"La I+D+i es una cuestión que marcará la diferencia entre aquellos países que se sitúen en posiciones de cabeza o a la cola en cuestión de recuperación y reciclaje"

Con motivo de la celebración de la 6ª edición del Salón Internacional de la Recuperación y el Reciclaje (SRR), que se llevará a cabo los próximos 13, 14 y 15 de junio en Feria de Madrid y que se organizará, una vez más, de forma conjunta con el Congreso de la Recuperación y el Reciclado que organiza la Federación Española de la Recuperación y el Reciclaje (FER), charlamos con su presidente, Ion Olaeta, para que nos hable de las expectativas y los puntos fuertes de esta edición y haga un repaso por la situación actual en la que se encuentra el sector del reciclaje en España.

Siempre que nuestro principal evento del año, el Congreso, coincide con la celebración de la Feria Internacional de la Recuperación y el Reciclado (SRR), de cuya organización formamos parte, existe en FER la presión de tener una doble responsabilidad. Por tanto, nos encontramos inmersos en las ponencias del Congreso y en las jornadas en las que participaremos durante los tres días que dura el SRR.

Como representantes del sector de la recuperación y el reciclaje, hacemos nuestro ese espíritu de las empresas que lo forman, basado en el esfuerzo, la dedicación y con poder contar siempre en nuestro programa con las últimas novedades que marcarán el desarrollo a corto y a medio plazo para los gestores de residuos.

Obviamente, mejorar la cifra de participantes y lograr una gran repercusión mediática que permita a la sociedad estar al tanto del enorme esfuerzo que realiza este sector por el desarrollo sostenible.

El Congreso abordará cuestiones que marcarán los grandes retos para el sector de la gestión de residuos a corto y medio plazo a través de la mesa redonda ‘Los materiales del futuro’. Además, en otra mesa, titulada ‘El transporte del futuro, el camión autónomo’, se analizarán los tiempos venideros para la logística terrestre, un aspecto clave para el sector recuperador, que traerá consigo nuevos retos y oportunidades de la mano de nuevas tecnologías y procesos de reciclaje.

Además, para abordar esos desafíos inherentes a la gestión de residuos, un sector en continuo cambio, la Federación ofrecerá una conferencia magistral, ‘El poder positivo del cambio’, a cargo del Mago More.

Posteriormente, durante la Cena de Gala se celebrará la ceremonia de entrega de los Premios ‘Una Vida dedicada a la Recuperación’ y el ‘Premio Madre Tierra’, que concede anualmente FER a aquellas personas y empresas, organismos o instituciones que han destacado por su labor en el mundo de la conversión de residuos en recursos.

Por otro lado, partiparemos en diversas jornadas técnicas en SRR, que en esta edición analizará 20 años de normativa medioambiental en nuestro país, justo antes de que salga a la luz la Estrategia Española de Economía Circular.

Seguimos con la idea que permanece desde hace ya 16 años que FER celebró su primer congreso: concitar en un mismo espacio a todo el sector de la recuperación y el reciclaje, a los responsables de las administraciones que se encargan de legislar nuestra actividad y a los principales expertos en la materia.

Nos encontramos en una situación de incertidumbre ante las restricciones a las importaciones de materias primas secundarias decretada por China y por la imposición de aranceles de la Estados Unidos a determinados productos como el acero y el aluminio a ciertos países entre los que, de momento, no se incluyen los de la Unión Europea. Estos hechos generan inseguridad para las empresas y el no saber qué puede pasar y los cambios repentinos en las políticas arancelarias y prohibiciones a las exportaciones, es lo más dañino para nosotros.

Además, también estamos inmersos en el desarrollo de la Estrategia Española de Economía Circular que verá la luz este verano. En ella se darán las pautas de la política española en este sentido, y estamos a la expectativa para ver si se recogen nuestras aportaciones al borrador que ha salido a participación pública.

El principal obstáculo para las materias primas secundarias, como para cualquier otro material susceptible de ser comprado y vendido, es el de las barreras comerciales. En el caso de la gestión de residuos, la sobrerregulación que padece este sector es ya de por sí en muchos casos una barrera comercial. Por tanto, una de nuestras demandas más antiguas pasa por la simplificación administrativa para las cargas burocráticas y los sobrecostes derivados de éstas. La armonización entre los trámites a realizar por los recuperadores dentro de nuestro país, con independencia de la comunidad autónoma en la que desarrollen su actividad, es una prioridad.

Las nuevas tecnologías han supuesto un crecimiento exponencial para el sector.

Frente a todo ese cumplimiento normativo, del que este sector es un ejemplo, se sitúan una serie de campas ilegales repartidas por todo el territorio que actúan al margen de la ley y que suponen no solo un caso grave de competencia desleal, sino un claro atentado contra el medio ambiente. Su cierre por parte de las autoridades es otra de las actuaciones urgentes que venimos reclamando.

Por último, el desorbitado coste energético que padecen las empresas recuperadoras en comparación con sus homónimas europeas limita su competitividad y, por tanto, como también venimos reclamando desde FER, hay que tomar las medidas correspondientes para potenciar el desarrollo de su actividad de cara a lograr los objetivos de recogida y reciclaje a los que España se ha comprometido con la Unión Europea.

Digamos que cada vez hay menos personas que actualmente puedan negar la existencia del cambio climático o el agotamiento de los recursos naturales del planeta, porque ahí están las pruebas y las cifras. Sin embargo, la conciencia de reciclar no es algo nuevo y me gustaría que recordáramos que ya en la posguerra civil española, en esos duros tiempos, prácticamente no se generaban residuos, todo era susceptible de ser aprovechado, y ya por aquel entonces los primeros recuperadores eran un ejemplo de lo que ahora se denomina Economía Circular.

Con la llegada de la democracia, el desarrollo económico en nuestro país nos llevó, como al resto de países occidentales, a un consumo desaforado que seguía un modelo económico de producir-usar-tirar, algo a todas luces insostenible. Obviamente, cada vez existe mayor conciencia de que, o cambiamos hacia un modelo de desarrollo sostenible, o las generaciones venideras estarán abocadas a la escasez de recursos del planeta. Por tanto, lo fundamental es que la sociedad en su conjunto entienda que no hay alternativa a la reutilización y al reciclaje.

Después de varios intentos por implantar un cambio de modelo económico parece que ahora sí hay voluntad política para llevarlo a cabo. Los recuperadores es algo que llevamos mucho tiempo practicando y, por tanto, estamos de acuerdo en su puesta en marcha. Lo que más nos preocupa es el cómo se desarrollará y si finalmente se tendrán en cuenta nuestras opiniones para que se haga efectivo. Es prioritario, por ejemplo, establecer incentivos al uso de materias primas secundarias que, por cuestiones de normativas que se aplica a su tratamiento, no pueden competir en igualdad de condiciones con las materias primas vírgenes.

El uso de materias primas secundarias reduce notablemente las emisiones contaminantes en su producción con respecto a las materias primas vírgenes y, en el caso de los metales, poseen la ventaja de que pueden reciclarse una y otra vez. En el aspecto económico, como señalaba anteriormente, es una cuestión de necesidad y de amplitud de miras más que de comparar qué es más barato de producir. Hay cuestiones como la contaminación o la posibilidad de disponer de recursos de forma ilimitada que no cotizan en bolsa. Por tanto, incentivar el uso de las materias primas secundarias asegura que existirá disponibilidad de recursos a largo plazo, algo que a día de hoy ya no se puede aventurar con las materias primas vírgenes.

El uso de materias primas secundarias reduce notablemente las emisiones contaminantes en su producción con respecto a las materias primas vírgenes.

La I+D+i es una cuestión que marcará la diferencia entre aquellos países que se sitúen en posiciones de cabeza o a la cola en cuestión de recuperación y reciclaje. Si bien nuestro país no tiene nada que envidiar al resto de la Unión Europea en maquinaria, tecnología y procesamiento de residuos gracias al enorme esfuerzo e inversión realizada por la industria del reciclaje en todos estos años, ahora conceptos como el ecodiseño serán sumamente importantes para conseguir cerrar el ciclo de vida de cada producto. Preconcebir cómo se reciclará cualquier producto ya desde su fabricación será clave y ahí es donde el ecodiseño marcará la pauta a seguir, lo que exigirá un enorme esfuerzo en inversión en I+D+i por parte de cada país.

Las nuevas tecnologías han supuesto un crecimiento exponencial para el sector. Por ejemplo, ha dotado a las plantas de tratamiento de un enorme grado de automatización y de una trazabilidad en la gestión de los residuos que hace unos años era impensable. Conceptos como el del transporte autónomo también llegarán a este sector y, por tanto, tendremos que estar preparados para nuevas inversiones y volver a mostrar nuestra enorme capacidad de adaptación a los cambios venideros.

Sin duda, el futuro considero que nos reserva un papel protagonista. Hoy en día, las plantas de tratamiento son ya auténticas minas de recursos naturales, con capacidad para reciclar una y otra vez determinados flujos de residuos. A medida que se vayan agotando los recursos del planeta crecerán todavía más en importancia la capacidad de recuperación y reciclaje de las que cada país disponga.

Más que creer, espero y deseo que se acabe cuanto antes con la incertidumbre generada en este sector por las medidas anunciadas por China y Estados Unidos. También creemos que estamos sujetos a nuevas decisiones legislativas por parte de la Unión Europea que pueden marcar el devenir de la industria del reciclaje. Por tanto, es muy difícil hacer pronósticos, aunque sean a corto plazo. De lo que sí estoy convencido es de que nuestro sector seguirá invirtiendo e innovando para asegurar los mayores porcentajes de recuperación y reciclaje de los distintos flujos de residuos porque ese es nuestro trabajo.