América Latina, un mercado por conquistar para los vinos españoles
“Hay una relación histórica de España con América Latina y de los vinos españoles con la región, no solo a nivel de exportación de bodegas españolas en el continente sino de un grado de influencia española en viñedos en Uruguay, en Chile y en Argentina”, manifiesta Juan Carlos Rincón Domínguez, experto catador y profesional del vino.
Para él, los países de la región deben aprovechar además los acuerdos comerciales con la Unión Europea para “generar un mayor flujo de vinos españoles hacia América Latina”. Rincón afirma que “habría que potenciar ese vínculo histórico y el gusto del consumidor latinoamericano por los vinos españoles porque hay marcas o referencias que están ancladas en el subconsciente del consumidor latinoamericano".
Vinos para todos los gustos
Rincón, residente en Londres, es el único colombiano catador profesional de vinos, con más de 20 años de experiencia en concursos como Decanter World Wine Awards (DWWA), Mundus Vini, International Wine Challenge, Vinalies Internationales, Concours Mondial de Bruxelles, los Premios Bacchus y Los Angeles International Wine Competition, entre otros.
Con esa experiencia subraya que España, por sus precios y variada oferta, es un importante proveedor de los mercados británico y estadounidense y puede posicionarse mejor en América Latina: “España en estos momentos es el país más importante en nivel de exportación y producción mundial de vinos y, especialmente, de vinos de calidad a precio económico”. No solo destacan las tradicionales regiones productoras –como Rioja y Ribera del Duero– “y la misma cava española”, sino otras que en ese país “van tomando gran fuerza y empiezan a ser importantes como las zonas de Galicia, Rueda y el Bierzo”.
Por todo eso, asegura, “hay muchas regiones españolas que tienen un gran potencial y América Latina es un mercado muy favorable”.
Hay mercado para crecer
En el caso de Colombia, donde el consumo de vino crece poco a poco, el experto ve "un gran dinamismo" pero también cargas tributarias que impiden”una mayor participación en la canasta familiar de los colombianos”. Cuando Colombia había logrado firmar un acuerdo comercial con la Unión Europea y los vinos llegaban libres de impuestos, “el Gobierno decidió sobretasar el vino con un gravamen ad valorem del 20% antes del impuesto al consumo, elevando el precio del vino un 26%", explica.
El consumo de vino en Colombia es todavía marginal, de 1,3 litros per cápita, es decir menos de dos botellas al año, muy distante de países de referencia como Portugal (56,4), España (27,8), Argentina (25,2) o Chile (15,7), según datos de 2019 de la Organización de la Viña y el Vino (OIV). Para impulsar el consumo, grandes cadenas de supermercados, como Éxito y Carulla, líderes del mercado nacional del vino, invierten en la divulgación mediante ferias como Expovinos. "Las grandes cadenas tienen el propósito de popularizar el consumo responsable de vino en Colombia, que la gente aprenda a disfrutarlo y consumirlo asociándolo a la gastronomía”, señala Juan Carlos Rincón Domínguez.
“El paladar se va entrenando y en la medida en que el consumidor tenga más ofertas de vinos, su gusto irá creciendo”, dice Rincón al comentar la variedad de rótulos de Expovinos, donde 45 fueron catalogados como de ‘Mayor Calidad’ por él y otros cinco expertos. Rincón compara esa afición al hábito de la lectura: “La persona a la que le gusta leer lee ficción, lee aventura, lee misterio, y en la medida en que va conociendo nuevas variantes aumenta su afición a la literatura. Pues lo mismo sucede con el vino”, concluye.