La Rioja inaugurará la primera bodega vinícola sustentada con energía geotérmica

La Rioja no quiere ser famosa solamente por sus vinos, sino también por ser innovadores. Muestra de ello es la construcción en La Grajera del primer sistema en el mundo de Bodega Institucional con aprovechamiento geotérmico. La misma, será inaugurada por el presidente del ejecutivo riojano Pedro Sanz el próximo 24 de marzo y se estima que ahorre un consumo superior al 60%.

En este proyecto, que han presentado recientemente el propio Sanz, el consejero de Agricultura Íñigo Nagore y los responsables de obra y geotermia Juan Herranz y Jesús Ilarraza se dispondrá de una instalación renovable y sostenible, para lo cual se usará un sistema integral de aprovechamiento geotérmico que extraerá del subsuelo que alimenta al viñedo de la zona, generando a la par frío y calor.

Esta bodega geotérmica que se incluirá en el complejo del Instituto de las Ciencias de la Vid y el Vino (ICVV), se caracterizará por su gran ahorro energético, por su bajo costo de mantenimiento y por su bajo impacto ambiental, por lo que Pedro Sanz aseguró que esto “convertirá al ICVV en un referente internacional en investigación y en materia ecológica, para cumplir con el Protocolo de Kyoto anticipadamente logrando la integración con el paisaje y el medio ambiente”.

Se espera que todo este maravilloso esfuerzo sustituya a la antigua bodega que el Gobierno de La Rioja tiene en esa zona y esté enteramente finalizado para marzo del presente ejercicio, con una inversión neta de 11 millones de euros más los 3 millones correspondientes al equipamiento del edificio científico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

En cuanto a específicamente la puesta en marcha de la tecnología geotérmica, la suma invertida asciende al millón de euros que aportarán a partes iguales el gobierno regional y el Ministerio de Industria, a través de su Instituto para la Diversificación y Ahorro Energético. A la par, es de notar que igualmente esto coincidirá con la culminación de las obras de la estación de aguas residuales que abastecerá del líquido a todo el complejo vinícola.

Según datos del gobierno riojano, se estima que se reduzcan unas 106 toneladas de CO₂ por año al no utilizar combustibles líquidos ni sólidos, inyectando el 100% de la potencia térmica y frigorífica a través de la energía del subsuelo.

Esta actuación en La Rioja podrá ayudar a comprobar las ventajas de la climatización vía geotérmica, aplicándosela al proceso de control de la temperatura durante la fase de fermentación alcohólica y maloláctica, a la par que se utilizará para mantener durante todo el año la nave de barricas a una misma temperatura, sin el uso de energías auxiliares.

Por su parte, el edificio administrativo se diseñó con un sistema de climatización geotérmica que se autoabastece de forma eficiente. Este método logrará que las personas que trabajen en el entorno lo hagan en un ambiente agradable y ecológico, con un coste energético menor a los sistemas tradicionales.

La Bodega Institucional en La Grajera podrá ser monitorizada en cualquier tiempo por la misma Denominación de Origen Calificada Rioja para poder verificar los parámetros técnicos, económicos y medioambientales de la utilización de esta innovadora fuente energética. Además, éste futuro complejo del ICVV contará con varios edificios independientes, de los cuales el gobierno riojano dispondrá de dos espacios: la bodega y el edificio institucional con 5275 metros cuadrados y el administrativo aparte, con unos 1540 metros cuadrados.

Como peculiaridad científica, se está construyendo en el inmueble un ‘intercambiador geotérmico’ conformado por unas 40 perforaciones de casi 130 metros cada una, con una potencia eléctrica de 420 kilovatios. A ésto se le deben añadir las perforaciones del edificio administrativo, que suman 15 en total, de 112 metros de profundidad, con un rendimiento de 65 kilovatios.