Santander, BBVA y La Caixa asumen un 30% de los saneamientos del ladrillo
Redacción Ciberperfil09/02/2012
Las tres entidades líderes del sistema financiero español, foco de todas las quinielas para encabezar procesos de fusión, se harán cargo del 30% del saneamiento al que el Gobierno ha obligado a todo el sector de la construcción.
De esos 50.000 millones de euros necesarios para limpiar el balance de riesgos inmobiliarios, 14.571 millones de euros corresponderán a Santander, BBVA y La Caixa, considerando la matriz y su filial cotizada CaixaBank.
Estos tres grupos financieros fueron ayer los primeros en retratarse ante los inversores después de conocerse, el pasado viernes, los detalles de la reforma financiera. Y los tres han presentado un denominador común: un grado de esfuerzo en el saneamiento que en la práctica quedará minimizado en la cuenta de resultados gracias a varios factores: la aplicación de la provisión genérica aún disponible, los saneamientos anticipados con cargo a 2011 -caso destacado de Santander- y, en especial, el uso del excedente de recursos propios sobre el mínimo de solvencia exigido por el Banco de España, del 8%.
De hecho, la reforma financiera contempla el cargo contra capital de 15.000 millones del total de 50.000 millones exigidos, es decir, el 30%, lo que permite al sector aliviar notablemente el impacto contra la cuenta de resultados. Esta fórmula será clave para que, tal y como avanzaban ayer numerosas entidades, pueda mantenerse sin cambios la política de dividendos, al tiempo que se cumple igualmente con los requerimientos de capital de la Autoridad Bancaria Europea. En definitiva, el cómputo de la provisión genérica -460 millones en BBVA y 1.835 millones en CaixaBank-, junto a la citada aplicación del excedente de recursos propios, permiten reducir el impacto final de la limpieza del balance. Así, para Santander supondrá una búsqueda adicional de 2.300 millones de euros -desde los 6.100 millones exigidos en total-, que el banco prevé cubrir con plusvalías generadas en 2011 y con las que obtenga en este año. Y en BBVA, obligado a saneamientos totales -contra provisiones y capital- por 4.000 millones, la factura final en resultados queda en 1.360 millones.
Junto a los grandes, y con la sonora excepción de Bankia, también se retrataron ayer ante la CNMV otras entidades de tamaño mediano, todas ellas con el mensaje común de contar con recursos y colchón de provisiones suficiente para hacer frente a las nuevas exigencias. Y en un solo año, tal y como ha establecido el Gobierno para las entidades que no emprendan proyectos de fusión. Es el mensaje lanzado ayer por Sabadell, Bankinter, Kutxabank, Unicaja y Popular. Estas dos últimas comunicaron sus cifras a título individual, aún sin contar con el impacto de sus respectivos proyectos de fusión en marcha, la primera con Caja España Duero, y el segundo, con Pastor.
Fuente: Cinco Días
De esos 50.000 millones de euros necesarios para limpiar el balance de riesgos inmobiliarios, 14.571 millones de euros corresponderán a Santander, BBVA y La Caixa, considerando la matriz y su filial cotizada CaixaBank.
Estos tres grupos financieros fueron ayer los primeros en retratarse ante los inversores después de conocerse, el pasado viernes, los detalles de la reforma financiera. Y los tres han presentado un denominador común: un grado de esfuerzo en el saneamiento que en la práctica quedará minimizado en la cuenta de resultados gracias a varios factores: la aplicación de la provisión genérica aún disponible, los saneamientos anticipados con cargo a 2011 -caso destacado de Santander- y, en especial, el uso del excedente de recursos propios sobre el mínimo de solvencia exigido por el Banco de España, del 8%.
De hecho, la reforma financiera contempla el cargo contra capital de 15.000 millones del total de 50.000 millones exigidos, es decir, el 30%, lo que permite al sector aliviar notablemente el impacto contra la cuenta de resultados. Esta fórmula será clave para que, tal y como avanzaban ayer numerosas entidades, pueda mantenerse sin cambios la política de dividendos, al tiempo que se cumple igualmente con los requerimientos de capital de la Autoridad Bancaria Europea. En definitiva, el cómputo de la provisión genérica -460 millones en BBVA y 1.835 millones en CaixaBank-, junto a la citada aplicación del excedente de recursos propios, permiten reducir el impacto final de la limpieza del balance. Así, para Santander supondrá una búsqueda adicional de 2.300 millones de euros -desde los 6.100 millones exigidos en total-, que el banco prevé cubrir con plusvalías generadas en 2011 y con las que obtenga en este año. Y en BBVA, obligado a saneamientos totales -contra provisiones y capital- por 4.000 millones, la factura final en resultados queda en 1.360 millones.
Junto a los grandes, y con la sonora excepción de Bankia, también se retrataron ayer ante la CNMV otras entidades de tamaño mediano, todas ellas con el mensaje común de contar con recursos y colchón de provisiones suficiente para hacer frente a las nuevas exigencias. Y en un solo año, tal y como ha establecido el Gobierno para las entidades que no emprendan proyectos de fusión. Es el mensaje lanzado ayer por Sabadell, Bankinter, Kutxabank, Unicaja y Popular. Estas dos últimas comunicaron sus cifras a título individual, aún sin contar con el impacto de sus respectivos proyectos de fusión en marcha, la primera con Caja España Duero, y el segundo, con Pastor.
Fuente: Cinco Días