El reciclaje de cobre evita la emisión de 40 millones de toneladas de C02 al año
Nueve millones de toneladas de cobre recicladas anualmente en todo el mundo. Esta cifra representa un ahorro de 40 millones de toneladas de CO2, o lo que es lo mismo, el CO2 que emiten 16 millones de vehículos de pasajeros. Esto es posible gracias al reciclado del cobre, un proceso que supone un ahorro energético del 80%-90% con respecto a la extracción en las minas de este mineral.
Según explica Diego García Carvajal, director de la Oficina en España del Instituto Europeo del Cobre, “el cobre es un material que, a diferencia de muchos otros, conserva al 100% sus propiedades tras su reciclaje, por lo que puede ser reutilizado una y otra vez, contribuyendo así de forma significativa a la economía circular. Se estima que dos tercios del cobre que se ha extraído de las minas desde 1900 - unos 550 millones de toneladas- se encuentra hoy en día todavía en uso”.
A nivel global, se consumen cerca de 28 millones de toneladas de cobre anualmente, de las cuales más del 30% procede del reciclaje de este material. Este porcentaje asciende hasta el 50% en la Unión Europea, donde se consumieron 3,7 millones de toneladas del metal rojo en 2015.
El metal más eficiente
El cobre es el metal no precioso más eficiente como conductor del calor y la electricidad, por lo que cerca del 70% de su producción va destinada a bienes de consumo final. El uso de una tonelada de cobre en todo tipo de sistemas eléctricos (equivalente a 100.000 móviles, 10.000 portátiles, 500 aparatos de aire acondicionado, 50 coches o 10 casas) puede evitar la emisión de entre 100 y 7.500 toneladas de C02 a la atmósfera. En términos de coste energético, esto representa un ahorro de entre 20.000 y 2 millones de euros.