Esta es la clave del vino de calidad
El análisis enológico es importante para bodegas, viticultores y cooperativas que por su tamaño no tengan el personal y los medios adecuados para realizar análisis de control por sí mismos en las diferentes etapas de producción, elaboración y embotellado, desde la uva al mosto o el vino, pasando por la fermentación alcohólica y maloláctica, las muestras de agua y pesticidas o el control de higiene en superficies.
Estos análisis son necesarios para pasar los rigurosos controles que el vino precisa para su comercialización y hay que tener en cuenta que las analíticas que se demandan varían de un país a otro. Laboratorios como Innotec están especializados en gestionar el paso de cualquier aduana (China, Brasil, Japón…) y tienen todos los recursos para responder ante cualquier reclamación en una transacción.
La calidad va enlazada al control
Sólo con un seguimiento de cada parte del proceso se consigue el control adecuado para que se cumplan los parámetros de calidad, evitando que algunos factores puedan llegar a adulterar el resultado en cuanto a calidad y salubridad.
Los controles internos no siempre son suficientes. Muchas bodegas necesitan un apoyo técnico y profesional como el que proporciona un laboratorio de análisis químico enológico de vanguardia. Y ahí es donde entra en juego el doble filtro del análisis enológico gestionado por una empresa externa con un equipo multidisciplinar con personal especializado en cada una de las áreas, pudiendo tomar las mejores decisiones técnicas en cada fase del proceso. Marcar la diferencia cuidando estos aspectos es lo que puede hacer que una empresa vitivinícola se sitúe en primera línea.
Se ha de tener especial rigor con los Análisis de Peligros y Puntos de Control Críticos, porque tener una respuesta de prevención evitará situaciones relacionadas con la paralización de la producción o la distribución, con las consecuentes pérdidas.
La seguridad alimentaria como elemento básico
En un sector cada vez más competitivo como es el del vino, es vital la agilización de la producción y la venta, pero ello a veces provoca pequeños errores por falta de un seguimiento suficientemente exhaustivo. Los protocolos de seguridad deben formar parte de esta industria donde el carácter alimentario cobra especial importancia.
Se deben hacer análisis de las uvas y su vino posterior para garantizar la calidad del producto. Así lo recomienda la ENAC (Entidad Nacional de Acreditación), la máxima certificación en análisis para exportación de vino en el ámbito internacional. Y se deben realizar con una empresa ágil en los resultados y fiable en sus procedimientos.
El ocio gastronómico puede ser una importante fuente de ingresos si se gestiona bien, y aquí las bodegas tienen una oportunidad de negocio si tienen en cuenta el tan importante análisis enológico para vitivinicultura como un pilar esencial en su negocio. Un propietario que se deja asesorar demuestra la importancia que da a la calidad de su producto. Las generaciones jóvenes dejan entrever su interés por la variedad de los vinos a la vez que son conocedoras de los controles en los procesos; y hay que aprovechar ese entusiasmo ofreciendo un producto que demuestre que ha sido sometido a los rigores analíticos que el vino merece.