Grupo Faustino obtiene la certificación de la huella de carbono en seis bodegas
9 de abril de 2013
Los ocho vinos que han conseguido la certificación son: Faustino I Gran Reserva –Bodegas Faustino D.O. Rioja (vino tinto gran reserva); Faustino V Reserva –Bodegas Faustino D.O. Rioja (vino tinto reserva); Campillo Reserva especial –Bodegas Campillo D.O.Ca. Rioja (vino tinto reserva); Portia Prima –Bodegas Portia D.O. Ribera de Duero (vino de alta expresión tinto con crianza); Triennia –Bodegas Portia. D.O. Ribera de Duero (vino de alta expresión tinto con crianza); ECCO –Bodegas Marqués de Vitoria D.O. Rioja (tinto joven ecológico); Fortius Chardonnay –Bodegas Valcarlos D.O. Navarra (blanco joven varietal); y Finca Los Trenzones Verdejo –Bodegas Leganza. D.O. Mancha (blanco joven varietal).
Con este reconocimiento, el Grupo Faustino sigue apostando por su compromiso con el respeto por la naturaleza y el medio ambiente, como uno de los pilares fundamentales de su estrategia. El cálculo de la huella de carbono supone la descripción de la cantidad total de emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero. Gracias a esta verificación, el Grupo Faustino consigue identificar oportunidades de ahorro de costes, implantar políticas de reducción de emisiones más efectivas e iniciativas de ahorro mejor dirigidas, demostrando así su compromiso de responsabilidad empresarial y medioambiental.
Aenor ha analizado todas las fases del ciclo de vida de los ocho vinos certificados: fase de recolección (origen y producción de la uva, horas de uso de los tractores en la vendimia, consumo de diésel agrícola o consumo de la energía eléctrica por riego, entre otros); fase de elaboración (consumo de energía eléctrica y gasóleo, utilización de productos ecológicos, etc); fase de distribución y venta (producción y transporte de las botellas, elaboración de etiquetas y del corcho, cápsulas, cajas de embalaje o palets de madera reciclados); fase de consumo del producto (enfriamiento de las botellas), y por último, fase fin de vida (gestión y transporte de los residuos, reciclado o vertedero).
El dato calculado de la huella de carbono supone alrededor de un kg por botella. El dato es bajo si lo comparamos con las emisiones de los coches, que suponen un kg por cada dos kms recorridos.