Abadal valora la vendimia 2019
Abadal inició la vendimia 2019 la última semana de agosto. Una vendimia tardía debido a que el ciclo vegetativo también fue tarde des la brotación en primavera. Esta ha sido una añada marcada por la sequía en primavera-verano con episodios de fuerte calor llegando a superar, algunos días de verano, los 40 °C; pero con un estado sanitario excelente.
A mediados de septiembre el Sauvignon Blanco y el Chardonnay, cosechados y ya fermentados, apuntaban a una muy buena expresión aromática tal y como se esperaba. La vendimia siguió con la cosecha del Macabeo y con los controles de maduración del Merlot. En general, ha estado una maduración lenta y progresiva, lo cual ha permitido decidir el momento óptimo para cosechar cada variedad de uva.
A finales de septiembre se terminó de cosechar los Chardonnays y los Macabeos y también finalizó la vendimia de los Merlots, cuando los primeros del año se encontraban acabados de fermentar. A punto de finalizar el septiembre, también se entró el Picapoll con unas muy buenas sensaciones: frescor marcada, colores, amabilidad y buena acidez. Se incentivó el seguimiento de los Sumolls y del Franc que, con el buen tiempo, se pudo cosechar a primeros de octubre.
Entrados este mes, la vendimia siguió con la cosecha de los Cabernet Sauvignon más tardíos, se cosechó el viñedo del 3.9 y se finalizó con la del Mandó y Sumoll.
A finales de octubre terminaban de fermentar los Cabernets y el Mandó. Era un momento de impasse hacia la fermentación malolática y la futura crianza o bien coupage como es el caso de los Blanc y Rosat de Abadal.
“En esta vendimia, debido a las temperaturas bastante regulares y con una maduración progresiva de la uva, la hemos podido cosechar en el momento óptimo, y es por esto que el trabajo futuro se prevé fácil y con muy buenas expectativas. Unos blancos que aportaran fruta y frescor y unos tintos con muy buena concentración y amabilidad”, indican desde la bodega.