La RCxB demanda la implementación de medidas que beneficien la convivencia entre las bicis y el resto de usuarios de las calzadas
"La bicicleta en la calzada requiere de un tráfico calmado"
Coincidiendo con el anuncio de que las bicicletas que circulen por Barcelona deberán hacerlo por la calzada, tras el fin de la moratoria que les permitía hacerlo por las aceras, la Red de Ciudades por la Bicicleta (RCxB) recuerda que para lograr un mayor uso de este método de transporte “es necesario disponer de espacios de circulación seguros para todos los usuarios de la bicicleta, ya sean jóvenes o mayores, más o menos experimentados”.
Fuentes de RCxB explican que a pesar de que en Barcelona la limitación de la velocidad de las bicicletas que circularan por las aceras era clara (10 km/h), “así como la prioridad del peatón en todo momento, la falta de educación vial latente en nuestro territorio -junto con el uso cada vez mayor de la bicicleta- habían provocado en los últimos años situaciones de inseguridad para los peatones”. Esta es la razón por las que las bicis volverán a utilizar la calzada de las calles de la capital catalana.
Desde el colectivo se apunta que para facilitar la convivencia entre las bicicletas y el resto de vehículos es necesario que las calles se conviertan en “espacios seguros de circulación”, que se pueden generar bien segregando carriles bici, bien limitando las velocidades del resto de usuarios de la calzada. En este sentido, en los lugares en los que velocidad de circulación sea superior a los 30 km/h “se requiere de carriles bici propios para que los diferentes usuarios se puedan sentir seguros”.
En cambio, en vías de uso más local y vecinal, puede ser suficiente limitar la velocidad a máximo 30 km/h, aunque RCxB “remarca la prioridad de la bicicleta y el necesario respeto por parte de los vehículos motorizados” hacia los ciclistas. Puesto que la velocidad “es un factor crítico en la cantidad y la lesividad de los accidentes, las administraciones locales deberían regular la velocidad de circulación para conseguir ciudades más seguras”.
Esta medida ha sido adoptada por varias de las ciudades que forman parte de la RCxB, como Pontevedra, Bilbao o Jaca, que “ya han apostado por convertirse en ‘ciudades 30’, limitando la velocidad de la gran mayoría de las vías de la ciudad a máximo 30 km/h”.
Para generalizar esta iniciativa, RCxB propone implementar diversas medidas, como la “señalización específica; campañas informativas; radares pedagógicos; diseños urbanos que eviten trayectos rectilíneos para vehículos a motor, y también aplicando las sanciones pertinentes”.