Isover crea una escala en aislamiento acústico para profesionales
El Día de la Concienciación Contra el Ruido, que se celebra el 26 de abril, es una llamada de atención a las autoridades mundiales para tomar conciencia de que vivimos en una sociedad con un nivel general de ruido alarmantemente alto que origina estrés, dificulta el descanso y que constituye una amenaza real para nuestra salud.
No importa que el origen del ruido provenga del interior o del exterior del edificio. “Gracias a la lana Mineral Arena de Isover, las viviendas unifamiliares, adosadas o en bloques serán un oasis de silencio sin que esto conlleve ninguna restricción para el usuario y sus vecinos en sus actividades cotidianas”, destaca Isover.
El ruido actúa a través del órgano del oído sobre los sistemas nerviosos central y autónomo, y se sabe que cuando el estímulo auditivo sobrepasa determinados límites se puede llegar a producir sordera y efectos patológicos (instantáneos y diferidos) en ambos sistemas. A niveles menores, el ruido produce malestar e impide la atención, la comunicación, la concentración, el descanso y el sueño. Evidentemente la reiteración de estas situaciones puede ocasionar estados crónicos de nerviosismo y estrés lo que, a su vez, lleva a trastornos psicofísicos, enfermedades cardiovasculares y alteraciones del sistema inmunitario. Y de este tipo de efectos la sociedad en su conjunto no suele estar concienciada.
Todas las soluciones constructivas que nos protejan de las agresiones acústicas, tienen una relación directa en nuestra calidad de vida, tanto física como mental. Dichas soluciones son apropiadas para el aislamiento acústico, y están pensadas tanto para las obras de nueva construcción como para obras de rehabilitación de forma que se atenúe cualquier tipo de ruido y se pueda disfrutar de la paz y tranquilidad en el hogar. Para atender de la mejor forma a estas exigencias, es necesario actuar con carácter preventivo antes que paliativo. Una intervención tardía puede resultar a menudo costosa y no logra resultados enteramente satisfactorios.
Sólo podremos esperar un resultado óptimo si el aislamiento acústico lo hemos planificado e integrado en las primeras fases de un proyecto. Para conseguir controlar el ruido hemos de tratar correctamente paredes, suelos, techos, así como instalar ventanas y puertas adecuadas a las exigencias del recinto. Además, hay que diseñar cuidadosamente los elementos de distribución interiores del edificio.
Invertir una parte del tiempo para el diseño del aislamiento acústico en un nuevo proyecto permite obtener un confort acústico a largo plazo. Un aislamiento eficiente, bien diseñado y bien instalado permite disfrutar de sus beneficios durante toda la vida útil de la vivienda. Además, una vez instalado convenientemente, un sistema de aislamiento acústico no necesita ningún cuidado o mantenimiento a lo largo de los años.
En este escenario, Isover, experto mundial en fabricación de sistemas de aislamiento, ha definido las Clases de Confort Acústico; una escala en aislamiento acústico que puede servir como fuente de referencia a los profesionales de la construcción, basándose en el análisis de los múltiples tipos de ruido y en diversos estudios sobre la materia.
Clases de Confort Acústico Isover.
“A menudo son los pequeños detalles los que marcan la diferencia en aislamiento acústico. Un aislamiento acústico eficaz comienza con un planteamiento que considere debidamente todos los detalles relevantes para la acústica, sin olvidar –por supuesto—la utilización de un producto de calidad, como la lana mineral arena que contribuye de manera notable al confort acústico de nuestras viviendas o lugares de trabajo”, dice Isover.
El aislamiento acústico se inicia en la fase de proyecto, donde se plantea el emplazamiento, orientación y ubicación de los espacios en función de las agresiones acústicas exteriores o colindantes. En este momento hay que tener en cuenta los posibles focos emisores y tratar los elementos constructivos adecuados a las exigencias de la normativa vigente. No se debe pasar por alto en este trabajo de aislamiento del edificio, la existencia de los posibles puentes acústicos que podrían llegar a reducir la eficacia del aislamiento.