Entrevista a Rafael Arjona, presidente de Anepma
En materia de gestión y tratamiento de residuos, así como de limpieza viaria, Anepma es un claro referente en España desde hace años. No en vano las empresas que conforman esta Asociación Nacional de Empresas Públicas de Medio Ambiente, atienden a alrededor de 12 millones de ciudadanos (25% de la población total española), dan cobertura a 1.290 municipios y generan una facturación cercana a los 1.100 millones de euros (22% de cuota de mercado de la gestión de residuos urbanos). Aprovechamos la celebración en Algeciras de sus tradicionales Jornadas Técnicas de Medio Ambiente para profundizar con su actual presidente, Rafael Arjona, en la situación actual del sector y en los principales retos que tendrá que afrontar.
¿Qué balance hacen de estas XXIII Jornadas Técnicas de Medio Ambiente celebradas en Algeciras del 18 al 20 de noviembre?
Un balance muy positivo, sin duda. Esta edición ha vuelto a gozar de una gran participación tanto del mundo empresarial como del mundo académico y universitario. En este sentido quiero agradecer a la universidad la aportación que ha realizado de alumnos, los cuales se han mostrado realmente interesados en las temáticas que se han abordado en estas Jornadas.
En el programa de esta nueva edición se ha podido constatar que vamos mejorando año tras año la calidad de las ponencias técnicas, incorporando nuevos ámbitos de reflexión y debate sobre aspectos que afectan diariamente a nuestra realidad.
Es evidente que esta convocatoria ha sido todo un éxito tanto en asistencia como en exposición. ¿A qué se debe, a la inquietud que existe por conocer las nuevas tecnologías disponibles en el sector, a la mejoría que vive el propio mercado…?
En primer lugar, al buen trabajo que se ha realizado desde la organización. Y posteriormente yo lo achaco a la necesidad que existe de hacer cada vez más eficientes los servicios que prestamos al ciudadano. La sociedad nos exige ganar en competitividad, ser más ingeniosos, investigar cómo poder resolver de la mejor forma posible las nuevas situaciones que surgen de nuestra actividad y plantear mejores soluciones. En este sentido, las diferentes ponencias que componen estas Jornadas sirven para conocer nuevas alternativas y para poner en común ideas relacionadas con la prestación de nuestros servicios.
Por lo que se ha podido ver y escuchar estos días en Algeciras, podemos decir que asistimos a una verdadera revolución tecnológica en el sector de la recogida y la gestión de residuos, ¿no es así?
La principal revolución que se está dando en nuestro sector pasa por un mayor grado de mecanización de las actividades, con el objetivo de reducir el importante peso que aún tiene el gasto de personal en nuestras cuentas de resultados. Las nuevas tecnologías nos están permitiendo introducir maquinaria donde antes era impensable, o realizar servicios simultáneos para ganar en eficiencia. Este avance tecnológico sumado a las renovaciones de las concesiones, tanto públicas como privadas, y al pequeño repunte que se va produciendo en nuestra economía, hará que vayamos invirtiendo cada vez más en nuevas maquinarias y aparcando el exceso de personal.
¿Son los ayuntamientos y las empresas públicas conscientes de que el aumento de inversión en tecnología supondrá en un futuro una reducción de los costes de sus servicios?
Probablemente sí. Pero es que además esta mejora en los ratios de eficiencia ya nos la exigen los propios ciudadanos, que nos piden que optimicemos cada día más nuestros servicios. Al final, todo redunda en un mayor respeto del medio ambiente, en una menor generación de residuos, en una reducción de las fracciones que van a vertedero… En definitiva, el objetivo es que entre todos logremos crear una verdadera economía circular.
¿Trabajan todos los ayuntamientos, por igual, en esta línea? ¿Desde todos los consistorios se está apostando de igual forma por el desarrollo de smart cities?
En España, en general, casi todos los ayuntamientos ya son conocedores de lo que supone ser una smart city aunque lógicamente hay algunos que son más avanzados que otros en este campo. Parece evidente que las smart cities se implantarán de forma natural porque la propia tecnología va a permitir que eso se produzca. Esto se puede constatar ya, por ejemplo, en la eficiencia energética del alumbrado público, donde la tecnología está entrando ya no solo por factores medioambientales sino también económicos.
En el sector de los residuos estamos comprobando cómo entran cada vez más empresas de telecomunicaciones, que aportan nuevas ideas para la recogida y gestión de estos residuos que antes ni se habían planteado.
De todas formas, detrás del concepto smart city siempre tiene que haber unas estrategias dirigidas a mejorar la eficiencia en los servicios y adaptadas a las particularidades de cada uno de los municipios donde se implantan. Generalizar no es interesante, hay que particularizar. Dentro de esas plataformas generales de smart cities se dan instrucciones básicas que cada ciudad debe adaptar a sus peculiaridades.
En estas Jornadas también ha quedado claro que además de a una revolución tecnológica asistimos también a una revolución normativa con la aparición del PEMAR. ¿Qué va a suponer este Plan para el sector?
El PEMAR va a ser una guía, pero en esta ocasión no vale que sea solo orientativa, sino que debe ser de obligado cumplimiento. Y esto va a ser así aunque solo sea por el hecho de que la consecución de los objetivos que marca este Plan será una condición indispensable para poder seguir acudiendo a los fondos destinados por la Unión Europea para la recogida y gestión de residuos. Desde luego es un aliciente para asumir el reto y lograr los objetivos lo antes posible.
¿Es la falta de concreción la principal carencia del PEMAR?
Como idea general y como guía para conseguir los objetivos marcados por la UE, el PEMAR será una buena herramienta, pero sí es cierto que adolece de medidas concretas en materias como, por ejemplo, cómo deben organizarse las plantas que van a tratar los residuos orgánicos, cómo nos organizamos para la reutilización… Medidas todas ellas que pueden parecer insignificantes pero que realmente son muy importantes para nuestro día a día. Hasta que se concreten estas medidas, jornadas como éstas son el marco propicio para poner en común iniciativas que se van implementando en diferentes ciudades.
De todas formas, con el PEMAR pasará lo mismo que ocurre con las leyes, primero se crea el Real Decreto y luego los Reglamentos que lo desarrollan. Aquí aún nos falta el Reglamento pero para suplirlo contamos con el know how que cada una de las empresas vamos aportando. Aun así sería bueno que se creara un grupo de trabajo para marcar las pautas.
Un aspecto que también ha quedado evidente en este encuentro es la necesidad de informar a la sociedad de forma transparente, así como seguir formando a toda la ciudadanía sobre las ventajas de reciclar. ¿Se está educando bien en este sentido?
La formación a nivel infantil, en colegios, se está produciendo y, en líneas generales, se está haciendo bien. Pero hay algo aún más importante: ¿cómo concienciar a aquellos que ya han salido de las escuelas? Es complicado cambiar sus hábitos.
En cuanto a la información, todos compartimos la idea de ser transparentes en la comunicación que damos a la ciudadanía. Ésta tiene que saber cuánto cuesta realmente los servicios que le ofrecemos, cuánto nos está costando tirar mal o bien una bolsa… Al final, casi todos los países que nos llevan ciertos años de adelanto en esta materia, han evolucionado de esa forma.
Conociendo cuánto cuestan las cosas podemos abordar mejor la concienciación. Cuando nos tocan el bolsillo aprendemos, como ocurre con el código de circulación. Cuando nos quitan puntos y nos ponen multas, circulamos más prudentemente. Pues aquí igual, primero tenemos que ser transparentes, decir cuáles son nuestros costes, y posteriormente marcar unas líneas concretas, crear incentivos económicos para los ciudadanos que las sigan, y seguir avanzando de esta forma.
Por último y de cara al futuro más inmediato, ¿qué perspectivas aprecia para el sector medioambiental? ¿Qué papel jugará Anepma en él?
Aunque seamos empresas públicas, hoy la tecnología está al alcance de todos y somos tan innovadoras como las empresas privadas, porque también velamos por nuestras cuentas de resultados. Tanto unos como otros aportamos nuestro granito de arena a la evolución del sector porque, en definitiva, prestamos los mismos servicios.
El sector público y privado tenemos que ir de la mano, y conjuntamente con el MAGRAMA, la Femp y otras entidades, trabajar unidos en el desarrollo de unas líneas concretas de trabajo que permitan mejorar la eficiencia de nuestros servicios.
Sus objetivos son representar, defender y promover los intereses de sus empresas asociadas, crear y fomentar servicios comunes para sus miembros, promoviendo la colaboración y cooperación entre los mismos, así como impulsar una constante labor formativa y de perfeccionamiento y promoción.