Optimismo entre los corcheros de Málaga al cierre de la campaña
5 de septiembre de 2011
Aunque los tapones de silicona siguen trayendo de cabeza a los corcheros de Málaga por la dura competencia que sufren, este año ven con cierto alivio el final de campaña, ya que después de cinco años con precios absolutamente hundidos parece que el quintal se recupera en este ejercido, aunque eso sí, lo hace de forma tímida. “Hemos tenido dos años con buena pluviometría y esto ha facilitado las labores de extracción y, por supuesto, ha redundado en la buena calidad del producto”, manifiesta Rafael Cordero, técnico de Asaja Málaga en la Serranía de Ronda.
Aún así, como ocurre con la inmensa mayoría de los productos del campo, el trabajo es mucho para el valor que el mercado le otorga. Extraer el corcho de los alcornoques es una tarea absolutamente manual que no se ve recompensada económicamente. Con precios al alza, el quintal castellano (medida que equivale a 46 kilos) oscila en la actualidad entre los 40 y 55 euros si es de mediana calidad; y entre 60 y 90 euros si la calidad es buena o excelente. Gran parte del producto, señala Cordero, ha ido a los mercados de Extremadura, Cataluña y Portugal.
Los corcheros de la provincia llaman a los consumidores a que se adquieran las botellas envasadas con tapones de corcho y avalan su petición en los numerosos estudios que existen y que afirman que el corcho, al tratarse de un producto natural, mejora las cualidades del vino, potenciando su sabor y calidad.
Por su parte, Asaja Málaga reivindica que se valore a este colectivo, ya que si su actividad cesa por falta de rentabilidad habrá muchos daños colaterales –no solo el agrario- que lamentar. Hay que tener en cuenta que el corcho tradicionalmente ha aportado importantes ingresos y mano de obra en buena parte del tejido agrícola de la Serranía. Además, el valor medioambiental de esta actividad es incuestionable: “Nuestros productores protegen el típico bosque mediterráneo, mantienen limpios los caminos y potencian su valor paisajístico. Hay que tener en cuenta también que todas estas actividades son las que fijan a la población en el ámbito rural, si la perdemos es muy difícil volver a recuperarla”, describe Cordero.
Cabe recordar que en la provincia de Málaga hay alrededor de 12.000 hectáreas de alcornocales entre montes públicos y privados. Las principales zonas productoras de nuestra provincia son Cortes de la Frontera, Ronda, Gaucín, los pueblos del Valle del Genal, Ojén y Junquera, principalmente.