La experiencia de bioseguridad en una granja de ovino: explotación Cerromonte
PRIMERA SESIÓN / SEMINARIO DE BIOSEGURIDAD . Evita los problemas que no puedes controlar.
Fernando Hernández. Director técnico de Granja Cerromonte.
La bioseguridad se puede dividir en dos tipos. Por un lado, está la bioseguridad externa, que es una especie de frontera, y que evita la entrada de agentes patógenos del exterior y evita la salida de los patógenos de la granja a otras explotaciones. Por otro lado, está la bioseguridad interna, cuyo objetivo es minimizar la aparición y propagación de patologías dentro de la explotación. Existe un manual del Intia que pone bastante claridad en el asunto de la bioseguridad.
El primer paso de la bioseguridad es la elaboración de un plan sanitario de la explotación, personalizado y adecuado a las condiciones de cada granja, evaluando los riesgos y las necesidades de cada granja. Como puntos clave de la bioseguridad, está el hecho de no incorporar animales de otras explotaciones o que al menos tengan garantías sanitarias, dar prioridad a la prevención y tener en cuenta que el aumento de suciedad siempre está relacionado con un incremento de patógenos, por lo que la limpieza y la desinfección juegan un papel clave.
BIOSEGURIDAD EXTERNA
Granja Cerromonte es una explotación de ovino que tiene 4.200 reproductoras de raza Lacaune. Es de un tamaño amplio, lo que quizás permite realizar muchas cosas, aunque en todas las explotaciones se pueden tomar medidas que sean igualmente efectivas.
La ubicación de las explotaciones y la distancia a los núcleos urbanos y a las carreteras es un factor importante. Es fundamental disponer de un vallado perimetral para evitar la entrada y salida de animales o de fauna silvestre. También un vado sanitario con una puerta que debe permanecer el máximo tiempo posible cerrada. El aparcamiento para el personal y las visitas debe estar en el exterior. También es importante que el personal de la granja tenga los medios adecuados para no ser transmisor de patógenos, es decir, unos vestuarios, unas duchas... para que el personal salga de la explotación de la forma más aséptica posible.
Otro punto es la eliminación de material biológico, así como envases y medicamentos, con contenedores y contrato con una empresa que se encargue de su recogida. También debe haber contenedores para la retirada de cadáveres, siempre tapados y cerrados. Por otro lado, también es importante un estercolero, para que el estiércol se deposite durante unos meses para evitar que haya cualquier tipo de transmisión, o fermente y madure. Al estar en zonas rurales, las explotaciones en ocasiones no tienen posibilidad de recogida de basuras, por lo que se debe plantear la eliminación de otros residuos, con un contrato con una empresa de recogida. También es interesante una depuradora de aguas residuales.
BIOSEGURIDAD INTERNA
Lo más importante de la bioseguridad interna es la elaboración de un plan sanitario de la explotación. En Granja Cerromonte no se incorporan animales de otras explotaciones y se cuenta con un programa vacunal de enterotoxemias, pasterelas, clamidias, enfermedad de los abscesos, ectima contagioso y mamitis. Además, se tienen una serie de protocolos para facilitar la bioseguridad, como el protocolo de encamado, limpieza y desinfección de las naves. Cerromonte también tiene un protocolo de ordeño y prevención de mastitis con eliminación de animales enfermos, ya que no se tratan los animales enfermos, sellado de pezones y tratamiento de secado. Además, hay un programa de prevención de cojeras, con un recorte funcional de pezuñas que se hace siempre en periodo seco y unos pediluvios preventivos que se hacen una vez a la semana. Por último, está el proceso de pasterización del calostro.
Se tiene un contrato con una empresa para realizar el control de plagas, con el control de roedores. También se realiza un control de insectos, al menos en los sitios cerrados.
Se cuenta con una serie de equipos de limpieza y desinfección, en concreto máquina de presión y fumigadoras para poder desinfectar, todo ello necesariamente acompañado de unos equipos de protección del personal con mascarillas y la ropa adecuada. La ropa de trabajo también es importante, con condiciones limpiezas y higiénicas. Es obligatorio el uso de guantes en la sala de ordeño y hay personal que opta por ponerse mascarilla en la sala de ordeño, aunque no es obligatorio. La empresa facilita una lavadora para que la ropa de trabajo se limpie dentro de la propia explotación. Al salir de cualquier nave, hay un sistema de desinfección del calzado. En puntos sensibles de la granja como la nodriza de los corderos, hay un sistema de desinfección de calzado específico a la entrada de cada nodriza y a la entrada de la sala de nodrizas.
El programa preventivo de cojeras consta de unos pediluvios semanales, además del recorte de pezuñas. Esos pediluvios constan de dos baños seguidos de 200 litros cada uno, con un producto de desinfección. Todos los animales tienen que pasar obligatoriamente una vez por semana. El primer baño limpia y el segundo baño hace que el animal entre en un desinfectante.
También se tiene un sistema de potabilización del agua, en el que se ha optado por el peróxido de hidrógeno, ya que con el cloro no se conseguía estabilidad. Hay un depósito con un dosificador que inyecta la dosis correspondiente peróxido de hidrógeno a la fuente de agua.
En la pasterización del calostro, Granja Cerromonte ha ideado un pasterizador casero reutilizando un tanque antiguo de leche. Se ha añadido una resistencia y se hace al baño María, pasterizando unos 40 litros al mismo tiempo.
DISCUSIÓN
Para obtener una buena seguridad se tienen que poner los medios necesarios. Hay que mentalizar al personal y que se asimile la importancia de la bioseguridad, ya que en ocasiones no se da importancia porque se tiende a dejarlo de lado ante la rutina del trabajo diario. Se debe evitar la relajación, porque en ocasiones se toman las medidas en un primer momento, pero luego no se aplican con continuidad. También debe tenerse en cuenta que hay que evaluar lo que se hace, porque todo es mejorable.
Hay una serie de condicionantes de la bioseguridad. En primer lugar está el bienestar animal, que es un aspecto importante en la actualidad, por lo que una menor densidad de animales facilita la bioseguridad. Otro tema clave es el bienestar del personal. Si las condiciones laborales no son buenas, con horarios amplios de trabajo y sin condiciones higiénicas, no se puede pensar en aplicar medidas de bioseguridad. El arsenal terapéutico en ovino es insuficiente, ya que no hay disponibilidad de muchos medicamentos registrados, lo que obliga a prescripciones excepcionales, y además las empresas farmacéuticas no obtienen rentabilidad al investigar sobre enfermedades del ovino, en comparación con lo que ocurre en otros sectores. Eso supone que los ganaderos y veterinarios estén muy limitados en el tratamiento y prevención. Los costes de producción son altos, si se tienen en cuenta todos los aspectos que forman los costes. Es imprescindible tener un precio justo de la leche para poder tener un bienestar de los animales y un bienestar del personal... y aplicar la bioseguridad. Se demanda de la sociedad que se tomen una serie de medidas y los ganaderos sean más profesionales, pero la clave es tener un precio justo de la leche, sobre todo cuando en ocasiones las centrales lecheras funcionan peor y son menos profesionales que las explotaciones. En definitiva, el consumidor tiene que asumir que, para poner en marcha estas medidas, debe haber rentabilidad.