El tapón de corcho factura 350 millones de euros en España
8 de marzo de 2013
Tras Portugal, principal productor mundial de corcho, España se posiciona como segunda potencia corchera con una producción anual de 3.000 millones de tapones para vinos y cavas, de los cuales 1.700 millones se destinan a vinos tranquilos y el resto a espumosos, y una facturación de 350 millones de euros.
En lo que a la Península se refiere, según explica la iniciativa Cork, el sector del corcho se concentra principalmente en tres comunidades autónomas: Andalucía, Extremadura y Cataluña. España cuenta con 506.000 hectáreas de alcornocales que representan un 25% del total mundial, de las cuales se extraen aproximadamente unas 88.400 toneladas de corcho correspondientes al 30% de la producción de corcho a nivel global.
La industria corchera española se compone de 150 empresas aproximadamente, ocupando alrededor de 2.000 trabajadores, número que en época de saca asciende a unos 3.000. El sector del corcho lleva a cabo una actividad sostenible que genera ocupación en zonas rurales, donde se constituye como un elemento de cohesión territorial vital. En estas áreas, su tejido empresarial proporciona empleo a un porcentaje elevado de la población y evita movimientos migratorios masivos y la consiguiente despoblación de estas regiones. Así, el sector corchero supone un motor económico de primer orden para los territorios en los que está implantado.
La cadena de valor de la industria del corcho se divide en dos tipos de clúster: por una parte la preparación y por otra, la fabricación y comercialización de tapones. Andalucía y Extremadura están especializadas en la preparación del corcho, mientras que Cataluña se ha especializado en las fases posteriores de la extracción, es decir, en la fabricación y la comercialización de tapones de corcho para vinos tranquilos y espumosos, representando el 80% de la cadena de valor.