Las regiones rechazan la igualdad fiscal en la compra de casas nuevas y usadas
Esta situación contrasta con la que se produjo en julio de 2010. En ese momento, el Gobierno central elevó del 7% al 8% el IVA reducido que se aplicaba hasta ahora en viviendas nuevas. Y comunidades como Andalucía, Asturias, Cantabria, Cataluña y Extremadura aprovecharon para subir Transmisiones con el argumento de equiparar los mercados de vivienda de primera y segunda mano. Así, el tipo de Transmisiones -que en todas las comunidades era del 7%, pasó al 8% en buena parte ellas. Algunas, como Extremadura, incluso fueron un paso más allá y establecieron tipos del 10% para las casas más caras.
Sin embargo, la justificación que comunidades como Cataluña o Andalucía esgrimieron para subir Transmisiones ha desaparecido de la agenda política. Ahora, ninguna región se plantea reducir temporalmente Transmisiones al 4% para eliminar las diferencias fiscales entre comprar una vivienda nueva o usada. Es decir, lo que era válido para subir el tributo no lo es ahora cuando -siguiendo el mismo raciocinio que en julio de 2010- debería reducirse el impuesto autonómico. Solo el Ejecutivo gallego asegura que está estudiando una rebaja del impuesto de transmisiones.
El maná inmobiliario
La diferencia no es baladí. Así, la compra de una vivienda nueva de 200.000 euros supone el pago de 8.000 euros en concepto de IVA. En cambio, el comprador de una casa de segunda mano del mismo precio deberá abonar entre 14.000 euros y 16.000 euros en función de la comunidad donde se ubique el inmueble.
En este sentido, fiscalmente resulta más atractivo el mercado de vivienda de primera mano. Esta situación supone un cambio importante ya que, tradicionalmente, el tipo de IVA y Transmisiones siempre se fijaba en el mismo nivel en el caso de operaciones inmobiliarias.
Sin embargo, la grave situación de las finanzas autonómicas, cuyo déficit superará nuevamente este año el objetivo de estabilidad, desincentiva cualquier medida que suponga un descenso de la recaudación. De hecho, la crisis inmobiliaria ha evidenciado que los ingresos públicos estaban demasiado vinculados al ladrillo. Las comunidades llegaron a ingresar más de 10.000 millones de euros en 2006 por el impuesto de transmisiones patrimoniales. Hoy, apenas superan los 3.000 millones.
En cualquier caso, una hipotética reactivación del mercado de vivienda nueva también beneficiará a las comunidades en la medida que el 50% de los ingresos por IVA termina en las arcas autonómicas. Además, también ingresan el impuesto sobre actos jurídicos documentados que, entre otras operaciones, grava la formalización de una hipoteca.
Fuente: CNC