“Sin duda alguna se va a repetir el año que viene”, asegura el técnico de campo Luis Mateo
Las cooperativas de Aecovi, satisfechas de usar biosensores que clasifican las partidas de uva por calidades
La utilización de los biosensores de Biosensur ha permitido a Aecovi llevar a cabo el control de todas las partidas de uva que han entregado los socios de las cuatro cooperativas de una manera más individualizada, ya que los biosensores permiten profundizar más en la estratificación de calidades.
El propio equipo técnico de Aecovi-Jerez, junto al equipo técnico de cada cooperativa, fueron los responsable de realizar los controles, mediante biosensores, en las cuatro cooperativas, durante toda la vendimia.
La presencia de Botrytis cinerea repercute en la calidad de la uva, ya que produce problemas de color, de proliferación de microorganismos, de desmangado y filtración (b-glucanos), de olor a moho y de madurez insuficiente.
Se ha comprobado que unos de los parámetros directamente proporcional a la podredumbre gris es el ácido glucónico de la uva, que se transmite al mosto y posteriormente al vino. Además, no existe ninguna práctica enológica capaz de eliminarlo, según Esteban García, director técnico de Biosensur.
Por este motivo, el Consejo Regulador, con la aprobación de una nueva legislación, ha limitado el contenido de ácido glucónico a un gramo por litro. A pesar de la limitación de la nueva norma, ninguna de las cooperativas de Aecovi ha superado los 0,4 gramos por litro. El técnico de campo, Luis Mateo, ha hecho hincapié en que “los 0,4 gramos por litro no es una virtud de la máquina, sino de los viticultores”. Asimismo, ha asegurado que los biosensores han sido de gran utilidad porque han permitido detectar la Botrytis en uva recién vendimiada.
Luis Mateo ha remarcado la rapidez del biosensor para facilitar los resultados del análisis y la fácil manipulación de éste. Los biosensores detectan si la viña está mal cuidada o no ha recibido el tratamiento oportuno. “Si había algún camión cuyo contenido superaba los 0,5 gramos por litro se destinaba a otro proceso distinto”. Un proceso que antes se hacia a simple vista y que, en consecuencia, necesitaba de una gran agudeza visual, según Luis Mateo.
Tras los resultados obtenidos, “todos los cooperativistas están muy contentos”, ha asegurado Luis Mateo y ha explicado que tras esta experiencia tan positiva el año que viene se repetirá.
Primeros biosensores que miden el ácido glucónico de la uva
Un biosensor está compuesto por dos elementos fundamentales: un elemento de reconocimiento biológico (ERB) y un transductor, encargado de convertir la energía biológica en una señal eléctrica.
Biosensur, unidad de I+D creada por la empresa matriz ‘Biolan Microbiosensores’, ha desarrollado el primer biosensor para medir ácido glucónico, de manera que la cooperativa o bodega puede controla rmejor la calidad de la uva.
Este es, precisamente, el caso de Aecovi, que ha instalado en sus cuatro cooperativas los biosensores para poder controlar la calidad de la uva. Este proceso tiene más incidencia en las cooperativas, ya que al no tener uva propia, permite controlar mejor la calidad de la misma. Además, también permite clasificar las partidas por distintas calidades y, posteriormente, elaborar vinos de mejor calidad.