Ricardo Velasco, mejor enólogo joven de 2022: “El vino no es cuestión de edad, sino de actitud”
Entrevista a Ricardo Velasco, enólogo de Bodegas Valtravieso
Rubén Figueroa, Efeagro
26/07/2023Hacer un buen vino “no es una cuestión de edad, sino de actitud”, defiende el enólogo Ricardo Velasco, de Bodegas Valtravieso, elegido como el mejor enólogo joven de 2022 por el prestigioso Máster of Wine británico Tim Atkin. A sus 35 años ha trabajado en Francia, Nueva Zelanda y Argentina, aunque ha sido en la Ribera del Duero donde ha desarrollado el grueso de su trabajo, el que le ha permitido obtener este galardón.
La bodega le confió la dirección de todo el proceso de elaboración de sus vinos cuando tenía apenas 25 años, por lo que Velasco se considera “una excepción“ en un sector ”todavía bastante conservador”, en el que a las bodegas y cooperativas aún les cuesta atreverse a darle la mayor responsabilidad a un enólogo joven.
“Lo normal es tener un 'background' un poco más largo, haber hecho vendimias en más sitios, haber trabajado en otras bodegas y, luego, tomar la responsabilidad de dirigir una parte técnica, no la bodega”, cuenta.
No obstante, comprueba que cada vez hay más gente joven “y muy preparada“ entrando al sector y aboga por que se confíe en estas nuevas generaciones para ”romper el muro que hay casi invisible, tan conservador”, en ciertas bodegas.
Al mismo tiempo, valora que en una bodega se pueda dar la conjunción del talento y la preparación de los jóvenes con la experiencia de los veteranos, de aquellos que tienen más de 40 o 50 vendimias a sus espaldas y de los que, afirma, hay mucho que aprender.
Preguntado sobre si considera importante que se dé un relevo generacional para que el sector vinícola conecte con los nuevos consumidores, enfatiza que “no es una cuestión de edad, sino una cuestión de actitud, de estar continuamente reciclándose y seguir las tendencias”.
La bodega busca vinos con identidad propia, elegantes, verticales y profundos, donde la madera acompañe pero no enmascare la personalidad de la uva.
“En el sector del vino, si te quedas parado enseguida te pasan. Y muchas veces es que todo cambie para que todo siga igual. Hay vinos que llevan décadas en boga y el estilo de esos vinos ha cambiado mucho, lo que pasa es que lo ha hecho adaptándose a las circunstancias”, expresa. Si se quiere hacer un vino con estilo e identidad propia, estos cambios han de hacerse “poco a poco”, no “fluctuando constantemente, según las modas”, añade Velasco.
Una interpretación particular de la Ribera del Duero
Respecto a su trabajo en Bodegas Valtravieso, destaca que ha logrado que sus vinos interpreten bien las características distintivas de la finca de la que proceden: “Estamos en una finca de Ribera del Duero, pero a bastante más altitud de lo normal –a 904 metros de altitud–, con un suelo bastante distinto al de la generalidad de Ribera del Duero –nuestro suelo es más calizo– y esa interpretación de nuestro 'terroir' es lo que he podido hacer”.
Considera “súper importante“ que la propiedad de la bodega y el enólogo ”vayan a una, que se miren en una cata y, casi sin hablar, sepan lo que quieren”. Por eso, entiende que la labor de un enólogo es la de “interpretar lo que el propietario de la bodega quiere hacer” y aconsejarle según las características de las uvas y el terruño.
“Si no es posible hacer lo que quiere el propietario, hay que convencerle de cuál es la vía que hay que seguir para conseguir hacer vinos que den satisfacción, que gusten y que sean disfrutables bien”, explica Velasco.
Respecto a si percibe que los jóvenes no consumen tanto vino como en otras épocas, señala que el consumo actual “es mucho más cualitativo y menos cuantitativo”, pero que hay que trabajar para incorporar a los jóvenes: “Es una bebida que tiene mucha relación con nuestra cultura, con nuestro entorno, con nuestros puestos de trabajo y que aporta más experiencias que otras. Es mucho más social, mucho más relajada, y te hace viajar sin moverte del sillón, como cuando lees un libro”, concluye.