España, a la cabeza de las mieles europeas reconocidas con calidad diferenciada DOP e IGP
Las abejas son una parte esencial de la biodiversidad que todo ser vivo necesita para su supervivencia. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), un tercio de la producción mundial de alimentos depende directamente de ellas. De hecho, la FAO celebra cada 20 de mayo el Día Mundial de las Abejas con el objetivo de poner en valor su importancia en el desarrollo sostenible y futuro del planeta.
Además, las abejas se encargan de producir miel, un alimento que desde tiempos inmemoriales se ha usado con fines medicinales debido a que es una fuente de vitamina B-6, la cual contribuye al funcionamiento normal del sistema inmunitario y del metabolismo energético, disminuye el cansancio y la fatiga, regula la actividad hormonal y aporta minerales de manera equilibrada.
Las mieles más habituales en los supermercados son multiflorales o monoflorales. Las primeras proceden del néctar que recogen las abejas de diversas flores, lo que hace imposible identificar su procedencia exacta; mientras que las segundas provienen de una especie vegetal concreta y poseen características organolépticas muy específicas. También hay una tercera variedad, la miel de mielada, que las abejas elaboran a partir de diferentes secreciones de plantas y frutos.
España cuenta con una gran oferta de mieles multiflorales y monoflorales, muchas con calidad diferenciada y reconocidas bajo las certificaciones Denominación de Origen Protegida (DOP) o Indicación Geográfica Protegida (IGP). En concreto, a lo largo de nuestro país ya hay cinco DOP (Miel de Granada, Miel de La Alcarria, Miel de Liébana, Miel de Tenerife y Miel de Villuercas-Ibores) y una IGP (Miel de Galicia). En tanto, otras tres mieles se encuentran actualmente en proceso de reconocimiento en la Comisión Europea: Miel de Málaga (DOP), Miel de Ibiza (DOP) y Miel de Asturias (IGP).
Esta situación pone a España a la cabeza en cuanto a mieles europeas con calidad diferenciada, pues sólo Portugal –con 9 DOP registradas– supera esa cifra. Y es que durante la última década ha crecido el número de colmenas inscritas, desde las 60.833 de 2011 hasta las 84.671 de 2021, y se han duplicado los envasadores, hasta los 107, en ese periodo. No obstante, cabe destacar que las mieles con DOP e IGP aún representan el 1,6% del volumen de la producción nacional.