D.O. Ribeiro, esencia galega
La D.O. Ribeiro es la denominación de origen más antigua de Galicia y una de las primeras que existieron en España. Es historia, tradición y cultura. Sus vinos tuvieron mención en el Códice Calixtino, viajaron a América con Colón, se degustaron en las mesas de los Nobles de Inglaterra, Flandes e Italia y son el precedente de las D.O. actuales. La herencia histórica, la calidad y el desarrollo de modelos de gestión empresarial son los pilares que rigen esta D.O., porque tal y como afirma su presidente, Miguel Angel Viso: "Hablar del Ribeiro es hablar de Galicia y Galicia es sinónimo de calidad".
De los romanos a la actualidad, historia de la D.O. Ribeiro
El Ribeiro se reconstruye sobre asentamientos vitícolas romanos que éstos habían traído entre los siglos I y III d.C. y que habían sido destruidos por los bárbaros. Unos de los principales impulsores de la recuperación de la vid en el Ribeiro fueron los Monjes Cistercienses. Estos religiosos se asentaron en San Clodio, en el municipio de Leiro, y construyeron ahí su monasterio. Conscientes del enorme potencial del Ribeiro, se dedicaron al estudio de las variedades autóctonas y permitieron la entrada de los vinos del Avia, que al amparo del Camino de Santiago, llegaron a Europa de la mano de comerciantes judíos.
Además del efecto impulsor del Monasterio de San Clodio, también fueron importantes los monjes del Monasterio de Oseira, conocido como El Escorial Gallego, que aunque situado fuera de los límites de la Denominación de Origen Ribeiro, sus monjes se desplazaron a las zonas del Ribeiro bañadas por el río Miño y allí asentaron numerosas granjas y prioratos que se dedicaban al cultivo de la vid.
Así, en 1579 nacían las Ordenanzas Municipales de Ribadavia, que determinaban los lugares y parroquias que podían producir y vender vino del Ribeiro. Estas Ordenanzas son el precedente de los Reglamentos de los actuales Consejos Reguladores, que controlan y certifican todos los vinos que se producen en la zona. De este modo, los vinos del Ribeiro están protegidos como Denominación de Origen desde el Estatuto del Vino del año 1932.
"Pasión por la tierra"
"Todo comienza en la viña, en la pasión por la tierra, en una apuesta estratégica por nuestras variedades autóctonas, en la apuesta por el I+D+i y en la mejora continua de la cadena de valor", afirma Miguel Angel Viso, presidente de la C.R.D.O. Ribeiro. Más de 6.000 viticultores, 65.000 parcelas de viñedos registradas, 31 adegas y 85 colleiteiros forman esta D.O. gallega.
Ribeiro está situada al sur de Galicia y abarca una superficie de casi 3.000 hectáreas de viñedos, que comprenden los municipios de Castrelo de Miño, Arnoia, Beade, Ribadavia, Carballeda de Avia, Cenlle, Cortegada, Leiro y Punxín, y parcialmente los de Boborás, Ourense, Carballiño, San Amaro y Toén. Esta situación geográfica de la viña se debe a la tradición y a las limitaciones climatológicas que supone la altitud, situándose principalmente en las laderas de los valles que conforman la denominación.
Una característica que marca fuertemente el territorio de la D.O. Ribeiro es el gran minifundismo que existe y la compleja orografía. Esto hace que los viticultores utilicen técnicas tradicionales, casi artesanales en los trabajos del viñedo, lo que resulta muy costoso en tiempo y mano de obra, y por supuesto económicamente, pero aporta gran personalidad, singularidad y calidad al producto.
Bodega de colleiteiro cavada en la roca. El colleiteiro es un agricultor-productor perteneciente a la D.O. que solamente trabaja con sus uvas, y no produce más de 60.000 litros.
Entre el Mediterráneo y el Atlántico, un clima templado para un vino de carácter
El peculiar clima que sustenta al Ribeiro se ve favorecido por las barreras naturales y su situación meridional en Galicia, que protegen el territorio de borrascas subatlánticas y proporcionan un ecoclima de transición oceánico-mediterráneo, por lo que es húmedo y de temperaturas templadas de 15 °C de media anual, con veranos cálidos e inviernos fríos. Sus características intermedias entre los climas oceánico y mediterráneo permite que el fruto de las viñas madure, conservando a su vez aroma y frescor.
Viñas situadas alrededor del Río Miño.
Variedades autóctonas de uva
La D.O. Ribeiro cuenta con 6 variedades autóctonas de uva blanca y 5 de uva tinta. Estas, junto a las variedad de uva autorizadas (Albilla, Macabeo y Palomina en uva blanca; Tempranillo y Garnacha Tintorera en uva tinta), son la materia prima de la que nacen sus excelentes vinos.
Uva blanca:
- Treixadura: vinos aromáticos, finos y elegantes, con recuerdos a frutas, delicadas notas florales y toques balsámicos.
- Torrontés: vinos muy aromáticos y peculiares, con olores predominantemente frutales y florales.
- Lado: vinos de peculiares aromas afrutados y especiados con una boca fresca pero corta en extracto
- Loureira: vinos muy aromáticos y de sensaciones en boca ligeras y frescas, con poco volumen y extracto.
- Godello: vinos de expresión aromática media y con sensaciones en boca amplias, untuosas y sabrosas.
- Albariño: vinos bastante aromáticos, terpénicos, destacando sensaciones florales, frutales y balsámicas, con boca glicérica, untuosa y fresca
Uva tinta:
- Caíño: vinos alegres que se expresan muy aromáticos y frescos y de estructura media. Maduración media y buena conservación de la acidez y de la aromática.
- Brancellao: vinos aromáticos, con cuerpo, grasos y untuosos. Sus buenas aptitudes para la maduración permiten la obtención de mostos con alto contenido en azúcares.
- Sousón: vinos con alto contenido polifenólico que proporciona una excelente estructura e intensa coloración. De intensidad aromática moderada, destacan las notas de frutos negros y florales.
- Ferrón: vinos con mucha personalidad, aromáticos, destacando los recuerdos a fruta roja y notas de hierbas aromáticas y especias; en boca presentan buena estructura y cuerpo.
- Mencía: uva completa para la elaboración de vinos jóvenes. Los vinos monovarietales que produce son finos, elegantes y afrutados recordando principalmente a pequeños frutos del bosque rojos y negros.
La Treixadura es la uva insignia de la D.O. Ribeiro, con su característico color tostado cuando madura.
Proceso de elaboración del vino
El cultivo de la uva se realiza de marzo a noviembre, meses en los que se llevan a cabo los procesos de laboreo, abonado, fertilización y enmienda. En diciembre tiene lugar la prepoda y en enero y febrero, la poda. De febrero a abril se realiza la rodriga, así como el laboreo superficial a cava. Ya en mayo y hasta julio tiene lugar la enrama y el desniete; en junio, los despuntes; en agosto y hasta setiembre, el aclareo de los racimos y la deshoja; y de setiembre a octubre, el control de maduración y la vendimia.
La variabilidad topográfica y varietal obliga a realizar una vendimia lenta y meticulosa, intentando recoger la uva en su mejor momento. Los viticultores realizan un constante seguimiento de la evolución de las distintas variedades en cada uno de sus viñedos, para vendimiarlas cuando aporten lo mejor de sí. Ya en la bodega la elaboración es sencilla, dejando actuar a la naturaleza e interfiriendo lo absolutamente necesario para extraer la personalidad y naturalidad que las uvas han acumulado.
La vendimia, el proceso de recolección que se realiza en la D.O. Ribeiro, es lenta, meticulosa y perfeccionista.
Las grandes estrellas: los vinos
Los vinos blancos del Ribeiro son jóvenes y transparentes, y representan el 90% de la producción total. De fama ‘legendaria’ y reconocidos internacionalmente, los vinos blancos del Ribeiro son el fruto de la sabia combinación de sus uvas autóctonas. En boca nos entregan un magnífico paladar con un paso equilibrado y agradables sensaciones de finura y delicadeza, resultando un conjunto fresco, sabroso y aromático, que se conjuga con su buena persistencia y armonía para ofrecer un trago largo y elegante.
Los vinos tintos del Ribeiro son auténticos, con personalidad propia, no sujeta a modas. Representan el 10% de la producción de la D.O. y, a pesar de ser consumido fundamentalmente en Galicia, su peculiaridad y calidad está incrementando su demanda y consecuentemente su producción. En boca se presentan amplios y muy expresivos, con excelente carácter y poderosa carga tánica que los hace estructurados y carnosos; en su paso se abren, resultando muy aromáticos, intensos y sabrosos, con un punto de acidez que potencia su frescor y equilibrio, para terminar muy lentamente, con gran persistencia y grato recuerdo.
El vino Tostado del Ribeiro es un vino naturalmente dulce. Para su elaboración únicamente se utiliza el mosto procedente de la selección de las mejores uvas convenientemente pasificadas a cubierto. Su producción es muy pequeña, laboriosa y compleja, resultando una auténtica joya de la enología de características únicas. Así, el grado alcohólico volumétrico adquirido está entre 13-15% vol y los azúcares residuales mínimos, entre 100 y 150 gramos por litro.
Nueva imagen promocional del vino de la D.O. Ribeiro, seleccionado por el Consejo Regulador como representativo de la expresión de sus variedades autóctonas, agroclimatología y cultura vitivinícola.