La Federación Española del vino augura un ligero descenso en volumen durante la vendimia 2009
29 de septiembre de 2009
La Comisión Ejecutiva de la Federación Española del Vino (Fev) ha analizado la campaña actual y sus perspectivas, así como la trayectoria general del sector, con motivo de una sesión ordinaria. Aunque la cosecha 2009 apenas ha comenzado en la mitad norte del país, las previsiones apuntan hacia un volumen global de alrededor de 38 millones de hectólitros, algo menos que el año pasado cuando se recogieron unos 41,6. La ausencia de lluvias y el calor perjudicaron el rendimiento del viñedo de la mitad sur del país, aunque falta por ver qué sucede en el norte. En general, la calidad del fruto es buena. En cuanto al precio que se abona por la uva, este es inferior al de campañas anteriores, debido a un exceso de oferta en contraste con una menor demanda del mercado.
Respecto a la situación del sector, la comercialización exterior de uva se empezó a recuperar, con un leve repunte en el mes de junio (+0,4% en valor y +5,6% en volumen) con respecto al mismo mes del año anterior. El incremento en las ventas al exterior se relacionó con la mejora de la actividad económica en algunos de los países destino de las exportaciones españolas. Sin embargo, los datos semestrales acumulados y los interanuales en valor (-15% y -4%, respectivamente) todavía arrojaron resultados negativos. A nivel interno, el mercado vitivinícola en España experimenta una de sus peores etapas. A la continua caída del consumo, desde hace más de treinta años, se suma la inestabilidad económica actual que ha generado un descenso de las ventas en todos los canales. Durante el primer trimestre del año 2009, el consumo total de caldos en España se situó un 14% por debajo, en valor y volumen, en el canal extradoméstico. Según el Observatorio Español del Mercado del Vino (Oemv), en términos absolutos se registró una reducción de casi 52 millones de euros. En el canal ‘Alimentación’, las ventas de julio descendieron un 22% en volumen y un 14,9% en valor, comparado con el mismo mes del año 2008.
En conjunto, la pérdida acumulada en los primeros siete meses fue de un -9,1% en volumen y un -4,6 % en valor. En opinión de la Federación Española del Vino, si a esta precaria situación se añaden las previsiones económicas en el país –cuya mejora no se produciría a corto plazo– y un posible aumento de la presión fiscal el resultado podría ser desastroso para el sector vitivinícola español. Según la entidad, la mayor imposición fiscal afectaría al deteriorado consumo interior y, en consecuencia, a todas las empresas y familias que dependen del rendimiento del sector.