Ribera del Duero planta cara a la crisis y conserva la confianza de los consumidores
2 de marzo de 2012
A lo largo del año 2011, Ribera del Duero aumentó especialmente la comercialización de vinos de guarda, es decir, vinos elaborados con un tiempo de estancia en barrica, una tendencia que se mantiene desde hace varios años. El dato de cierre anual de contraetiquetas entregadas en 2011 supera la cifra récord obtenida hasta la fecha que se registró en 2010, cuando las bodegas solicitaron 72,54 millones de unidades.
Y es que los vinos elaborados con algún tipo de crianza en barrica suponen en estos momentos más del 60 % de las ventas de Ribera del Duero. Es decir, las dos terceras partes del vino comercializado por las bodegas de la Denominación de Origen ha sido envejecido.
El crecimiento récord en ventas de los vinos de Ribera del Duero es aún más destacado si se tiene en cuenta que el año 2010 se saldó con una producción menor a la de campañas anteriores, con una cosecha que dejó 71,14 millones de kilos. Es un hecho significativo alejado de la tendencia general, pues tradicionalmente las variaciones en la comercialización de la Ribera del Duero se correlacionan más con las variaciones naturales de la producción debidas a factores climáticos de la zona que con los cambios en la demanda.
En conclusión, el balance, por parte de fuentes del Consejo Regulador, es positivo y las perspectivas para la denominación de origen son buenas. No obstante, también recuerdan que el estado de la economía, sumida en una profunda crisis, exige afrontar el futuro con prudencia y seguir buscando nuevos mercados que frenen las consecuencias de la caída del consumo de vino en España.