Los contratos de compraventa de energía a largo plazo (PPAs) están ganando peso entre las empresas y se están convirtiendo en una pieza clave para impulsar las energías renovables

El precio de las instalaciones de placas solares ha disminuido de forma considerable en los últimos años, debido a la bajada del precio de los componentes. Si a este factor le unimos su mejora tecnológica cada vez más eficiente y con una vida útil de más de 25 años, la inversión en energía fotovoltaica se hace muy atractiva, con periodos de amortización cada vez más cortos, de entre 4-6 años, dependiendo del tipo de instalación. Para hacer frente a la inversión inicial de las instalaciones de autoconsumo existen diferentes opciones de financiación: pago al contado con fondos propios, financiación bancaria, renting o PPA.

Paneles solares instalados por EDF Solar en la empresa Puertas Bamar.

Sin duda, es la opción más beneficiosa para el cliente, más aún teniendo en cuenta la rápida amortización de estas instalaciones fotovoltaicas, sobre todo en este caso. Tener en propiedad la instalación es la mejor alternativa a largo plazo al obtener el mayor rendimiento de las placas solares. Además, la propiedad puede acogerse a diferentes incentivos, tanto estatales como autonómicos, para implantar sistemas de autoconsumo, estímulos que vienen vía impositiva o a través de subvenciones públicas a la compra.

También se puede optar por el alquiler de la instalación a través del renting, arrendamiento de bienes de equipo a largo plazo con una cuota fija. Una vez finalizado este periodo la instalación de autoconsumo pasa a ser propiedad del cliente. El renting es una herramienta muy útil para que el cliente disfrute de una opción financiada que no le supone ninguna inversión inicial, haciendo que las cuotas del renting sean cubiertas por los ahorros generados por la producción de la planta.

Otro factor a tener en cuenta a la hora de decantarse por esta opción de financiación es que, desde el punto de vista financiero, en general no cuenta como deuda en el balance (excepto en las empresas que se rijan por las NIC o NIIF, normas de contabilidad internacionales, como en el caso de grandes multinacionales) y podrá desgravarlo del impuesto de sociedades si corresponde.

En definitiva, financiar la instalación reduce el esfuerzo del cliente a la hora de acometer la inversión, pero al introducir costes financieros se alarga el plazo de retorno de la inversión (payback).

Instalación de autoconsumo fotovoltaico en Bodegas Torres de Priorat ejecutada por EDF Solar.

Los contratos de compraventa de energía a largo plazo, más conocidos como PPAs están ganando peso entre las empresas y se están convirtiendo en una pieza clave para impulsar las energías renovables.

En este modelo, los compradores son comercializadoras energéticas que, a su vez, revenden la energía comprada a sus clientes finales. Los PPAs se caracterizan por definir todos los términos de la venta de electricidad: inicio de la operación, plazos de entrega, términos de pago y garantías.

Los PPA favorecen la reducción de costes al proporcionar una mayor competitividad y transparencia al sistema energético garantizando tarifas fijas (durante periodos de entre 10 y 20 años). Es decir, otorgan estabilidad y previsión en los costes ya que ofrecen la posibilidad de conseguir un precio competitivo por debajo de las actuales condiciones del mercado.

Existen dos tipos de PPAs:

• PPA físico: La instalación está conectada a través de unos cables a un consumidor (comprador) sin pasar por la red eléctrica.
• PPA financiero: Un comprador se hace con los derechos de la energía eléctrica generada a un precio generalmente más beneficioso que los existentes en el mercado mayorista y utiliza la propia red eléctrica para ese intercambio (existe conexión a la red general de transporte y distribución).

En el autoconsumo normalmente este tipo de contratos se articula a través de la figura de la Empresa de Servicios Energéticos (ESE) que será la que corra con todos los gastos de la inversión y cobrará al cliente únicamente por el consumo de energía realizado al precio del kWh pactado, inferior al de mercado.

Cuando el contrato finaliza la instalación normalmente pasa a ser propiedad del cliente, aunque también puede optar por la retirada de los paneles solares. Los PPA’s tienen la ventaja de que el cliente no aporta dinero a la inversión ni debe pagar cuota fija alguna. Como contrapartida, este se compromete a consumir la energía que produzca la planta durante el tiempo estipulado.

EDF Solar ha desarrollado varios proyectos en empresas de diferentes sectores bajo la modalidad de PPA on site. La instalación solar fotovoltaica es desarrollada, construida y operada en propiedades del cliente y la energía es directamente autoconsumida. EDF diseña soluciones a medida en función del perfil de consumo del cliente y de la disponibilidad de espacio. La compañía asume los costes de instalación, operación y mantenimiento del proyecto. Los contratos tienen una duración de entre 10-15 años.