Llodiana halla nuevos mercados exteriores
"A América está llegando Ventaclim, y lo ha hecho sin complejos, defendiendo un magnífico producto frente a la competencia local, y amoldándose a lo que le pide el mercado de la Republica Dominicana, donde ya ha afianzado su posicionamiento, y donde –según Óscar Huidobro-, vamos ya por el cuarto envío de mercancía, y en breve va a entrar un pedido importante de unas 450 ventanas”.
En el caso de Sudán, otro de los países a los que ha comenzado a exportar la compañía alavesa, acaban de expedir un envío de 180 ventanas para una mansión, les han solicitado un segundo pedido y van camino del tercero.
Se trata de países muy lejanos, pero “también que hay que estar ahí”, afirma Huidobro quien, aun reconociendo que no es una labor sencilla, está convencido de que la subida del dólar y bajada del euro, la calidad del producto y el hecho de que Llodiana trabaja, si es preciso, “a medida, a la carta”, son factores que han podido jugar a su favor a la hora de que los clientes hayan apostado por los cerramientos de esta compañía española, miembro fundador de ASOMA, la Asociación Española de Fabricantes de Ventanas de Madera y Mixtas Madera-Aluminio.
“Podemos adaptarnos a las situaciones y al tipo de producto, estamos dispuestos a cambiar incluso ciertos parámetros para entrar en el mercado, algo que valora el cliente y que puede ir a nuestro favor”, concreta.
En cuanto a la tipología de ventanas que tienen mejor acogida en estos nuevos mercados, destacan la ventana mixta Ventaclim serie 70ST, que Llodiana fabrica tanto en roble como en maderas tropicales, y con las terminaciones que se requieren en aquellos países, muy diferentes a las de España.
La ventana de madera revestida con aluminio al exterior es la que más se demanda, “con el objetivo de eludir el mantenimiento, en unas condiciones de sol, calor y humedad extremos”, señala Oscar Huidobro. También los cristales son especiales, pensados precisamente para una climatología muy especial.
Huidobro se muestra convencido de que la distancia no dificulta el servicio puesto que lo único que tiene que tener claro el cliente a la hora de hacer un pedido es que ha de hacerlo con algo más de antelación. “El producto se envía en un contenedor y en un mes o mes y medio está en destino, lo cual no penaliza mucho el coste final, porque se trata de contenedores de mucha capacidad”.
Una vez el producto está en destino, la instalación tampoco comporta ningún inconveniente puesto que compañía cuenta en los destinos con personal cualificado para ello, “se trata normalmente de mercados consolidados, donde la venta está garantizada”. De hecho, Llodiana tiene previsto abrir próximamente en estos mercados exposiciones de sus productos.
Carpintería Llodiana es una empresa que no tiene miedo a adaptarse a la demanda que venga del mercado interior o del exterior, donde ya ha alcanzado cierta penetración, ya sean pedidos regulares, puntuales o especiales. “Tenemos capacidad de respuesta en todo momento, porque nuestra línea de producción es flexible y contamos con el necesario apoyo exterior si durante el curso de una operación es preciso realizar cambios o añadidos a los cerramientos”.