Mitigar los efectos del cambio climático en la uva desde una perspectiva ecológica
En el marco del proyecto CIEN GLOBALVITI, a través del contrato ‘Adaptación de la viticultura ecológica al cambio climático mediante indicadores bióticos y abióticos’, el IRTA y Juvé & Camps trabajan en la búsqueda de estrategias para mitigar los efectos del cambio climático en viña ecológica.
Por encargo y con la financiación de Juvé & Camps, el objetivo del proyecto es desarrollar una serie de medidas agronómicas, en viña ecológica, para mantener o incrementar la producción y la calidad de la uva en condiciones de secano, en una zona mediterránea afectada por el cambio climático. En este contexto, y aprovechando el acuerdo de colaboración establecido entre el Servicio Meteorológico de Cataluña (SMC) y el IRTA, las tres instituciones trabajan conjuntamente.
El reto es conseguir que la producción sea igual o superior, manteniendo la calidad, y con menos agua. Para hacerlo, el IRTA y el SMC analizarán en detalle la evolución observada de la temperatura y la precipitación en la comarca, así como la evolución y frecuencia de los episodios de granizo y niebla. Posteriormente se generarán escenarios climáticos para el siglo XXI.
También se monitorizará la cantidad de agua en el suelo y el déficit de vapor de presión atmosférico, con lo que se podrán empezar a sugerir y aplicar soluciones agronómicas, como la selección del material vegetal (porta injertos y variedades), la mejor ubicación para cada tipo de viña (cepa/uva/vino) en las nuevas plantaciones y en el manejo de cubiertas verdes con la poda, la densidad de plantación, la mejora en la capacidad de retención de agua del suelo, la aplicación, si es posible, de riegos de apoyo/subsistencia, entre otros.
Actualmente los escenarios afectados por el cambio climático presentan un aumento de temperatura, que incrementa la evapotranspiración y genera cambios en la fenología y el metabolismo de las viñas. Además, se suma una reducción en las precipitaciones, provocando déficit de agua, tanto en el suelo como a nivel atmosférico. En consecuencia, se producen importantes y reiteradas sequías en las áreas productoras de vinos de calidad del país.
Este 2017 se estima que la producción de la campaña de vendimia en Cataluña disminuirá un 29% en relación con la del año pasado (fuente: Unió de Pagesos). La sequía y el aumento de las temperaturas son las principales causas.
GLOBALVITI: España a la cabeza de la lucha contra el cambio climático
GLOBALVITI es un proyecto, coordinado a nivel estatal por Bodegas Miguel Torres, de la convocatoria CIEN 2016 financiado por el Consejo de Administración del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) del Ministerio de Economía. Participan 8 socios empresariales y 13 grupos de investigación de varias instituciones. El objetivo del proyecto es posicionar el sector vitivinícola español como modelo mundial en la investigación de soluciones y aplicación de técnicas innovadoras en relación a las enfermedades de la madera, el manejo integral de la viña y en los procesos de vinificación en un contexto de cambio climáticos
Levaduras autóctonas para la elaboración de espumosos
Juvé & Camps, bajo la coordinación de INNOVI, lidera el grupo operativo del innovador proyecto piloto que incorporará la levadura P29, aislada en el Penedès y propiedad de INCAVI, junto con las bodegas Torelló Llopart, Gramona, Freixenet y Segura Viudas. El objetivo de esta iniciativa es producir levaduras autóctonas para vinos espumosos, que permitan a las bodegas diferenciar su producto a través de la implantación de la biodiversidad de microorganismos de sus propias parcelas para reforzar al máximo su personalidad.
Principalmente, el proyecto pretende lograr que los vinos y cavas de alta gama se diferencien entre ellos gracias al uso de levaduras autóctonas que denotan entidad propia. El incremento del control sobre la fermentación es una de las claves de esta iniciativa que pretende mejorar, al mismo tiempo, la concentración de las levaduras activas.
Las acciones que rigen el proyecto se realizarán en un periodo estimado de tres años que, a su vez, se convierten en tres etapas de investigación. Inicialmente, se realizarán pruebas piloto a escala de laboratorio para optimizar los medios de cultivo y los parámetros de crecimiento. En este punto, se probarán diferentes sustratos nutritivos de origen ecológico, donde se evaluarán las combinaciones de sus variables en diferentes medios, siguiendo la cinética de crecimiento mediante la población de las levaduras totales y viables.
El proyecto piloto pretende lograr que los vinos y cavas de alta gama se diferencien gracias al uso de levaduras autóctonas.
La siguiente acción se realizará como un estudio de conservación del cultivo en líquido. Con la experiencia de vida útil de las levaduras, se seleccionarán las condiciones más óptimas para su desarrollo. De aquí, se derivará a una escala de producción en 50 litros para obtener levaduras suficientes para hacer pruebas a escala en las bodegas. La aplicación de los mismos servirá para la realización de un itinerario de resultados que permitan conocer las reacciones de las fermentaciones de los vinos y cavas obtenidos. La valoración final del itinerario de la producción de las levaduras ecológicas también incluirá una validación técnica de la infraestructura así como el método utilizado para el estudio de la viabilidad económica.
Los resultados esperados a raíz de la investigación de este proyecto se basan en la incorporación de una levadura o más con posible certificación ecológica como es la P29 y otra cepa que se decida en el marco del proyecto. También se busca el beneficio en la profundización a la singularización de los vinos y la incorporación como rasgo diferencial de sostenibilidad y autenticidad en los productos.