Los amantes alemanes del vino en Mallorca tiene uno de sus grandes logros en Resident Wein
Resident Wein: más que una bodega… una comunidad
En el mundo del vino hay muchos proyectos interesantes y Resident Wein es mucho más que eso. Algo que nació como una pequeña bodega cerca de Binissalem (Mallorca) es hoy en día una comunidad con más de 100 socios, cada uno de los cuales elabora su propio vino de la mano de Elena Belcheva, la enóloga y viticultora artífice de esta artesanía cuidada con pasión y tradición.
“Cuando el tiempo vuela y algo nuevo e insólito surge…”, así es como podría describirse la historia de Resident Wein. Un proyecto que nació hace 10 años en el centro de la isla de Mallorca, en Binissalem, y que forma parte del complejo de agroturismo Can Davero.
Fue en 2011 cuando su director, Timo Koch, decidió sembrar las primeras viñas en una pequeña finca de 4 hectáreas. “La idea de Timo era ofrecer un espacio de agroturismo para el público alemán con vinos propios de la finca donde los clientes se sintieran conectados con la tierra y con su producto”, nos explica Elena Belcheva, enóloga de Resident Wein.
Pero la idea fue más allá y Timo ofreció a sus clientes la posibilidad de ser socios. ¿Cómo? A través de la compra de vides. “Creamos una sociedad de amantes del vino donde cada año, cada uno recibía su parte de la producción”, indica Belcheva.
Pero la historia no termina aquí: “Tuvimos varios socios a los que les gustó tanto la idea de tener su propio vino que ahora ya quieran tener su propia bodega”. Esta demanda llevó al equipo de Resident Wein a crear un modelo de negocio nuevo basado en la gestión de diferentes bodegas bajo una misma sociedad: WeinWert S.L.
“Elaborar vino no es tan romántico como parece, hay que ser muy organizado y estar pendiente del mantenimiento constantemente. Son muchas preocupaciones, burocracia, conocimiento técnico, documentación… Y aquí es donde entramos nosotros, que somos capaces de gestionar todo esto para que el socio solo se preocupe de disfrutar del vino de su propia finca”, recalca.
De esta forma, existen varias maneras de participar: "La más común es tener un terreno propio vacío y aportar 9.000 €, lo que corresponde al uso de 500 vides, aproximadamente 1.000 m2 de terreno, y la creación de una marca y una etiqueta propia".
De esto modo, Resident Wein, a través de WeinWert, opera un modelo de negocio que permite a todos sus socios hacer realidad el sueño de tener su propio viñedo, desde la plantación y el cultivo de las vides hasta la elaboración del vino y su comercialización.
El proyecto tuvo tanto éxito que actualmente ya cuenta con 87 socios repartidos por toda la isla en alrededor de 100 fincas. “Estas fincas ocupan desde 1.000 m2 hasta 15 hectáreas para que se ajusten a las ideas y demandas exactas de cada socio”, apunta la enóloga.
En estos momentos, Resident Wein está a punto de trasladarse a unas nuevas instalaciones con capacidad suficiente para almacenar los más de 400 depósitos con los que trabaja: “Necesitamos más espacio para poderle dar a cada vino el protagonismo que necesita, sin riesgo de mezclar una producción con otra. Es como si trabajáramos con 100 microbodegas bajo el mismo techo”, afirma Elena Bolcheva.
Vinos en armonía con la naturaleza
Los vinos de Resident Wein son ecológicos y se elaboran con cuidado y atención al detalle. Todos los productos de la bodega están sometidos a estrictos controles, son examinados regularmente y llevan la firma de varios sumilleres europeos. “Queremos vinos de verdad, hechos de forma artesanal y con carácter. Huimos de las grandes producciones homogéneas, buscamos vinos diferentes de pequeñas producciones”, señalan desde la bodega.
Los viñedos de la Resident Wein están situados en el corazón de la isla de Mallorca, protegidos por la Sierra de Tramuntana de los fuertes y húmedos vientos del oeste. La compañía trabaja con variedades antiguas internacionales –como Cabernet Sauvignon, Tempranillo, Merlot y Syrah– y con variedades autóctonas de Mallorca –Manto Negro, Prensal blanc o Callet– que dan lugar a vinos de color fuerte, con fruta equilibrada y con una agradable acidez.