Evolución de la producción y el consumo mundial de vino por colores
En las últimas décadas, el sector vitivinícola mundial ha experimentado una tendencia general positiva de producción y consumo de vinos blancos y rosados, mientras que los tintos han disminuido. Este cambio estructural puede atribuirse principalmente a la evolución general de las preferencias de los consumidores. Un informe elaborado por el Departamento de Información Estadística de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) pretende comprender mejor este fenómeno ofreciendo una visión general de la evolución de la producción y el consumo de vino desglosados por tinto, blanco y rosado en el período 2000-2021.
El vino tinto ya no es europeo
La tasa de crecimiento de la producción durante el período 2000-2021 fue negativa en todos los grandes países europeos productores de vino tinto. Cabe destacar la fuerte caída registrada en Francia, cuya producción de vino tinto es hoy un 50% menor que a principios de siglo, e Italia. El aumento de la producción de vino tinto en los países productores no europeos, en particular Chile, Argentina, Austria, Estados Unidos y Sudáfrica, compensa este descenso, aunque solo parcialmente. De los diez países con el mayor porcentaje de producción de vino tinto, siete no son europeos.
Si hablamos de consumo, a lo largo de los últimos veinte años, la demanda de vino tinto ha descendido principalmente en los grandes mercados europeos, sobre todo en Alemania, Francia, Italia y España. En todos ellos la tasa de crecimiento del consumo de vino tinto es negativa desde el año 2000. Por el contrario, la tasa de crecimiento de los últimos veinte años es positiva en China, Estados Unidos, Rusia y Brasil. No hay ningún país europeo entre los seis países con el mayor porcentaje de consumo de vino tinto, concentrados en Sudamérica y Asia Oriental.
Aumenta la producción de vino blanco
La oferta y la demanda mundiales de vino blanco han aumentado desde el 2000. La producción de vino blanco, que en 2021 creció un 13% respecto al mínimo alcanzado en 2002, es superior a la producción de vino tinto desde el 2013. A principios de siglo, el vino blanco representaba de media el 46% del total mundial, mientras que en los últimos años esta proporción ha aumentado hasta el 49%. Uno de los principales motores de este repunte es el auge de los espumosos.
Los países que más han contribuido al aumento de la producción mundial son Italia (por el éxito mundial del Prosecco), Estados Unidos, Sudáfrica y Australia. Por el contrario, en otros grandes países productores de vino blanco la producción se mantiene estable desde principios de siglo; es el caso de Francia y España, que ocupan respectivamente los puestos segundo y tercero en la lista de los mayores productores mundiales de vino blanco.
Por otro lado, el crecimiento de la demanda de vino blanco se debe principalmente a la evolución de tres importantes mercados para el vino espumoso: Estados Unidos, Alemania y Reino Unido. El aumento del consumo en estos tres países compensa con creces el descenso observado en países que son grandes consumidores de vino, en particular Francia y España.
Crece el vino rosado en el hemisferio norte
En los últimos veinte años, la oferta y la demanda mundiales de vino rosado han aumentado considerablemente. La producción mundial aumentó un 25% entre el 2001 y el 2021. A principios de siglo, el vino rosado representaba entre el 6 y el 7% de la producción mundial, mientras que en los últimos años esta proporción ha superado el 8% de media.
A nivel de producción, la oferta de vino rosado está mucho más concentrada que la de vino tinto y vino blanco. En 2021, los diez mayores países productores representaron casi el 90 % del total mundial; de ellos, los tres primeros representan dos tercios de la producción. La producción de vino rosado ha aumentado principalmente en países del hemisferio norte, sobre todo en Francia, si bien países como Chile y Sudáfrica también han registrado tasas de crecimiento muy elevadas en los últimos veinte años.
Como en el caso del vino blanco, el crecimiento del consumo del mercado de los rosados se explica principalmente por el aumento de la demanda en Reino Unido, Alemania y Estados Unidos. Con más de un tercio de toda la demanda, Francia es, con diferencia, el principal mercado del mundo.
El papel de España
En 2021, España ocupó el tercer lugar en producción total de vino, con una producción de unos 35 millones de hectolitros. De este total, los vinos tintos representaron 14,4 mhl; los blancos, 17,4 mhl; y los rosados, 3,7 mhl.
Durante el periodo 2000-2021, la producción total de vino en España fluctuó entre 30 y 45 mhl, pero la composición de los colores se mantuvo relativamente estable. El vino tinto representaba el 35% de todo el vino en 2000 frente al 37% en 2021; el vino blanco pasó del 47% en 2000 al 49% en 2021; y el vino rosado pasó del 13% en 2000 al 11% en 2021.
Evolución de la producción de vino por color en España (mhl) (arriba) y consumo (abajo), 2000-2021