Un proyecto pionero para despertar vocaciones tecnológicas en los niños
Creacció, agencia de emprenduría, innovación y conocimiento de la comarca de Osona (Barcelona), junto con la escuela L'Era de Dalt de Tona, han llevado a cabo este curso 2015-16 un proyecto para despertar vocaciones tecnológicas e industriales en esta comarca. El proyecto se ha desplegado en el marco del Plan Estratégico de la Formación Profesional de Osona, que pretende mejorar la relación entre el mapa formativo y las necesidades del tejido productivo del territorio. “Osona tiene un fuerte potencial industrial y una demanda de talento que cuesta cubrir y esto choca con la falta de jóvenes con ganas de estudiar profesiones vinculadas con el ámbito tecnológico e industrial”, explica Núria Macià, directora ejecutiva de Creacció.
El proyecto se ha trabajado en diferentes ámbitos. Por un lado, se ha formado y asesorado los profesores sobre cómo impartir contenidos tecnológicos en el aula. Las sesiones las llevó a cabo Jordi Martí, director del departamento de Didáctica de las Artes y las Ciencias de la Facultad de Educación, Traducción y Ciencias Humanas de la UVic-UCC. “Es esencial que los niños y niñas se acostumbren a opinar sobre el impacto de la tecnología, porque está en todas partes y tiene fuertes efectos en nuestra vida cotidiana, dijo Martí, que opina también que “si queremos que la trabajen desde pequeños, debemos dar a los maestros unos recursos que a menudo ahora no tienen”.
Por otro lado, los alumnos de L'Era de Dalt, organizados por cursos, han explorado diferentes facetas de la tecnología que ellos mismos han escogido y priorizado: los alimentos, los engranajes, la robótica, la construcción... En este sentido, han realizado actividades experimentales en la escuela y han visitado empresas vehiculadas a través de Creacció. También se han implicado a los padres invitándoles a entrar para conocer el resultado del trabajo.
El trabajo llevado a cabo se ha sintetizado en un vídeo que muestra las diferentes aproximaciones de los alumnos y profesores a a la tecnología a partir de las inquietudes, motivaciones y necesidades de cada colectivo, así como los resultados pedagógicos obtenidos.
Según Núria Macià, la prueba también constata que “la escuela debe ser una agente clave a la hora de despertar vocaciones, sean del ámbito que sean. La colaboración entre la escuela y la empresa puede generar nuevas sinergias totalmente necesarias para el desarrollo del territorio, en este caso, Osona”, concluye Macià.