Casa Tarradellas culmina su estrategia de verticalización con la apertura de una harinera propia
3 de enero de 2011
A casi dos semanas de cerrar el año 2010, la planta inició su andadura con el propósito de cubrir, a medio plazo, casi el 100% de la harina que precisa el grupo alimenticio. A raíz de la puesta en marcha de la nueva instalación, Casa Tarradellas se desvinculará de los diversos proveedores con los que trabajaba con anterioridad. La construcción de una harinera propia permitirá a la empresa presidida por Josep Tarradellas controlar al mázimo la elaboración de una materia prima clave para la producción de sus pizzas, producto estrella de la firma. A 31 de diciembre del año 2009, Casa Tarradellas había facturado 580 millones de euros, un 5,6% más comparado con el año anterior. Del total de facturación, el 55% correspondía a la venta de pizzas y otros platos refrigerados. El restante 45% procedía de la comercialización de elaborados cárnicos, embutidos loncheados y patés.
Con una superficie de 1.500 metros cuadrados, la harinera se ha situado frente a la sede central del grupo, muy cerca de la planta de pizzas refrigeradas que Casa Tarradellas puso en marcha en el polígono industrial Mas Galí, en el año 2009. La instalación dispone de un centro de investigación destinado a estudiar y establecer cuáles son las variedades de trigo ideales para conseguir la harina que mejor se adapte a los productos del grupo de alimentación.