Los hoteles pueden reducir dos tercios de su factura energética con un buen aislamiento térmico
España, segundo destino turístico del mundo, tiene en este mercado el motor de su economía. Por ello, los más de 12.000 hoteles y hostales que hay en el país deben estar preparados climáticamente para poder soportar todo tipo de temperaturas. Según el Instituto Técnico Hotelero (ITH), el gasto en climatización puede llegar a suponer el 30% de la factura energética. Danosa, especialista en soluciones integrales para la construcción sostenible, considera que los hoteles “pueden ahorrar fácilmente dos tercios de lo que gastan en energía gracias al aislamiento térmico”.
Las fachadas españolas tienen que 'abrigarse' para evitar que entre el frío pero también el calor, o que se produzcan fugas de calor innecesarias. Con la entrada en vigor del nuevo Código Técnico de Edificación (CTE) en 2013, se empezaron a impulsar los Sistemas de Aislamiento Térmico por el Exterior (SATE), que permiten aislar el edificio por la fachada y no sólo reducen el gasto energético, sino también las emisiones de gases de efecto invernadero. De este modo, se ofrece una alternativa a la protección térmica desde el interior de la casa.
El aislamiento térmico reduce las emisiones de CO2 a la atmósfera, algo que es muy importante en el contexto actual en el que la comunidad internacional está luchando para reducir la emisión de gases de efecto invernadero y así hacer frente al calentamiento global.
La situación ambiental actual se ha convertido en una preocupación para los consumidores, que cada vez apuestan más por productos y servicios que dañen lo menos posible al entorno. Por ello, no es de extrañar que el 30% de las personas que viajan por motivos de negocios elijan hoteles respetuosos con el medio ambiente para alojarse.
Una forma más de responder a esa demanda es utilizando soluciones constructivas que permitan ahorrar energía y que, además, garanticen ese respeto por el medio ambiente. Porque la etiqueta importa, y más de lo que pueda parecer inicialmente. Así por ejemplo, una encuesta llevada a cabo en marzo de 2015 por Consumolab (AINIA, Centro Tecnológico Valenciano) desvela que el 90% de los españoles lee la etiqueta de los alimentos en el momento en que compra y el 65% afirma leerlas siempre.
Los establecimientos hoteleros siempre han dejado claro que sus servicios cuentan con certificados de calidad, como puede verse en fachadas, baños, habitaciones o restaurantes hoteleros. En este caso, la sostenibilidad también tiene su propia 'etiqueta de calidad'. Se trata de la Declaración Ambiental de Producto (DAP), la máxima certificación ambiental, que garantiza que una solución o sistema constructivo aporta información transparente y comparable sobre sus características medioambientales.
Precisamente, las planchas de aislamiento térmico de Danosa recibieron recientemente esta certificación, ya que no emiten ningún gas de efecto invernadero durante la vida útil del edificio en el que se instalan. Al contrario, lo que hace este sistema según Danosa es "minimizar el intercambio energético entre el interior y el exterior, de modo que el edificio consume menos energía y emite menos gases asociados a la combustión para la climatización".
Este producto, llamado Danopren, consigue que el orden de magnitud de reducción de emisiones de CO2 sea dos veces superior a las emisiones asociadas al ciclo de vida reflejado en la propia DAP. Es decir, ahorra energía como mínimo en más de 100 veces a la empleada durante el proceso de fabricación del producto. Además, las prestaciones térmicas de esta solución tienen una durabilidad ligada a la propia vida del edificio.