Las madres solteras y su situación de desigualdad
Un informe presentado por varias investigadoras de CIBERESP y la Agencia de Salud Pública de Barcelona anuncia que las madres solteras son más susceptibles de tener una mala salud debido a las pocas ayudas que reciben.
Ser madre soltera no es una tarea fácil y, aún menos, si se es madre soltera por viudedad o separación. Para poner esta realidad sobre la mesa y hacerse eco de los problemas a nivel social, laboral y de salud que tienen muchas madres solteras, las investigadoras del Centro de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP) han querido demostrar con datos y cifras que las mujeres en esta situación sufren problemas de salud.
Según el grupo de expertas, dirigidas por Carme Borrell, de la Agencia de Salud Pública de Barcelona, nos encontramos en un “marco conceptual que genera diferencias”. A lo que añaden que la falta de ayudas económicas, las dificultades para acceder al mercado laboral y el mayor riesgo de pobreza son condicionantes que ponen en riesgo la salud de la madre soltera.
"La falta de ayudas económicas y sociales a las madres solteras ponen en riesgo su salud"
En los datos presentados, el grupo de investigación remarca también que las mujeres con altos ingresos tienen más posibilidad de cubrir sus necesidades en el momento de la crianza, por lo que se atribuye la posición socioeconómica a un factor que influye directamente en la situación de la maternidad.
Predisposición a la mala salud
Las madres solteras, según las autoras del estudio, tienen más problemas de salud debido a la cantidad de problemas relacionados con el desempleo y la falta de apoyos sociales, datos que contrastan con los de otros países como Suecia y Canadá, donde las ayudas públicas son mayores y las madres solteras no se consideran un grupo desfavorecido.
En el informe, Borrell añade que “unas políticas de bienestar generosas podrían amortiguar la brecha de género y aumentar los deseos de ser madre en las mujeres. De igual forma deben garantizarse sus derechos laborales, porque la crianza se percibe como una pérdida de perspectivas en el mercado de trabajo”.