Mirasur School y CEIP Antonio Rodríguez Almodóvar, referentes en innovación con Google workspace for education
Ubicado en la localidad de Pinto, a un salto de Madrid, el colegio Mirasur School fue el primero en España en obtener el reconocimiento de Google Reference School en 2018, todo un hito en su andadura hacia un futuro centrado en la innovación.
“El mundo evoluciona y, para seguirle el ritmo, nuestros alumnos necesitan desarrollar competencias digitales. En Mirasur School apostamos por la tecnología como un acelerador del aprendizaje y, en nuestro caso, ser disruptivo ha dado sus frutos”, afirma Miguel Ujeda, director de innovación del centro. Por su madurez, facilidad y seguridad, el colegio Mirasur School decidió apostar por las herramientas de Google para llevar a cabo un proceso de transformación integral. “Google Workspace for Education es un ecosistema poco complejo y muy potente, pero para aprovechar todo su potencial tuvimos que derribar la brecha digital, y decidimos transformar el colegio tanto por dentro como por fuera”.
Los instrumentos del cambio
En 2013, el colegio empezó introduciendo Google Workspace (en aquel momento conocido como G Suite) como andamio tecnológico, para solucionar sus problemas de hosting y obtener más espacio de almacenamiento. También pusieron a prueba los iPads en varios cursos como herramienta de trabajo individual para los alumnos, un modelo que más adelante fue suplementado por Chromebooks. “Necesitábamos dispositivos más ágiles, fáciles de administrar y con teclado para los cursos superiores y los Chromebooks resultaron ser la solución perfecta”, explica Miguel. Los dispositivos de Google ofrecen a los estudiantes de Mirasur School un entorno integrado 100 % funcional y, sobre todo, seguro, gracias al almacenamiento en la nube y los parámetros de encriptación.
Desde el punto de vista económico, el director de innovación destaca la escalabilidad de la solución de Google: “La configuración multiusuario de los Chromebooks significa que el tiempo de mantenimiento y gestión es el mismo para 100 dispositivos que para 1000, lo cual nos ahorra mucho tiempo y dinero”. Además de supervisar la exitosa implantación del nuevo modelo pedagógico en Mirasur School, Miguel también se encarga de impulsar nuevas ideas, mantenerse al día de las tendencias y organizar eventos para conectar con otros colegios y empresas. Como ejemplo, el evento que celebraron en el colegio en 2018 para celebrar su nombramiento como Google Reference School, que reunió a más de 300 educadores, 30 talleres, proveedores e influencers del sector.
Formación para formadores
En el marco de la transición digital, otra de las piezas clave ha sido la capacitación docente: combinando los programas de formación gratuita de Google con cursos intensivos específicos, el colegio se asegura constantemente de que sus profesores dominen las herramientas de Workspace for Education para ganar eficacia en sus tareas educativas.
“La tecnología es importante, pero el educador es la clave. Por eso, un docente bien formado que además sepa aprovechar la tecnología está capacitado al 100% para ofrecer el mejor aprendizaje a sus alumnos”, apunta Miguel.
La importancia de un buen liderazgo
Durante el proceso de transición al ecosistema digital de Google Workspace for Education, el colegio valoró las ventajas de contar con una persona que liderara el cambio y el área de innovación de cara al futuro. Así nació el puesto que a día de hoy ocupa Miguel: “Aunque muy necesario para centros que quieran estar a la vanguardia, no es un rol que exista en la estructura normal de un colegio, por lo que hubo que convencer a muchos al principio”, comenta.
A día de hoy, la gran mayoría del claustro está certificado y ya cuentan con dos Innovators y cinco Google Trainers en plantilla. Pero no se trataba solo de capacitar al profesorado, sino de lograr un cambio de mentalidad en el centro: “Hemos adoptado la forma de trabajar de Google y hemos ganado en agilidad. La sala de profesores ahora es un espacio de coworking y hemos instaurado un enfoque colaborativo”.
Testimonio de la nueva filosofía y el alto nivel de competencia docente es la web del colegio, un proyecto colaborativo fruto de la pandemia en el que trabajaron simultáneamente 80 miembros de la plantilla para tenerla lista en 15 días. “Google Sites nos permitió montar una web con toda la información que padres y alumnos necesitaban en tiempo récord”, alaba Miguel. “Ahora, cada familia tiene una cuenta Workspace a través de la que acceden a circulares, tutorías, evaluaciones y Sites de los profesores con información sobre las asignaturas.”
Herramientas para seguir creciendo
El descubrimiento de Google Workspace Plus y sus nuevas funcionalidades permitieron al colegio seguir avanzando: ahora gestionan las cuentas y los dispositivos más fácilmente y con una capa adicional de seguridad. “En Mirasur School queremos ir un paso por delante y para eso tenemos que tener la tecnología más avanzada. Google Workspace Plus también nos permite realizar auditorías internas y ofrecer más almacenamiento a nuestros usuarios por un precio adicional casi imperceptible”, añade Miguel.
La versión Enterprise de Google Workspace también facilita el trabajo docente a la hora de evaluar tareas gracias a funciones como la validación de contenidos o los informes de originalidad.
Preparando a los ciudadanos del futuro
Sin duda, la mejor recompensa a los esfuerzos del colegio ha sido ver la evolución de los alumnos en relación a sus competencias digitales: “Cada año evaluamos el nivel de madurez digital con encuestas y hemos observado una clara progresión”, comenta Miguel.
A día de hoy, en Mirasur School empiezan a fomentar el desarrollo de las habilidades digitales desde primaria, por lo que enseñar al alumnado a hacer un buen uso de la tecnología es una de las prioridades del centro: “Hemos desplegado un programa de ciudadanía digital con el que aprenden a mantenerse seguros en línea y que el uso de la tecnología requiere un equilibrio para su bienestar personal”.
Además de la competencia digital, el colegio también ha logrado mayor desarrollo de 'soft skills' necesarias para satisfacer las exigencias de productividad actuales, como el trabajo en equipo, el razonamiento, la lectura crítica y la comunicación.
CEIP Antonio Rodríguez Almodóvar: transformar digitalmente las aulas en un curso con Google Workspace for Education
Tras unos años fomentando el uso de la tecnología entre los docentes, el centro de educación infantil y primaria, Antonio Rodríguez Almodóvar comenzó un nuevo proyecto educativo enfocado en la implementación de la tecnología en las aulas durante el pasado curso 2019-2020.
Este colegio sevillano, situado en el municipio de Salteras, introdujo paulatinamente las herramientas ofimáticas entre los 24 profesores que forman el claustro, y desde entonces el centro fue consciente de su gran potencial y comenzó a financiar la adquisición de material tecnológico. Durante el curso pasado decidieron llevar a las clases de 5º y 6º de Primaria las herramientas de Google con el fin de eliminar poco a poco los libros de texto e introducir en cada una de las clases estos nuevos elementos pedagógicos. Ahora, con este nuevo inicio de curso crítico y con la crisis sanitaria vivida, los 330 alumnos de Infantil y Primaria disponen de un correo corporativo que les permite acceder a dichas herramientas.
Tecnologías implementadas
En el CEIP Antonio Rodríguez Almodóvar, previamente al COVID-19, los cursos de 5º y 6º de Primaria ya hacían uso de las herramientas Google Workspace (aplicaciones ofimáticas, Cloud y de colaboración) y de Chromebooks (portátiles ágiles de funcionamiento y de precio muy competitivo con sistema operativo Google Chrome). Para estos alumnos fue relativamente fácil adaptar sus clases al confinamiento, ya que conocían con anterioridad toda la tecnología que ahora debían empezar a usar de manera generalizada.
Mallofret indica que, al inicio del confinamiento, para que la educación a distancia llegara a más alumnos, ampliaron el uso de las herramientas de Google hasta los alumnos de 4º. No obstante, al ser una situación tan repentina, los más pequeños no pudieron disponer del mismo entorno virtual, debido a que todavía no tenían un correo personal del centro para trabajar. En estos casos, el profesorado organizaba videollamadas a través de Google Meet para poder compartir las tareas con las familias y, de esa forma, continuar con la enseñanza de la mejor manera posible.
En el caso particular de este centro, las herramientas más necesarias a la hora de poder llevar adelante la educación online fueron Google Classroom, Google Drive (utilizada para compartir documentos, hojas de cálculo, presentaciones, etc.) y Google Meet. Esta última, pese a no haber sido usada previamente al confinamiento, se convirtió en la clave fundamental para poder mantener el contacto entre todos los miembros del colegio.
Alumnos y profesorado
Mediante la tecnología es mucho más sencillo llegar hasta los alumnos de una manera en la que antes no podía lograrse. Las necesidades de cada estudiante son diferentes y el tiempo que se dedica a cada uno de ellos es mayor gracias a las facilidades que otorgan los dispositivos electrónicos y las herramientas ofimáticas. “La tecnología nos ha ayudado a gestionar mucho mejor esta posibilidad de enviarle a cada alumno su tarea específica o de un nivel determinado, para que pueda realizar su formación sin quedarse apartado del grupo”, continúa Mallofret. Además, para los alumnos, el haber estado en contacto con la tecnología durante el confinamiento ha supuesto todo un descubrimiento. Pese a no estar presencialmente en sus clases tenían la oportunidad de poder charlar cara a cara y compartir su día a día.
Los chats grupales eran una forma de comunicarse que los alumnos no esperaban, comenta el director del centro. Y, ante la falta de contacto físico, las videollamadas les permitieron seguir sintiendo la unidad de la clase.
Durante la pandemia, el centro se focalizó en asegurar la parte más emocional del contacto virtual durante la situación, aprovechando que las herramientas de Google les permitían estar mucho más cerca en un entorno digital de interfaz amistosa y segura. Así pues, no ampliaron temario, sino que se centraron en mantener tareas sobre el contenido ya trabajado. De esta forma, podían recuperar a aquellos alumnos que hubieran podido quedarse rezagados en lecciones previas y reforzar al resto del alumnado.
Trabajo colaborativo y unificado
“Una de las razones principales por las que decidimos implementar este nuevo entorno tecnológico fue para mejorar y actualizar la organización interna del colegio”, relata el director del centro. “En los tres años que llevamos operando con Google Workspace hemos notado el impacto positivo instantáneo en el claustro.
Ofrece ventajas claras en cuanto a seguridad y posibilidades de potenciar ciertas tareas que antes eran mucho más complicadas de realizar”. Con la llegada del coronavirus, la facilidad de contar con Google Classroom y Drive como entornos de aprendizaje les permitía aglutinar tareas y correcciones, así como les ofrecía la posibilidad de recibir el feedback entre alumnos y profesores. Además, mantuvieron el aprendizaje cooperativo, que es uno de los pilares del centro. Sin estar presentes en el aula, los alumnos seguían realizando trabajos en equipo, siendo los tutores los encargados de moderar y orientar las tareas.
Uso responsable y protección digital
Respecto a la seguridad, la privacidad y el uso responsable de los equipos y aplicaciones, el director del centro relata que al inicio surgieron muchas preguntas lógicas. Las propias familias transmitieron inquietudes ante el uso de la tecnología como herramienta de aprendizaje.
Para mejorar esta perspectiva, desde el centro se trabajó en este aspecto con asignaturas dedicadas y cursos de formación para fomentar un uso responsable de la tecnología e interactuar con confianza en el mundo en línea.
Como éxito de su iniciativa, en general, la percepción en cuanto a la seguridad que aportan los dispositivos y Google Worskpace for Education es a día de hoy muy positiva. Desde el centro notan que las familias están muy implicadas con la fiabilidad de las redes y los datos del colegio. Saber que su información se queda en el propio sistema educativo y que, al detectarse alguna actividad inusual, se pueda actuar de inmediato aporta una atmósfera de tranquilidad tanto para padres como para profesores.
Planes de futuro ante la “nueva normalidad”
“Si hay algo que no se puede dudar es que éste ha sido un año complicado para todos pero, a pesar de ello, tenemos un feedback positivo por parte de los alumnos”, afirma el director del centro. Además, “son alumnos a los que la tecnología les gusta” y ahora han tenido la oportunidad de explorar al máximo todas y cada una de las herramientas de Google que desde el colegio les han ofrecido para beneficio común.
La situación sanitaria ante la pandemia de la COVID-19 les ha permitido ser un poco más autónomos, tanto a los más pequeños como a los alumnos mayores. De una forma u otra, todos han aprendido a manejar la tecnología rápidamente y de manera intuitiva. Y, aunque pudiese ser un poco más complicado al principio, han sabido desenvolverse con gran éxito con el paso de los meses de uso.
Ahora, de cara a este nuevo curso recién estrenado, desde el CEIP Antonio Rodríguez Almodóvar ya saben los medios tan favorables y óptimos que tienen para poder desarrollar esta nueva enseñanza digital. El principal problema que encontraron en el mes de marzo fue el crear una cuenta de Google para todos y cada uno los alumnos, pero, después de toda la experiencia acumulada, ahora ya todos tienen un completo acceso a las herramientas de Google Workspace for Education. Y la seguridad de que, ahora mejor que nunca, están listos para ofrecer la mejor educación a distancia preparados para cualquier situación futura.
“Nosotros hacemos ver al alumnado tanto las ventajas como los posibles riesgos de la tecnología y las redes. En Andalucía contamos con una asignatura obligatoria en sexto que se denomina Cultura y Práctica Digital y que tiene una parte de concienciación muy importante en la que les aportamos toda la formación específica respecto a los riesgos de internet y las redes sociales, ” concluye Mallofret.