La cosecha 2012 de Ribera del Duero recibe la calificación de 'Muy Buena'
25 de marzo de 2013
La cosecha 2012, siguiendo la tónica habitual en la Ribera del Duero, ha estado notablemente condicionada por los rigores climáticos acaecidos en la denominación de origen. La brotación de la vid, en los albores de la primavera, estuvo marcada por temperaturas frescas, dando paso a precipitaciones generosas y fuertes calores durante el mes de mayo. El ciclo vegetativo estuvo caracterizado por la sequía generalizada del verano, aunque puntualmente las lluvias hicieron acto de aparición en dos momentos clave, como son la elongación de los pámpanos y el inicio de la maduración.
Posteriormente, las precipitaciones registradas a principios de octubre, junto con las favorables condiciones de iluminación, así como de temperatura diurna y nocturna, permitieron que la maduración de las bayas culminara finalmente de manera uniforme; y que la recolección de 86.164.000 kg de uva sana y de alta calidad, fuera escalonada. Una campaña más, el viñedo y la gestión vitícola que se realiza en la Ribera del Duero vuelven a demostrar su capacidad para hacer frente a una climatología extrema y completar su desarrollo vegetativo de forma vertiginosa.