Recaredo presenta la tercera añada del cava Turó d’en Mota

La añada 2002 del cava Turó d’en Mota de Recaredo ve la luz después de casi nueve años de crianza en las cavas. Con una producción siempre muy limitada –en el caso de la añada 2002 se han obtenido exclusivamente 2.704 botellas–, el cava Turó d’en Mota representa la filosofía de Recaredo llevada al extremo: una sola añada, una única variedad (100% xarel·lo) y un solo viñedo que se trabaja únicamente con tracción animal. En palabras de Ton Mata, tercera generación de Cava Recaredo, el Turó d’en Mota tiene como objetivo representar el paisaje de la manera “más transparente y pura” posible.

Durante el acto de presentación de la nueva añada, celebrado el pasado 27 de marzo en la sala Glassroom de Barcelona, Ton Mata afirmó que el equipo de Recaredo se siente “más intérprete que autor” en referencia a una viticultura basada más en la observación que en la intervención.

El proyecto del Turó d’en Mota nació el año 1999 con el firme propósito de elaborar un cava de terruño fruto de un espacio de tierra calcáreo y de un microclima mediterráneo. Desde entonces hasta ahora, se han elaborado 13 añadas, 10 de las cuales permanecen en las cavas en una crianza de más de cien meses en contacto con las lías.

La cosecha de 2001 continúa con su larga y cuidadosa crianza en las cavas, porque tal y como explica Ton Mata, “creemos que le falta aún algo de tiempo”. Según detalla, “la añada 2002 del Turó d’en Mota se halla, en estos momentos, en su plenitud expresiva y en un punto de madurez óptimo”.

Las bajas temperaturas y las lluvias marcaron el año 2002. La elevada humedad en verano obligó a una mayor atención durante la vendimia para recoger el racimo con una acidez fresca y natural, idónea para la elaboración de cavas de larga crianza. El viñedo del Turó d’en Mota, con una superficie de 0,97 hectáreas, produjo en el año 2002 un total de 3.400 kilos de uva.

El viñedo del Turó d’en Mota, plantado en 1940 y conducido en vaso, está situado en la parte noroccidental del municipio de Sant Sadurní d’Anoia. El viñedo se orienta a cara norte y queda expuesto hacia la montaña de Montserrat, en Cataluña.