El 70% de la población mundial vivirá en ciudades de aquí a 2030 y un 60% de estos asentamientos urbanos aún no han sido edificados

En un período de diez años, el 70% de la población mundial vivirá en un entorno urbano. Esta realidad sitúa a los habitantes de las ciudades en primera línea del desarrollo sostenible y los ubica frente a desafíos globales como el cambio climático. Con este motivo, cuatro organizaciones han unido sus fuerzas para aunar un mayor apoyo frente a este desafío: Gobiernos Locales para la Sostenibilidad (ICLEI), Ciudades y Gobiernos Locales Unidos (CGLU), la Alianza Global de Asociaciones de Operadores de Agua (GWOPA/UN-Habitat), la Confederación Brasileña de Municipios (CNM) y el Consejo Mundial del Agua (WWC) firmaron un acuerdo que busca agrupar a todos los dirigentes políticos, líderes locales y expertos para confrontar los problemas relacionados con el agua. Esta alianza entra en vigor como preludio a la Conferencia de Autoridades Locales y Regionales Unidas para el Foro Mundial del Agua que se celebra en Brasilia el 22 de noviembre.

La urbanización es una de las tendencias más transformativas y destacadas del siglo XXI. Las ciudades son la fuerza dominante en el crecimiento económico sostenible, y en el desarrollo y la prosperidad tanto de los países desarrollados como los que aún están en vías de desarrollo. Actualmente, el 54% de la población (4 mil millones) residen en áreas urbanas. Para 2030, 2 mil millones más habrán migrado a las ciudades, situando una presión sin precedente sobre los recursos e infraestructuras disponibles, especialmente aquellos relacionados con el agua. Las urbes más pobladas del mundo incluirán a Tokio (37,2 millones de habitantes), Delhi (36,1 millones), Shanghai (30,8 millones), Mumbai (27,8 millones), Beijing (27,7 millones), Dhaka (27,4 millones), Karachi (24,8 millones), El Cairo (24,5 millones), Lagos (24,2 millones) y Ciudad de México (23,9 millones). De 2016 a 2030, el 35% del incremento de la población ocurrirá en este top 10 de megaciudades. Las previsiones indican que las ciudades de países en desarrollo como Karachi, Lagos y Dhaka superarán a Nueva York, Osaka y San Paolo en 2030. Estos datos se traducirán en un 50% de incremento en la demanda de energía y agua, generando unos desafíos en forma de presión sobre los recursos hídricos que amenazarán la seguridad hídrica mundial. Todo esto tendrá un efecto más que palpable en la salud pública, la economía y el desarrollo. Las soluciones a problemas locales pueden ser más efectivas en estos casos si son soluciones locales. Por otro lado, dado que más de tres cuartos (76%) de las megaciudades del mundo son costeras, estos desafíos serán especialmente incidentes en ecosistemas marinos, desde cordilleras marinas a arrecifes. Ésta es la razón por la que autoridades locales y regionales lideran las iniciativas relativas a superar estos obstáculos hídricos que incluyen brechas en materia de alojamiento, cambio climático y una demanda incrementada de alimento, energía y agua.

El cambio climático en particular representa un desafío sobrecogedor para las ciudades, ya que el 40% de la población mundial vivirá en cuencas hidrográficas bajo estrés hídrico severo, a la vez que el 20% lo hará en zonas que correrá riesgo de inundaciones para 2030. «Las inundaciones y las sequías han aumentado a nivel mundial y el impacto es devastador. Las ciudades de todo el mundo ya están experimentando los efectos del cambio climático. Como consecuencia, infraestructuras y viviendas son destruidas y hacemos un llamamiento a los gobiernos para que tomen conciencia de los efectos que una adecuada infraestructura hídrica puede tener para mejorar o ayudar en estas situaciones», ha declarado el Presidente del Consejo Mundial del Agua, Benedito Braga. Por lo tanto, las necesidades de financiación deben centrarse en las áreas urbanas y las infraestructuras, tanto en áreas urbanas como rurales que provean a estas ciudades, deben basarse siempre en las necesidades locales mediante soluciones también locales.

Diversos acuerdos globales sancionados por las Naciones Unidas comprenden estas preocupaciones, incluyendo el Acuerdo Climático de París, la Nueva Agenda Urbana, el Marco de Sendai y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Así, la inversión hídrica se ha convertido en un factor unificador a la hora de desarrollar ciudades más prosperas y salubres, ofreciendo a la población más empobrecida una oportunidad real de progreso. “El agua tiene un lugar significativo en todas estas agendas. Las autoridades locales desempeñan un papel esencial en la prestación de servicios a sus ciudadanos y como garantes de unas infraestructuras adaptadas y sostenibles para sus residentes», afirmó Mohamed Boussraoui del CGLU durante una sesión en la que sobre ciudades resilientes en la que actuó como moderador durante la reciente Conferencia Internacional sobre Agua y Clima (ICWC) celebrada en Marsella los días 3 y 4 de octubre.

Aunque gran parte de la implementación de estas agendas será dirigida por gobiernos nacionales, el éxito también dependerá del compromiso y el empoderamiento de las autoridades locales y regionales para cumplir su parte. Las ciudades y las regiones a menudo carecen de orientación sobre cómo lograrlas sus objetivos a nivel local, pero contribuyen a los objetivos establecidos a nivel nacional y ponen en práctica soluciones concretas. Los alcaldes y las redes a las que pertenecen deben desarrollar estrategias para cumplir y adoptar enfoques integradores que superen las barreras políticas, financieras, tecnológicas y de comportamiento. «No se puede encontrar un vínculo más íntimo con los ciudadanos que las autoridades locales. Esta relación de proximidad puede conducir a una movilización y sensibilización de los ciudadanos mayor que la lograda con ningún otro tipo de institución», comentó el alcalde Fatimetou Abdel Malick, de Tevragh-Zeina, Mauritania, durante la reciente conferencia de la ICWC.

El Acuerdo de Asociación firmado, servirá como un notable trampolín para la preparación y organización de la Conferencia de Autoridades Locales y Regionales, que se celebrará en conjunto al Foro Mundial del Agua, entre los días 18 y el 23 de marzo de 2018 en Brasilia, Brasil. Se espera que el Foro cuente con más de 30.000 participantes, incluidos líderes mundiales, de opinión, expertos y profesionales, con el objetivo de catalizar un cambio positivo hacia un mundo con seguridad hídrica.