación residencial continúa paralizada por los grandes stocks de vivienda remanente de los años de bonanza, que no encuentran salida en un mercado inmobiliario muy enfriado. Los mayores obstáculos son de índole financiera, y las diferentes reformas en este campo todavía encierran numerosas incógnitas. El endurecimiento de provisiones puede ser un arma de doble filo: aplicado sobre los activos en cartera, puede forzar la salida al mercado de viviendas a menor precio; pero aplicado sobre la nueva promoción y sobre las nuevas hipotecas, puede ser una cortapisa. Se desconoce también qué efectos van a causar las auditorías del sector bancario, y cómo se van a implantar finalmente las nuevas sociedades de gestión de activos. En conjunto, un clima demasiado enrarecido para que la actividad de construcción interrumpa su descenso, ni en 2012 (-12%) ni en 2013 (-5%).
La edificación no residencial también sufre su particular exceso de oferta, producto de un mercado que pese a llevar unos años frenando la producción, no lo ha hecho al mismo ritmo que la caída de la demanda. Aquí también se espera que aparezcan ofertas a mejor precio provenientes del stock que actualmente está en manos de los bancos, pero difícilmente podrán tener un efecto auténticamente catalizador sobre la construcción si no empieza a aparecer algún síntoma de mejora económica. El panorama no difiere demasiado del descrito para la vivienda, con bajadas para 2012 (-18,5%) y 2013 (-5,5%).
Ingeniería civil
La ingeniería civil concentra las expectativas más negativas para el periodo 2012-2014. Las medidas de ajuste adoptadas para frenar el déficit están pasando una elevada factura a la construcción de infraestructuras, que ya en 2011 padeció un severo impacto (-34%) sólo por el efecto de la contención del gasto a nivel de administración central. En 2012, ahora también con las administraciones territoriales contra las cuerdas, la previsión empeora hasta un -40%. Pese a estos descensos tan contundentes, existe la percepción de que ciertos aspectos de la planificación –sobre todo de ferrocarril– van a tener que ser revisados todavía más a la baja en un futuro próximo. Un futuro que pasa por restablecer la confianza de la inversión privada, actualmente en mínimos. De ahí que el panorama contemple la continuación de la tendencia negativa durante 2013 (-18,5%) y 2014 (-8,5%).
Fuente: Construarea