Desarrollo de métodos innovadores para las enfermedades priónicas humanas y animales
Centros de investigación, hospitales y sector empresarial de España, Francia y Andorra trabajan unidos en el desarrollo de métodos innovadores para futuros tests de diagnóstico y terapéuticos de enfermedades priónicas humanas y animales, gracias a la creación de una red de excelencia científica transpirenaica. Este logro es uno de los obtenidos dentro del proyecto europeo Redprion, coordinado por la Universidad de Zaragoza y que ahora concluye después de tres años de trayectoria.
Los investigadores del Centro de Encefalopatías y Enfermedades Transmisibles Emergentes, el catedrático y director del centro, Juan José Badiola, y la vicerrectora de Política Científica, Rosa Bolea, presentaron como coordinadores las principales conclusiones, en un acto celebrado en el Paraninfo, acompañados por socios del consorcio como Isidro Ferrer, por parte de la Universidad de Barcelona, y de Martí Pumarola, de la Universidad Autónoma de Barcelona.
“Este proyecto nos ha permitido conocer más profundamente las enfermedades priónicas del territorio transfronterizo, para luchar contra ellas, a través de la búsqueda de métodos de diagnóstico en muestras accesibles de los animales/pacientes vivos, así como de moléculas terapéuticas de aplicación en estas enfermedades de curso fatal”, destacaron Juan José Badiola y Rosa Bolea.
En concreto, esta red ha contribuido a desarrollar métodos innovadores para futuros tests de diagnóstico; caracterizar los riesgos sanitarios asociados con estas enfermedades (trasmisión iatrogénica y potencial zoonótico); testar varios compuestos químicos en su capacidad terapéutica; y reforzar la colaboración entre los actores del territorio en materia de I+D+I.
“Estamos muy satisfechos por haber logrado nuestro principal objetivo, como es la creación de una red científica de excelencia en el campo de las enfermedades priónicas”, destacaron los coordinadores Rosa Bolea y Juan José Badiola. “Estas enfermedades neurodegenerativas afectan tanto a la ganadería de la zona transfronteriza franco-española como a su población humana y no existe ningún tratamiento o prueba diagnóstica ante-mortem fiable para su detección”.