Barbie: cerrando la brecha de género en STEM
Solo 2 personas de 5 que trabajan en el campo de las ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés) son mujeres. Aunque las niñas empiezan a superar a los niños en matemáticas y ciencias en la escuela, según el último informe de la UNESCO las niñas son sistemáticamente apartadas de los campos STEM a lo largo de su educación, lo que repercute en su confianza en sus habilidades y limita su acceso, preparación y oportunidades para dedicarse a estos campos cuando son adultas.
Barbie, marca icónica de Mattel, llevó a cabo el evento virtual titulado ‘Cerrando la brecha de género en STEM: Reescribiendo el código, remodelando el futuro’, el pasado 11 de octubre, con motivo de la celebración del Día Internacional de la Niña. Andrea Thompson, redactora jefe de Marie Claire UK, reunió a líderes de opinión y defensoras internacionales de la igualdad de género para hablar sobre los prejuicios de la sociedad y la educación que frena a las niñas, y de cómo reescribir el futuro de las mujeres en carreras STEM. Además se contó con la presencia de panelistas como Claire Barnett, Executive Director UN Women UK; Celia Harvey, Founder, Tech Women Today and Co-founder Hyve Dynamics; Miriam González, Founder and Chair of Inspiring Girls International; Tijen Onaran, Founder of Global Digital Women; y Sandra Benítez, Education Scientist and ESAC Communication Officer.
El Proyecto Dream Gap de Barbie
Desde 2018, Barbie trabaja el Proyecto Dream Gap, una iniciativa internacional global de largo recorrido que busca crear conciencia sobre los factores que impiden que las niñas alcancen su máximo potencial, y que se compromete a luchar contra las diferencias de género. Este proyecto nace con el objetivo de ampliar la investigación conjunta de las universidades de Princeton, Nueva York e Illinois, sobre las limitaciones que se encuentran las niñas a partir de los 5 años a la hora de considerarse inteligentes, un hecho que les hace perder confianza. Este concepto, conocido como Dream Gap, lo promueven aspectos como los estereotipos culturales, las diferencias de género o la representación mediática.