Aparece en una botella de champán un tapón de corcho de 1918 de Francisco Oller
La empresa Francisco Oller de Cassà de la Selva ha presentado una colección de tapones de corcho de unos 100 años de antigüedad con una preciada pieza de 1918. Dentro de la colección, facilitada por la Maison Bollinger de la Champagne, también hay tapones de 1946 y 1954, entre otros. Todos ellos fabricados por Oller, empresa familiar gerundense que pronto llegará a los 125 años de historia.
El tapón, según ha contado el experto Eduard Mestres, está en muy buen estado dada su antigüedad y destaca que el método de elaboración es muy similiar al que actualmente aún utiliza Oller en la fabricación artesanal de ciertas piezas selectas y de calidad.
Por su lado, el director general de Oller, Joan Puig, ha destacado que es un honor para la empresa este tipo de hazaña, ya que “reafirma el compromiso que des de nuestros inicios hemos mantenido con la calidad en la elaboración de tapones”. Para Puig es muy importante mantener los vínculos de amistad con Bollinger dada su reputada fama internacional. Asimismo, el director ha reconocido que desde los inicios de la Maison Bollinger se ha confiado en los tapones de Oller para sus productos más exclusivos.
Por otro lado, Joan Puig ha reiterado que “sin duda el método tradicional está contrastado como el mejor para preservar las cualidades de los espumosos ante otras nuevas modalidades sintéticas y de dudosa fiabilidad”.
La presentación ha finalizado con la visita a las instalaciones donde se ha mostrado el equipo Jerôme, la primera máquina que utiliza rayos X –usada habitualmente en la industria farmacéutica– que realiza una radiografía del corcho que permite detectar las imperfecciones internas (normalmente invisibles al ojo humano o a la tecnología de visión superficial) escogiendo aquellas que podrían convertirse en un problema para la correcta preservación del líquido embotellado.