Digitalización en las aulas: la importancia de disponer de los equipos adecuados para potenciar el aprendizaje y la enseñanza responsable

La digitalización ha llegado a las aulas con fuerza, proporcionando un gran número de posibilidades para los estudiantes, profesores, centros y familias. Disponer de un ordenador o tableta individual para cada alumno aporta ventajas a distintos niveles y facilita el acceso a la educación de calidad a colectivos potencialmente en riesgo de exclusión.

En primer lugar, los estudiantes pueden acceder a recursos educativos online en cualquier momento, abriendo la puerta a conocimientos, información y datos casi infinitos. Esto enriquece el aprendizaje, ya que es posible revisar contenidos en distintos formatos para facilitar la comprensión de los conceptos o lecciones. Además, brinda la oportunidad de explorar temas más allá del plan de estudios, profundizando en aquello que más interesa y atrae a cada alumno.

Disponer de equipos informáticos también permite personalizar el aprendizaje, adaptando los contenidos o la velocidad de estudio a las necesidades individuales de cada estudiante. Así se responde a las individualidades de forma más efectiva, evitando que los alumnos se queden atrás y garantizando un avance colectivo de la clase mediante en la consecución de los aprendizajes básicos. A esto se añade el hecho de que, con la agilización de la retroalimentación y la revisión instantánea de las respuestas o resultados, se facilita a los alumnos conocer su desempeño. De esta forma se pueden detectar dificultades de forma rápida y precisa, así como centrarse en la mejora de las habilidades clave.

Hay que tener en cuenta también que el uso de la informática en el aula proporciona a los estudiantes habilidades tecnológicas y de alfabetización digital que necesitarán a lo largo de toda su futura carrera laboral. La mayoría de los entornos profesionales están avanzando en digitalización, lo que implica que los conocimientos informáticos ya son tan relevantes como los lingüísticos o matemáticos. Además, las nuevas metodologías de aprendizaje fomentan la cooperación online entre alumnos, potenciando las capacidades de colaboración, trabajo en equipo y comunicación efectiva, cada vez más esenciales en el mundo actual.

La implementación de la informática en las escuelas e institutos está suponiendo una revolución en el mundo de la educación gracias a su potencial casi infinito. Sin embargo, también exige tanto a los profesores como a los centros y las familias responsabilizarse del uso que los estudiantes hacen de la tecnología. Educar en el correcto uso de la tecnología es esencial, algo que incluye contextualizar el acceso a los dispositivos dentro de las tareas educativas para evitar distracciones, así como la limitación del tiempo de uso de pantallas para evitar afectaciones a la salud física y mental. También se deben tomar las medidas necesarias para garantizar la seguridad y la privacidad de los estudiantes al utilizar tecnología en el aula, incluyendo la protección de datos personales y la prevención de la exposición a contenido inapropiado, es clave.

También se debe planificar una implementación transversal de la informática en cada centro, teniendo en cuenta las dificultades que pueden tener algunos alumnos o familias para acceder, mantener o utilizar los equipos. Los centros educativos y los docentes deben ser conscientes de que no todos los estudiantes disfrutan de la misma accesibilidad a la última tecnología en sus hogares y trabajar para evitar posibles brechas digitales.

Presentar la tecnología como una herramienta desde el inicio de su uso es esencial, para evitar que se pueda percibir como un reemplazo que afecte al desarrollo de habilidades críticas como el pensamiento analítico o la resolución de problemas. Establecer un equilibrio entre el uso de tecnología y la enseñanza de las habilidades tradicionales es esencial en todos los ciclos educativos.

En este contexto, los fabricantes y desarrolladores de equipos debemos apoyar a todos los actores implicados para garantizar que la digitalización en las escuelas se realiza de forma correcta. Diseñar dispositivos pensando en los usuarios finales, en los estudiantes que los utilizarán, y en las necesidades y habilidades que pueden tener dependiendo del ciclo educativo en el que se encuentren, debe ser una prioridad.

En primer lugar, en ASUS priorizamos la protección de los usuarios de todos nuestros equipos, pero especialmente en el caso de los destinados a estudiantes. Por ello ofrecemos amplias opciones de control parental fácilmente configurables que permiten restringir el acceso a sitios web no adecuados, así como funcionalidades para limitar el tiempo de uso o la instalación de aplicaciones y programas.

A esto añadimos un extenso catálogo con productos adaptados a las necesidades de los estudiantes de cada ciclo. Los equipos están equipados con hardware y software preparado para afrontar los retos del día a día y resistir el uso frecuente, así como posibles caídas o golpes.

En el caso de los niños y niñas de primaria, la robustez de los equipos es una de las prioridades que se deben valorar al elegir un equipo. Tener en cuenta la durabilidad y portabilidad evitará problemas a causa de la forma en que los niños puedan utilizar los dispositivos. Recomendamos apostar por equipos con pantallas táctiles, ya que facilitan la interacción y el aprendizaje, lo que convierte a los dispositivos 2 en 1 (tableta y portátil) en una opción ideal. Además, también se debe buscar una pantalla que cuide la salud visual de los niños, con tecnología antirreflejos o certificación TÜV Rheinland, y una batería duradera que cubra las horas de clase. Por el contrario, las especificaciones técnicas no necesitan ser muy avanzadas, pero si suficientes para cubrir las necesidades que van surgiendo a medida que se pasan los cursos.

Gracias a su combinación de rendimiento y características diseñadas específicamente para satisfacer las necesidades de los estudiantes, el ASUS CR11 (ChromeOS) y el BR14 (Windows) son opciones excelentes para acompañar a los jóvenes estudiantes en su aprendizaje. Su portabilidad, durabilidad y resistencia los hacen fieles compañeros de clases.

Los estudiantes de secundaria requieren equipos más potentes para realizar tareas de investigación, proyectos y tareas más avanzadas. Disponer de una pantalla a partir de 13 pulgadas facilitará la colaboración y deben considerarse especificaciones como buscar procesadores potentes a partir de un Intel Core i5, 8 GB de RAM y 256 GB o más de almacenamiento. Para quienes empiecen a interesarse por la programación o el diseño, también hay que valorar la posibilidad de contar con una tarjeta gráfica dedicada. El ASUS B1402 es un dispositivo idóneo para esta amplia franja de edad gracias a su potente procesador y opciones de memoria RAM, además de disponer de una conectividad rápida, una batería duradera, una pantalla de alta calidad y un diseño ligero y resistente para facilitar su transporte.

Finalmente, los estudiantes universitarios son los que necesitan equipos más potentes y específicos para cada carrera y para las tareas y proyectos que realizarán durante su formación, pero también en los primeros años de su trayectoria laboral. Los procesadores de alta gama, a partir de Intel Core i7, son los más indicados, además de una RAM potente de 16GB o más y un amplio almacenamiento SSD para garantizar la fluidez. Las tarjetas gráficas ganan peso dependiendo de la carrera y tareas a realizar, de la misma forma que una pantalla de calidad con una buena calibración del color.

Para la universidad, el ASUS B1402 continúa siendo útil para aquellos estudiantes cuyas actividades principales se centran en la ofimática y tareas de productividad estándar. Sin embargo, para quienes se especializan en carreras que requieren un mayor rendimiento y recursos específicos, como diseño gráfico, programación o matemáticas, el ASUS W7604 se convierte en mejor elección por su rendimiento avanzado, su mayor capacidad de almacenamiento y su capacidad de ejecutar softwares exigentes.