La conciencia ecológica de los consumidores sitúa la durabilidad de los utensilios de cocina, como uno de los principales factores a tener en cuenta en la elección de compra

Innovación en la cocina: la cocción apuesta por la salud, el ahorro y la seguridad

Redacción Interempresas16/12/2022

La eficiencia energética, la cocina sana y la durabilidad son las características que se imponen en el sector de la cocción, por encima del precio y la estética. La madurez del consumidor, más exigente, concienciado e informado, potencia la calidad de los productos, dando un impulso a materiales sostenibles, acabados duraderos y tecnologías seguras.

Con los precios de la energía disparados, los consumidores piden que los utensilios de cocción sean sobre todo eficientes. Es decir, que se calienten rápidamente, que distribuyan el calor de manera uniforme y que reduzcan el tiempo necesario para elaborar los platos. Básicamente, ello se traduce en la incorporación de fondos termodifusores, aunque hay otras soluciones, como el aprovechamiento de la temperatura residual para acabar de cocer los alimentos una vez retirados de la fuente de calor.

Pero además, los consumidores también exigen que los utensilios sean saludables y que permitan cocinar sin grasas o, a lo sumo, utilizando una pequeña cantidad de aceite. En cuanto al contacto con los alimentos, están en el punto de mira los revestimientos antiadherentes, ampliamente utilizados en la fabricación de sartenes y, en menor medida, de baterías de cocina. Desde hace años, ya no contienen PFOA, pero ello no ha acallado por completo las voces que ponen en duda su completa inocuidad. Por ello, han aparecido alternativas sin antiadherente, con materiales que van del acero inoxidable al hierro fundido o mineral, pasando por el acero esmaltado, entre otras opciones. Entre los principales inconvenientes están el mayor peso que tienen algunos de estos materiales, los cuidados que hay que dispensar en cuanto a mantenimiento (algunos modelos necesitan un proceso de curado, por ejemplo) y la necesidad de aprender a cocinar sin la comodidad del antiadherente.

El consumo de estas alternativas es minoritario, pero es destacable que algunas marcas líderes se hayan apuntado con decisión a esta corriente y ofrezcan la opción de obtener un mismo modelo con y sin antiadherente. Pese a todo, las sartenes con antiadherentes de PTFE dominan, hoy por hoy, el mercado, también con una tendencia clara: la continua inclusión de nuevas tecnologías que aumentan la resistencia a la abrasión y los arañazos y, por lo tanto, su duración en óptimas condiciones.

Menaje amable con el planeta

La conciencia ecológica de los consumidores sitúa la durabilidad de los utensilios de cocina como uno de los principales factores a tener en cuenta en la elección de compra. Ello es especialmente importante en las sartenes, el producto que tiene mayor rotación. Por ello, los fabricantes están invirtiendo en materiales robustos y revestimientos resistentes y, si esta tendencia se consolida, es posible que los ciclos de vida y, por lo tanto, los de la moda tiendan a alargarse.

Uno de los materiales más utilizados es el aluminio, infinitamente reciclable, pudiendo llegar a reducir hasta en un 95% el coste energético necesario en comparación con la producción de aluminio primario. Pero además, muchas iniciativas tratan de reducir la huella de carbono en otros procesos de fabricación, distribución y uso, incluyendo iniciativas como la de Inoxibar, que ha lanzado sucesivas campañas de recogida de sartenes, garantizando su correcto reciclado.

En cuanto a los revestimientos antiadherentes, los de base acuosa reducen las emisiones medioambientales. Y, además, existen mangos fabricados a partir de materias primas naturales procedentes de fuentes sostenibles.

Sartenes: el ‘must have’ de la cocina

La sartén es el elemento de cocción que más se presta a la presentación de novedades, dado su uso intensivo y su alta rotación en el lineal. Por ello, suele ocupar un espacio privilegiado en los escaparates de ferreterías y tiendas de menaje. Permite innovar en materiales, antiadherentes, colores, acabados, mangos, formas… con una gran diversidad de precios, calidades y diseños. Es, sin duda, el artículo líder del sector, con millones de unidades anuales vendidas en nuestro mercado. La gran cantidad de novedades que se presentan demuestra que este sector sigue siendo uno de más dinámicos del universo de la cocina.

Se trata de un producto sometido, en cierta manera, a los fenómenos cíclicos de la moda, fruto también de la alta competitividad y de la gran cantidad de firmas de todos los tamaños y orígenes. La oferta, no obstante, ha tendido a uniformizarse en torno a una calidad media-alta, con un diseño robusto y sobrio. Ello no significa que la industria no invierta en diseño: algunas sartenes han sido distinguidas con prestigiosos premios y se han convertido en verdaderos referentes. En cierto sentido, se trata de un mercado marquista: el consumidor es capaz, cada vez más, de reconocer las primeras enseñas y, en general, busca la fiabilidad y el prestigio.

Los usuarios piden sartenes duraderas, robustas, fáciles de usar y limpiar, resistentes, saludables y que eviten o reduzcan al máximo la necesidad de aceites.

Este es uno de los mercados más exigentes del menaje: los usuarios piden productos duraderos, robustos, fáciles de usar y limpiar, resistentes, saludables y que eviten o reduzcan al máximo la necesidad de aceites. En este sentido, las antiadherentes son imbatibles: a menudo se pueden cocinar las carnes en su propia grasa, por ejemplo. Destacan las sartenes con fondos en relieve, rugosos o en nido de abeja, donde los alimentos tienen menos contacto con el aceite. También se han generalizado las sartenes full induction, es decir, aquellas que logran el máximo rendimiento sobre placas de inducción.

En cuanto a las tendencias dominantes, el negro ha recuperado protagonismo, mientras que el blanco cerámico ha sido prácticamente desterrado del mercado. Los marrones o térreos, que hicieron furor, tienen una presencia más reducida, pero aparecen algunas propuestas interesantes en grises claros. El acabado pétreo o la imitación de granito conservan su fuerza, en algunos casos con una superficie rugosa. En el exterior, los colores cobre decaen y se imponen, de nuevo, los negros y grises. La estética profesional, con paredes altas y mangos de acero, sigue teniendo una presencia importante. Su apuesta consiste en trasladar al hogar la lógica de los productos que utilizan los grandes chefs, pero con modelos funcionales, ergonómicos y fáciles de guardar.

Baterías de cocina: flexibles y personalizables

Aunque se trata de un producto de larga duración, las baterías de cocina han logrado incorporarse al mercado de la reposición gracias a las innovaciones en ahorro de energía, cocina saludable y estética atractiva, aunque una parte importante de las ventas llegue motivada por la instalación de placas de inducción. La creación de nuevos hogares es responsable, sin lugar a dudas, de otra buena porción del mercado.

Justamente la evolución demográfica ha motivado un cambio radical en el concepto de las baterías de cocina: se abren paso las soluciones flexibles y adaptadas a las diferentes necesidades y a la reducción del tamaño de los hogares, con más familias sin hijos y viviendas unipersonales. Los sets habituales en el pasado ya no se adaptan a estas necesidades y, por ello, es habitual ofrecer las baterías por piezas sueltas, de modo que cada consumidor las adecúe a sus necesidades. Además, vender por piezas permite envolverlas en packagings más atractivos, enfocados al mercado del regalo.

Actualmente, es habitual ofrecer las baterías por piezas sueltas, de modo que cada consumidor las adecúe a sus necesidades.

Algunas de las firmas que optan por esta vía introducen elementos que habitualmente no figuran de serie en las baterías convencionales, como son los woks o las creperas. También vemos que las sartenes se incorporan cada vez más a las colecciones de cocción, junto con asadores e incluso cuchillos, cubiertos y pequeños electrodomésticos. Otro campo de innovación es el ahorro de espacio, que muchas veces llega de la mano de la polivalencia de las distintas piezas de la batería, con la incorporación, por ejemplo, de vaporeras y cuecepastas.

En materiales, el acero inoxidable sin antiadherente es un clásico de la cocina de siempre y es la opción preferida por los consumidores que ven con recelo la incorporación de antiadherentes a las baterías de cocina. Tiene una estética profesional y ofrece una cocina cómoda y rápida y una gran durabilidad de los productos, con un precio muy competitivo. Su más directo competidor es el aluminio fundido, que también gana cada vez más adeptos. Ambos conviven con el acero esmaltado y con otras alternativas, como pueden ser el hierro colado, el gres o el cobre, más minoritarios.

Las enseñas españolas gozan de buena reputación y son bien conocidas por el cliente, compartiendo el mercado con marcas extranjeras enraizadas que están consiguiendo una no despreciable presencia en el mercado.

Mangos y tapas

Siguen teniendo acogida los mangos desmontables, que permiten apilar las piezas y, por lo tanto, ocupan menos espacio en la cocina; y en las sartenes tienen cierto éxito los mangos plegables. Aunque la mayoría de elementos son de baquelita termoresistente, se hacen un hueco otras opciones, como la madera. Además, muchos mangos son bimateria e incorporan materiales que permiten un mejor agarre, además de hendiduras antideslizantes o silicona, que evita quemaduras y garantiza la resistencia a altas temperaturas. Las tecnologías stay cool, con materiales que no se calientan o con mangos tubulares huecos, no cesan de introducir innovaciones.

Uno de los aspectos que han registrado sensibles mejoras es la estabilidad del mango, tradicionalmente uno de los puntos más conflictivos de estos productos, como consecuencia de la dilatación y contracción que experimentan determinados materiales a elevadas temperaturas. Muchas marcas han abandonado el tornillo para pasarse al remache, pero otras han preferido reforzar los puntos de unión. También hay marcas que protegen el tornillo con un pequeño tapón, aislándolo de la suciedad y la humedad.

Las tapas complementan la ronda de novedades: las de vidrio templado son de alta resistencia, permiten vigilar la cocción de los alimentos e incorporan válvulas para el escape de vapor. Las hay que permiten cerrar herméticamente los recipientes, evitando deslizamientos accidentales, o que tienen varias posiciones de cierre, permitiendo evacuar agua sin tener que usar coladores; que se mantienen de pie; o que evitan las salpicaduras, a través de un formato y una configuración especial.

Fuentes para hornear

Los productos para hornear son versátiles, robustos y resistentes, propiedades a las que se une su atractivo, que permite servir directamente en la mesa los platos preparados. Además, se trata de un producto que ha ido ampliando sus funciones: no solamente sirven para hornear, sino también para conservar en el congelador y el frigorífico, descongelar y calentar en el microondas.

Una de las elecciones más difíciles a la hora de escoger una fuente para horno es al material. Las principales exigencias son la durabilidad, la antiadherencia y la facilidad de limpieza. Además, no debe retener olores ni sabores y es importante que distribuya el calor de manera uniforme y lo mantenga durante un tiempo. También es importante que el soporte resista bien los choques térmicos.

Las fuentes no solo sirven para hornear, sino también para conservar en el congelador y el frigorífico, descongelar y calentar en el microondas.

El vidrio borosilicato es el material que se impone entre los lanzamientos: es reivindicado por algunas firmas como el más resistente, higiénico y versátil. A menudo, se combina con tapas que permiten conservar y transportar e incluso calentar en el microondas, mediante válvula de vapor. Otros materiales no metálicos son la cerámica vitrificada y el gres cerámico refractario, que gozan de gran prestigio en mercados como el francés.

Entre las fuentes metálicas, hallamos el acero (carbonatado, esmaltado...), el aluminio fundido, el acero inoxidable e incluso el hierro fundido. También mantienen su presencia las tradicionales fuentes de porcelana y de barro y, de incorporación más reciente, las de silicona, usadas sobre todo en moldes para repostería y en estuches para cocinar a la papillotte. Algunos productos incluyen revestimientos y tratamientos que facilitan la retirada de los restos de alimentos de sus paredes y la limpieza del utensilio.

La oferta de fuentes para horno se diferencia claramente de la de moldes para repostería, porque se trata de productos mucho más enfocados a la cocción de alimentos. Es evidente, sin embargo, que existen confluencias entre ambos sectores y que son muchos los productos que pueden ser usados indistintamente para preparar la comida o el postre.

Ollas a presión

A favor de las ollas a presión juegan sus claras ventajas: cocinan tres veces más rápido, ahorrando hasta un 70% de energía y un 70% de tiempo de preparación. Además, conservan las propiedades nutricionales de los alimentos, al cocerlos a más velocidad y a que, gracias al vapor que se produce en el interior, se cocinan en su propio jugo, de manera saludable.

Todos los modelos son o bien de acero inoxidable, que aporta resistencia y durabilidad; o bien de aluminio, un material que es buen conductor del calor. Algunas ollas incorporan fondos termodifusores y encapsulados, para alcanzar la temperatura óptima de manera más rápida y eficiente, distribuyendo el calor uniformemente por toda la base. En cuanto a los mangos, acostumbran a ser de plásticos resistentes al calor y se mantienen siempre fríos. Ello es importante, dado que en muchas ocasiones alojan los mandos de control, que permiten elegir, por ejemplo, la velocidad o la presión. Con menos frecuencia, algunos fabricantes han introducido los revestimientos antiadherentes en las ollas a presión.

Las ollas a presión cocinan tres veces más rápido, ahorrando hasta un 70% de energía y un 70% de tiempo de preparación.

Aunque no sea un producto con grandes volúmenes de ventas, el mercado de las ollas a presión ha conseguido mantenerse estable. Los consumidores valoran sobre todo el ahorro de tiempo, aunque las características de la cocina saludable también están calando. Una tercera ventaja: garantizan un importante ahorro de energía, al preparar los platos en mucho menos tiempo.

En cuanto a la seguridad, se han destinado gran cantidad de recursos a la investigación en este sentido, incluyendo diferentes sistemas simultáneos en un mismo producto: entre tres y cinco, contando válvulas, reguladores que evacuan el vapor sobrante, juntas estancas, posición de descompresión, pilotos, indicador de bloqueo, botón de despresurización, ventanas… En materia de facilidad de apertura y cierre, los sistemas actuales cuentan con mecanismos muy simplificados, accionables con una sola mano y sin apenas esfuerzo. En algunos modelos, se incluye algún sistema de aviso (sonoro, luminoso...) que confirma que la tapa está correctamente colocada y la olla lista. Para facilitar la limpieza, ya hay mangos desmontables.

El uso es cada vez más intuitivo. En algunos modelos, prácticamente solo se debe escoger el programa de cocción e introducir los ingredientes. La olla se ocupa del resto. Hay modelos que incluyen en la tapa una especie de ‘chuleta’ con los tiempos de cocción de los alimentos más frecuentes; un temporizador integrado que permite controlar el tiempo de cocción y que avisa, cuando este finaliza, mediante una señal acústica; o incluso tecnologías 2.0 para controlarlo todo a través de una tableta o un teléfono móvil. Otras de las mejoras introducidas de modo general es la adaptación a todo tipo de fuentes de calor, incluida la inducción.

Principales novedades

3 Claveles

La nueva gama cookware de 3 Claveles incluye tres colecciones de sartenes, cacerolas, grill, plancha y wok, aptas para cualquier tipo de cocinas. Todos los utensilios cuentan con antiadherente QuanTanium, un revestimiento multicapa reforzado con una mezcla de partículas de titanio, diseñado para brindar una excelente resistencia al rayado, la abrasión y el desgaste.

Nueva gama cookware de 3 Claveles.

Monix

La colección Amazonia busca transmitir un mensaje de ecología, naturaleza y sostenibilidad. Fabricada en aluminio forjado de 4 mm de espesor, incorpora un fondo full induction que aprovecha al máximo la energía y aumenta la eficiencia, dado que alcanza la temperatura óptima de cocción más rápidamente y conserva mejor el calor residual. El mango incorpora un recubrimiento soft-touch efecto madera, el antiadherente Quantanium de Whitford está libre de PFOA y el material, de aluminio, es completamente reciclable.

Nueva colección Amazonia de Monix.

Fissler

Ceratal Comfort es la nueva alternativa con revestimiento cerámico de base acuosa de Fissler, con buenas propiedades antiadherentes y para una cocina sin apenas aceite. Estas sartenes están libres de PTFE, siendo fáciles de limpiar y mantener. Fabricadas en aluminio reciclado en más de un 60%, incorporan un mango ergonómico y son adecuadas para todos los tipos de fuentes de calor.

Sartén Ceratal Comfort de Fissler.

Jata

Los cocineros del programa de televisión Cocina Abierta de Karlos Arguiñano utilizarán en sus recetas, de forma exclusiva, productos de la firma navarra durante esta temporada. Karlos Arguiñano, Eva Arguiñano y Joseba Arguiñano contarán con pequeños electrodomésticos Jata, planchas de asar eléctricas, batidoras, grills y ollas rápidas, entre otros.

La empresa se muestra muy contenta con el acuerdo al que han llegado con Bainet Comunicación. “Pueden integrar los productos en todas las recetas que preparan y, además, la forma tan natural de cocinar nos hacen identificarnos con ellos. Creemos que son capaces de conectar con un público muy variado y llegar a un amplio abanico de edad”, indican desde Electrodomésticos Jata.

Cocina Abierta de Karlos Arguiñano usará en exclusiva PAE de Jata.

Pyrex

La gama Cook&Heat permite cocinar, almacenar, transportar y recalentar en un mismo recipiente. Gracias a sus válvulas, se pueden introducir platos preparados en el microondas sin necesidad de quitar la tapa.