“Nuestro objetivo es continuar manteniendo nuestra singularidad, identidad y signatura, haciendo grandes vinos con vinificaciones clásicas, mientras lo combinamos con cierta modernidad”
Entrevista a Anne-Sophie Beyer, responsable de Desarrollo de Negocio de Léon Beyer
Una experiencia de cinco generaciones permite a la casa León Beyer ofrecer, desde 1580, vinos alsacianos de primer orden apreciados en el mundo entero. La casa León Beyer es una de las más antiguas de la región de Eguisheim y es propietaria de viñedos muy importantes, situados en las mejores zonas. Ofrece una selección de toda la gama de vinos alsacianos, del Sylvaner y el Muscat a los más prestigiosos Riesling, Pinot Gris y Gewürztraminer, con sus más excepcionales variantes. De todo ellos nos habla una de las representantes de la 14ª generación Anne-Sophie Beyer.
Empecemos por el principio, para quienes no les conozcan en España. Háblenos de la historia de León Beyer.
La casa Léon Beyer es una de las más antiguas de su región. Viticultores y elaboradores de vino en Eguisheim desde 1580, la familia es dueña de importantes viñas y es muy respetada en toda la zona. El negocio familiar, actualmente en su 14ª generación, siempre ha mostrado granes dotes y mucha pasión para elaborar vinos.
Las viñas se ubican principalmente en el área de Eguisheim, una zona considerada como la de mayor renombre de toda Alsacia. Parte de las viñas están en los Grands Crus de Pfersigberg y Eichberg, con vinos excepcionalmente finos que contribuyen a la fama internacional de la casa.
En las impresionantes bodegas, excavadas en las profundidades de la ladera bajo los viñedos, los vinos se cuidan con tradición y pasión, lo que eleva la elaboración del vino a un arte. Gracias a la combinación de equipos de última generación y a la experiencia adquirida a lo largo de los años, la casa Léon Beyer produce vinos de Alsacia de primera calidad que se degustan y aprecian en todo el mundo.
Llevan casi 500 años elaborando vinos. ¿Siempre supo que quería seguir formando parte de esta tradición familiar?
Mi abuelo y mi padre han invertido toda su vida en el Dominio y de niña escuchaba las historias de sus viajes, los famosos restaurantes que enumeraban que servían nuestros vinos, tanto en Francia como en todo el mundo, los grandes chefs que conocieron... Eso me hacía soñar. Sabía que un día trabajaría en el negocio familiar y aportaría mi granito de arena.
Después de licenciarme en Gestión y Comercio Internacional, y tras varias experiencias profesionales en otras empresas, me incorporé oficialmente a la empresa en 2019. Me complemento muy bien con mi hermano Yann Beyer, ingeniero enólogo, quien actualmente es el encargado de la bodega. Personalmente estoy muy apegada a mis raíces familiares y es un orgullo representar a la 14ª generación.
¿Qué cree que aportó su llegada a la bodega?
Creo que me entrada implicó una visión más fresca y una nueva perspectiva, y también un toque femenino y creativo. Me encargo de la comunicación en redes sociales y desarrollo la parte comercial tanto en Francia como en mercados internacionales con mi padre Marc Beyer. Soy una persona creativa y siempre tengo mil ideas en mente (nuevos vinos, nuevas marcas, nuevos mercados…). Y, además, me encanta conocer gente. Adoro mi trabajo, transmitir la historia de mi familia y explicar nuestros vinos.
Precisamente, sus vinos de Eguisheim han gozado de gran prestigio en todo el mundo desde siempre. ¿Cómo lo consiguen?
Mi abuelo Léon Beyer y su padre antes que él fueron ambos alcaldes de Eguisheim durante más de 50 años. Trabajaron mucho para promocionar el municipio y las viñas mientras viajaban para vender sus vinos por toda Francia y otros países. En aquel momento, Léon Beyer era conocido como ‘El Papa de los grandes vinos de Alsacia’. Tras ellos, mi padre, Marc Beyer, fue el encargado de seguir con el negocio y expandirlo desde la década de los ‘70.
Hemos sido de las primeras bodegas de Alsacia en exportar nuestros vinos por todo el mundo. De hecho, los exportamos a EE UU desde 1946, a Canadá desde 1955 y a Asia desde los’80. Nuestros vinos figuran en las más bellas mesas gastronómicas como Paul Bocuse (más de 50 años), Guy Savoy, Pierre Gagnaire o Alain Ducasse en Francia.
Eguisheim también se beneficia de 2 maravillosos Grands-Crus entre los mejores de Alsacia; Pfersigberg y Eichberg que contribuyen al prestigio de nuestros grandes vinos como Comtes d'Eguisheim, R de Beyer o Riesling Les Ecaillers, todos ellos reconocidos mundialmente.
Todo esto es posible gracias a la gran exposición geográfica y de Sol de nuestras viñas, y de una baja pluviometría: se dice que Eguisheim es el lugar más seco de Francia.
Actualmente ofrecen una completa selección de vinos alsacianos. ¿Cuántas botellas producen anualmente y qué vinos podemos encontrar en esta gran gama?
Producimos de 350.000 a 500.000 botellas anuales, dependiendo de la añada. Y esta es la gama que proponemos:
- Les Classiques: una buena gama de entrada con vinos frescos y afrutados.
- Les Reserves: una gama media con vinos de buena calidad/valor.
- Les Grandes Cuvées: clasificados Grand-Cru, nuestros grandes vinos de alto nivel
- Vendanges Tardives y Sélection de Grains Nobles: una selección de variedades icónicas y raras de cosecha tardía y de frutos nobles.
¿Y cómo definiría sus vinos?
Los vinos de Léon Beyer suelen ser una gran combinación para acompañar una comida de calidad. Son secos, concentrados, frescos y afrutados, ya que la fermentación completa se ha comido todo el azúcar. Tienen un gran potencial de envejecimiento y su expresión polifacética los convierte en un gran amigo de cualquier evento gastronómico.
¿Qué tiene Alsacia para crear vinos tan especiales?
El maridaje entre las variedades de uva y el terroir. Las 7 variedades de la zona (6 de ellas blancas y 1 tinta) son ricas en fruta y frescura.
¿Y con qué variedades trabajan en León Beyer?
Trabajamos con las 7 variedades de Alsacia: Sylvaner, Pinot Blanc, Riesling, Muscat, Gewurztraminer, Pinot Gris y Pinot Noir.
A nivel personal, ¿qué variedades son sus favoritas?
Me gustan las 7, dependiendo del momento y del tipo de comida: no es lo mismo un aperitivo que un acompañamiento. Me gusta mucho la Gewurztraminer para alimentos picantes (comida china, tailandesa o japonesa) o con queso; la Pinot Gris para la pasta fresca, trufas o carne blanca; Riesling para pescado y marisco; Muscat con sushi o vegetales; Pinot Noir por su frescura y su carácter afrutado en las barbacoas de verano... Pero, sinceramente, mi favorita es la Riesling.
De su producción, ¿qué porcentaje dedican a la exportación y en qué países están presentes?
El 80% de nuestra producción la dedicamos a la exportación y por eso estamos presentes en muchos continentes: Asia (China, Emiratos, Hong-Kong, Japón, Corea del Sur, Malasia, Maldivas, Filipinas, Singapur y Sri Lanka), América (EE UU, Brasil y Canadá), Europa (Austria, Bélgica, República Checa, Dinamarca, Estonia, Grecia, Italia, Irlanda, Letonia, Luxemburgo, Polonia, Portugal, Rumanía, España, Suecia, Países Bajos, Noruega, Ucrania, Reino Unido y Suiza).
Para terminar, ¿cuáles son los retos de futuro de la bodega?
Nuestro objetivo principal es continuar manteniendo nuestra singularidad, identidad y signatura, haciendo grandes vinos con vinificaciones clásicas mientras lo combinamos con cierta modernidad. También queremos aumentar y promover nuestra imagen, transmitiendo la cultura gastronómica a las nuevas y futuras generaciones y fomentando la comunicación para dar a conocer quiénes somos: una bodega con raíces que se remontan a 1580 y con la 14ª generación que sigue en activo.
