Siete finalistas del II Premio de Narrativa Breve Ribera del Duero, entre 660 propuestas
23 de febrero de 2011
El comité de lectura del Premio Internacional de Narrativa Breve Ribera del Duero ha elegido a los siete autores finalistas de la segunda edición del certamen que convoca el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Ribera del Duero, en colaboración con la editorial Páginas de Espuma. Las siete obras han resultado seleccionadas entre los 660 libros de cuentos presentados por escritores de 25 nacionalidades diferentes. El perfil de cada uno de los finalistas es muy heterogéneo, aunque todos ellos están ligados desde hace tiempo al mundo de las letras. La identidad de los miembros del jurado, todos distinguidos escritores relacionados con el relato breve, se desvelará una vez reunidos para la deliberación final, antes de darse a conocer el fallo. Entre los autores y obras finalistas figuran: Lolita Bosch (Barcelona, 1970), con 'Dioses inmutables, amores, piedras';Marcos Giralt Torrente (Madrid, 1968), con 'Cuatro cuentos de amor invertebrado'; Pablo Gutiérrez (Huelva, España, 1978), con 'Ensimismada correspondencia'; Marcelo Lillo (Chile, 1963), con 'No hablo con gente fea'; Juan Carlos Méndez Guédez (Barquisimeto, Venezuela, 1967), con 'Ideogramas'; Clara Obligado (Buenos Aires, Argentina, 1950), con 'El libro de los viajes equivocados' y Javier Tomeo (Huesca, 1935), con 'Los constructores de monstruos'.
El ganador del II Premio Internacional de Narrativa Breve Ribera del Duero recibirá, junto con una dotación económica de 50.000 euros, una escultura de la artista palentina Marina Anaya. Se trata de una pieza realizada en latón y roble americano que representa las formas retorcidas de la cepa, intentando situarla en su entorno. Simboliza también la fuerza del viento y los reflejos de la luz del sol. La pieza, a la vez que da una imagen orgánica y sutil, tiene la fuerza de los materiales utilizados: latón tratado y roble. Además de hacer referencia a estos elementos, se ha buscado que tuviera entidad como escultura, como pieza, al
margen de la idea. El resultado es una escultura con fuerza y elegancia, que representa los valores de la Ribera del Duero y la belleza de su entorno, de la misma serie que la realizada por Marina Anaya
en la primera edición del Premio Ribera del Duero. El interés que ha despertado el Premio Internacional de Narrativa Breve, que en su primera edición recibió más de 500 obras y en esta segunda 660, lo convierten en uno de los más importantes en su categoría, y hacen de la entrega del galardón una de las citas más
señaladas de la literatura contemporánea en español.