No hay evidencia científica que demuestre efectos positivos del vino sobre el COVID-19
Desde la Fundación para la Investigación del Vino y la Nutrición (Fivin) han aclarado en una nota de prensa algunas interpretaciones publicadas en relación a un comunicado sobre vino y coronavirus.
En dicho comunicado, se abordaba la relación entre el vino y el coronavirus como pautas de seguridad, e incluía un punto que podría relacionar implícitamente el consumo de vino con la prevención del COVID-19. Un desafortunado matiz, sobre todo teniendo en cuenta la situación actual en la que se encuentra nuestro país.
Aunque, tal y como ha declarado la propia entidad en un comunicado posterior, el fin de esta nota era “ayudar a esclarecer las dudas suscitadas sobre la seguridad tanto en la elaboración como en el consumo moderado de vino durante esta alerta sanitaria, siempre desde el punto de vista de la recomendación y la prevención (…). En ningún caso, en el comunicado inicial se ha afirmado ni aseverado que haya una relación directa entre el consumo moderado de vino y la prevención de contagio por coronavirus”, esta información ha suscitado comentarios negativos en redes sociales y en medios de comunicación, y ha sido la mecha para que hayan aparecido en prensa noticias o vídeos que señalaban esta relación abiertamente.
Precisamente debido a este debate trasladado a la opinión pública, la asociación Wine in Moderation, que vela por la promoción del consumo responsable de vino, puntualizó en otro comunicado que “actualmente no hay evidencia científica que demuestre que el vino tiene un efecto positivo sobre el COVID-19”.
Desde la Fundación, y junto al programa internacional Wine in Moderation llevan dos décadas defendiendo las virtudes del consumo moderado de vino en determinadas ocasiones desde la evidencia científica y con el aval de un comité científico formado por expertos de diferentes especialidades médicas, quienes avalan y autorizan cada uno de los mensajes que se lanzan destinados a informar al consumidor.
Es por ello que han querido abordar este asunto, reafirmando que no hay ningún estudio ni demostración científica que nos lleve a poder concluir que el vino pueda tener un efecto protector frente al contagio por COVID-19 o a combatirlo. El objetivo es trasladar la transparencia y el rigor científico con el que se trabaja siempre desde el sector para ofrecer únicamente una información veraz y útil para el consumidor.
Hay que mencionar, además, que según establece el Reglamento Comunitario de Alegaciones Nutricionales y Propiedades Saludables de los Alimentos 1924/2006 y la Ley española de Seguridad Alimentaria y Nutrición 17/2011, sólo entidades con base científica pueden hacer difusión de estudios relacionados con la salud y organizar actividades que favorezcan la salud de las personas, a través de la investigación, desarrollo y divulgación especializada en el ámbito de la nutrición y la salud.
El deseo de Fivin es proteger, por tanto, toda información que reciben los consumidores, siempre siendo muy cautelosos en todos los mensajes sobre vino y salud, teniendo en cuenta la posible fragilidad de la información en los medios y la repercusión que puede tener una mala interpretación. Aún más en estos momentos, dada la difícil situación actual y las recomendaciones de salud que circulan en torno al COVID-19, incluso desde las administraciones responsables en temas de salud.
“Desde Fivin condenamos la desinformación y las falsas recomendaciones de informaciones no contrastadas, y nos ponemos a disposición de medios y sociedad ante cualquier duda que pueda surgir en cualquier información que relaciones el consumo de vino y la salud”, concluyen.
