El tejido cerámico Flexbrick, protagonista del Centro Cultural La Gota en Cáceres
El Centro Cultural La Gota, en la localidad de Navalmoral de la Mata (Cáceres), cuenta con una fachada formada por una doble piel compuesta por un cerramiento de vidrio y el tejido cerámico Flexbrick, cuya protección térmica evita el excesivo asoleamiento en épocas estivales.
La Gota es un edificio de 1.200 m² diseñado por el estudio de arquitectos Losada García -formado por Ramiro Losada-Amor y Alberto García Jiménez-, un estudio al que la revista estadounidense Architectural Record ha seleccionado como uno de los diez estudios más innovadores de 2015 a nivel mundial. El centro es un edificio híbrido para espacios expositivos, con cinco plantas, que acogerá al Museo del Tabaco y que pretende crear un nuevo foco de centralidad urbana.
La geometría del centro se atribuye a la formación de la planta de tabaco, con el principio de igualdad y diversidad que se aprecia en este vegetal -las hojas son iguales, pero distintas al mismo tiempo-. Así, el edificio contiene un fuste, a modo de comunicación vertical y estructural, desde el cual surgen plantas de igual tamaño y morfología, pero con diversidad de altura y carácter. Cinco cajas colocadas en altura y desplazadas entre sí, cuyos forjados están escalonados en las áreas donde las cajas vuelan hasta el exterior para crear el efecto de “una caja sobre la otra”.
La celosía Flexbrick, usada en la fachada, ofrece una menor cantidad de peso respecto las celosías tradicionales de ladrillo y, por tanto, consigue una estructura más ligera.
En el interior, el edificio rememora la atmósfera lumínica de un secadero de tabaco a través del tejido cerámico Flexbrick cuyo patrón de diseño se ha inspirado en el tradicional aparejo de ladrillo que tienen estos edificios. La luz entra -en aquellos espacios que lo permite el programa -a través de los huecos de la fachada. Esto produce un alzado desmaterializado, de geometrías depuradas, que deja filtrar la entrada del sol a través de sus paredes.
Entre el centro cultural y el edificio colindante se ha creado una plaza pública flanqueada por un muro vegetal en un lado, y la malla cerámica en el otro, que permitirá refrescar el edificio en verano con el consecuente ahorro energético.