FECOAM manifiesta su desacuerdo con el cambio de opinión del comisario de Agricultura sobre los derechos del viñedo
5 de octubre de 2012
Sin embargo, las declaraciones efectuadas el pasado 19 de septiembre por el comisario de Agricultura y Desarrollo Rural de la Unión Europea (UE), Dacian Ciolos, incluso antes de que el Grupo de Alto Nivel le remita sus consideraciones, han sorprendido a la Federación de Cooperativas Agrarias de Murcia (FECOAM) y al sector vitivinícola, según han hecho saber los primeros vía comunicado. El comisario manifestó públicamente que se debe “establecer el marco de un nuevo sistema de regulación de los derechos del viñedo” y se mostró contrario a la prórroga de los derechos, en contra del ‘status quo’ alcanzado en el seno de la UE, apoyado por 23 Estados miembros y que hasta el momento veía con buenos ojos. Por su parte, el ponente del Parlamento Europeo para la reforma del sector vitivinícola, Paolo de Castro, también es partidario del mantenimiento de los derechos hasta el año 2030.
Según la federación, las interprofesionales y las organizaciones de productores tienen objetivos diferentes. En el caso de las interprofesionales, se busca promover el diálogo entre los diferentes actores de la cadena, mientras que las organizaciones de productores tienen el fin primordial de producir y obtener unos resultados económicos que reviertan en el agricultor.
Primeras reacciones tras las declaraciones de Ciolos
Un total de 11 países trabajan en un sistema de derechos para todas las categorías de vino, incluidos los que no tienen indicación geográfica, en el que se propone, como medida de regulación, un aumento gradual del potencial de producción. Se trata de una cláusula de salvaguardia que tendría como finalidad evitar un excesivo crecimiento de viñedos de una determinada D.O.P. o I.G.P. cuando peligrase su mercado.
Esta cláusula se activaría por los Estados miembros o por la Comisión cuando se sobrepasaran ciertos umbrales preestablecidos, lo que implicaría, en caso de que se activase, la prohibición de nuevas plantaciones.
También se propone que los Estados miembros determinen libremente su organización nacional para la gestión de los derechos y de la reserva, bien a nivel nacional y/o regional. Por otro lado, las interprofesionales no están presentes en todos los países de la UE, por lo que la capacidad de los Estados miembros en delegar la gestión de los derechos del viñedo no sería equitativa.
- En primer lugar, la regulación de las nuevas plantaciones y replantaciones en el marco de un sistema de derechos que se aplicarían a todas las categorías de vino de forma flexible: crecimiento limitado del potencial de producción para cada país, a fin de responder a la demanda, una limitación que seria también a nivel de la UE.
- Por otro lado, existiría la posibilidad de que los Estados miembros fijen la liberalización de las nuevas plantaciones respecto a sus prioridades, como la incorporación de jóvenes al sector, categorías de vino, zonas, etc.
- Se propone la armonización de ciertas reglas de gestión, a través de los Estados miembros, a nivel nacional y/o regional, y la definición a nivel de la UE de la lista de criterios para la entrega de derechos y libertad a los países, para determinar la gestión de los derechos y la reserva de los mismos.
- El mantenimiento de la excepción actual (no se les aplica el sistema de derechos) para los países cuya producción sea inferior a 50.000 hectolitros, como Polonia, Bélgica, Países Bajos, Dinamarca, Reino Unido e Irlanda, entre otros.