Accesos eficientes como elemento clave para el ahorro energético eficaz
Tanto la automatización de puertas en los accesos al edificio, como la automatización de puertas interiores de compartimentación, contribuyen a la separación efectiva de los distintos ambientes, y con ello a un mejor aislamiento y control del clima interior con un menor coste energético.
La utilización de puertas manuales tradicionales supone una barrera arquitectónica y su funcionamiento está siempre determinado por una acción manual por parte del usuario, empujando o tirando de ésta, para que una vez traspasado el acceso la puerta se cierre mediante un sistema de muelle cierrapuertas (en el mejor de los casos). La dificultad e incomodidad de utilización por parte del usuario, que podría tener limitadas sus funciones y capacidades de movilidad, bien de forma natural, o bien de forma momentánea por llevar las manos ocupadas, hace que finalmente gran parte de este tipo de accesos terminen a menudo con las puertas permanentemente abiertas. Como consecuencia se producen corrientes de aire perjudicando seriamente al control de la climatización interior y al confort de los usuarios.
Una puerta automática soluciona de forma definitiva esta situación, tanto en accesos desde el exterior, como en puertas de compartimentación interior. El uso de una puerta automática garantiza que la compartimentación será siempre efectiva, ya que la puerta estará siempre cerrada y solamente se abrirá en el momento de la necesidad de uso, y posteriormente se cerrará, permaneciendo en esta posición. Esto se conseguirá además sin la intervención manual del usuario, por lo que la facilidad de uso está asegurada al ser un acceso libre de barreras, en contraposición a la solución de la puerta manual. Además, el control de la climatización y su contribución al ahorro energético queda garantizado al abrirse la puerta solamente durante el tiempo estrictamente necesario para el acceso.
En este sentido, las aplicaciones y soluciones de puertas automáticas para mejorar el control energético son múltiples y variadas en función de la necesidad específica de cada caso, aunque cualquiera de ellas marca una clara y favorable diferencia en comparación con el uso de una puerta manual. Desde la simple puerta automática corredera o batiente, pudiendo complementarse con una cortina de aire, pasando por la instalación de dobles líneas de puertas automáticas, también correderas o batientes, conocidas comúnmente como “cortavientos”, hasta la utilización de puertas automáticas giratorias, que suponen una solución definitiva para el control de la climatización.