Nuevo producto para disminuir el consumo energético en las bodegas
Como resultado del proyecto de investigación europeo STABIWINE se ha desarrollado y probado un producto que permitirá disminuir el consumo energético en las bodegas. El empleo del biopolímero KPA va a permitir que las bodegas disminuyan su impacto medioambiental al reemplazar la estabilización por frio, causante de un gran consumo energético, por la simple adición de este producto.
Como consecuencia de las investigaciones realizadas dentro del proyecto, en el que han participado decisivamente el Laboratorio de Análisis del Aroma y Enología de la Universidad de Zaragoza y el Instituto Agroalimentario de Aragón, la Unión Europea ha autorizado el empleo de una nueva práctica enológica.
Esta práctica enológica se basa en la utilización del poliaspartato de potasio (KPA). El objetivo del producto es estabilizar los vinos y evitar la aparición de sales tartáricas. Las prácticas de estabilización que estaban disponibles hasta el momento eran efectivas, pero tenían impacto en la calidad del vino, en los costes de producción y en el medioambiente.
El KPA es un biopolímero producido a partir de fuentes renovables y subproductos de la industria alimentaria. El empleo del KPA va a permitir que las bodegas disminuyan su impacto medioambiental al reemplazar la estabilización por frio, causante de un gran consumo energético, por la simple adición de este biopolímero.
El grupo de investigación de la Universidad de Zaragoza trabajó durante el proyecto en demostrar la eficacia para la estabilización del KPA y su respecto por la calidad sensorial del vino. Para ello contó con la colaboración de varias bodegas de la DO Cariñena. El proyecto también invirtió una gran cantidad de sus recursos económicos en asegurar la inocuidad del KPA para la salud de los consumidores. La autorización que ha concedido esta semana la Unión Europea se une a la que a principios de año realizó la Organización Internacional de la Viña y el Vino. Con estas autorizaciones el producto ya ha comenzado a comercializarse por la empresa de productos enológicos Enartis.
El empleo del biopolímero KPA va a permitir que las bodegas disminuyan su impacto medioambiental al reemplazar la estabilización por frio, causante de un gran consumo energético, por la simple adición de este producto.
La identificación y el estudio de los mejores biopolímeros para la elaboración del vino era el objetivo del proyecto europeo STABIWINE en el que colaboraron diferentes asociaciones de productores europeos entre los que se encontraba el Consejo Regulador de la Denominación de Origen española Cariñena y centros de investigación de Francia, Italia y Australia, además de la Universidad de Zaragoza. El consorcio del proyecto se completaba con la compañía italiana Enartis, encargada de la explotación de los resultados del proyecto y por la empresa de divulgación Vinidea.
El proyecto se desarrolló dentro del Séptimo Programa Marco de la Unión Europea gestionado por la REA (Research Executive Agency) bajo el contrato n. 314903; comenzó en septiembre de 2012 y se completó a finales de 2015.
Zenith: la revolución de la estabilización del vino
Enartis, parte del Grupo Esseco, empresa productora a escala mundial de productos para la vinificación, ha anunciado recientemente la introducción en el mercado de Zenith, la gama de productos revolucionarios a base de poliaspartato de potasio A-5D K/SD para la estabilización tartárica y del color del vino a cualquier nivel de inestabilidad.
Tras la aprobación de la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria) y de la OIV (Organización Internacional de la Viña y el Vino), el pasado 28 de octubre la Unión Europea autorizó el uso de Zenith, que ahora llega al mercado con una gama diversificada para vinos tintos, rosados, blancos y espumosos.
El proyectoha invertido una gran cantidad de recursos en asegurar la inocuidad del KPA para la salud de los consumidores.
Fruto de la investigación de más de seis años, Zenith representa una ruptura con la estabilización en frío. Las propiedades intrínsecas del poliaspartato de potasio, un poliaminoácido producido a partir del ácido L-aspártico (presente de forma natural en la uva), permiten a Zenith mantener la estabilidad tartárica y del color de forma duradera en el tiempo, resistir al estrés térmico e inhibir la formación de cristales de tartrato, conservando las características organolépticas del vino intactas. La aplicación de Zenith es sencilla e inmediata y requiere un uso mínimo de energía, de agua potable y de mano de obra.
“Además de garantizar vinos más estables y bodegas más competitivas, beneficios evidentes para todo el sector enológico, Zenith marca un hito en la sostenibilidad medioambiental”, afirma Piermario Ticozzelli, CEO de Enartis España. “Se ha calculado que su uso permite a las bodegas ahorrar hasta el 80% del consumo energético y de agua potable, contribuyendo también a la reducción del 90% de las emisiones de gases de efecto invernadero”, concluye Ticozzelli.
“Las competencias desarrolladas a nivel global, la capacidad de aprovechamiento de esas competencias y las relaciones desarrolladas con prestigiosas instituciones en todo el mundo han permitido a Enartis inaugurar una nueva era en la enología”, explica Gianni Triulzi, director de I+D de Enartis.