Gracias a las nuevas tecnologías van en camino de convertirse en fundamentales en la gestión de inmuebles

Antiguamente, las puertas eran, en su mayoría, manuales, aspecto que las hacía sumamente ineficientes en términos de conservación de la climatización, y que también las convertía en una barrera arquitectónica. Y aunque las puertas automáticas ya tienen muchos años en el mercado, hoy todavía en muchas ciudades hay inmuebles que carecen de este tipo de accesos.

Las primeras versiones de estas puertas automáticas, aunque innovadoras en su momento, eran rudimentarias en comparación con las tecnologías actuales. Si bien ofrecían cierta comodidad al abrirse y cerrarse sin intervención humana directa, su contribución a la optimización de los edificios era limitada.

Aunque hubo algunos prototipos y los primeros modelos se remontan a Herón de Alejandría, en el siglo I, la puerta automática nace en la década de los años 50 del siglo XX. En esta versión llevaba un interruptor que se situaba debajo de la alfombra para que cuando una persona se acercase se abrieran las hojas. Se activaban con el peso de quien quería cruzar el umbral para entrar o salir de un edificio. Conforme avanzaba la tecnología, las puertas automáticas se volvieron más sofisticadas y eficientes.

Un ejemplo destacado de esta evolución tecnológica lo encontramos en las puertas automáticas Manusa. Estas puertas incorporan tecnología para optimizar tanto la eficiencia energética como la experiencia del usuario. Desde puertas automáticas correderas estándar hasta telescópicas, curvas, semicirculares o giratorios, la gama de productos de Manusa ofrece soluciones para una variedad de necesidades arquitectónicas y funcionales.

Además de su diversidad en diseño y personalización, las puertas automáticas Manusa están equipadas con tecnología de vanguardia que permite un movimiento de personas eficiente, reduciendo los tiempos de espera y mejorando la seguridad. Junto a ello, dentro del catálogo de Manusa, otros modelos como las puertas de emergencia y antipánico garantizan la evacuación rápida y segura en situaciones en las que es necesario desalojar el edificio inteligente, mientras que las puertas resistentes al fuego proporcionan una barrera en caso de incendio.

Sin embargo, la verdadera revolución en el ámbito de las puertas automáticas está en su integración con las estructuras de los edificios. Gracias a la Inteligencia Artificial, el internet de las cosas (IoT) y el control remoto a través de dispositivos móviles con aplicaciones como DoorWifi, las puertas automáticas están en camino de convertirse en fundamentales en la gestión de inmuebles.

Acciones como programar el horario de apertura y cierre de las puertas según las necesidades del gestor del espacio o recibir notificaciones en tiempo real sobre su estado y la necesidad de mantenimiento preventivo es un valor añadido que los accesos inteligentes ofrecen a arquitectos en las nuevas construcciones o en la rehabilitación de edificios para adaptarlos al siglo XXI.