Las consecuencias de la Xylella para nuestro olivar pueden ser muy graves
La Xylella fastidiosa es una de las bacterias fitopatógenas más peligrosas del mundo, y aunque ya se tomaron medidas tras la detección de la subespecie pauca (Xfp) en los olivares italianos en 2013, el impacto actual es, no obstante, importante. El semanario científico de PNAS, la Academia Nacional de Ciencias de EEUU, ha publicado un estudio en el que han participado el investigador español Juan A. Navas-Cortés, del Instituto de Agricultura Sostenible-CSIC, y el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA), en el que se ha desarrollado un modelo bioeconómico explícito para calcular el posible impacto económico futuro de la cepa Xfp.
La incertidumbre sobre la propagación se compensa con la simulación de diferentes escenarios. La mayoría de los cultivos se encontraban dentro de un territorio climáticamente adecuado. Incluso con una lenta propagación de la enfermedad y la capacidad de replantar con variedades resistentes, las proyecciones de los futuros efectos económicos en los países afectados ascienden a miles de millones de euros. "Nuestros hallazgos destacan la importancia de reducir al mínimo la propagación de la enfermedad y de aplicar medidas de adaptación en las zonas afectadas", señala el estudio.
El modelo proyecta un impacto para Italia, Grecia y España, ya que estos países representan alrededor del 95% de la producción europea de aceite de oliva. El modelado de idoneidad climática indica que, dependiendo del umbral de idoneidad, del 95,5 a 98,9%, del 99,2 a 99,8% y del 84,6 a 99,1% de las áreas nacionales de producción se encuentran en territorio idóneo en Italia, Grecia y España, respectivamente.
Para España, el estudio simula varios umbrales durante los próximos 50 años, según los cuales la producción de aceitunas en España podría reducirse entre un 5,4 y 5,8% en el mejor de los casos y entre el 40,8% y el 50,6% en el peor de ellos, en aquellos lugares donde no se tomen las medidas necesarias y no se planten variedades resistentes. Las pérdidas acumuladas oscilarían entre los 710 y los 16.860 millones de euros.
En el caso de Italia el impacto económico potencial a lo largo de 50 años oscila entre los 1.900 y 5.200 millones de euros para el peor escenario económico, en el que la producción cesa después de que los árboles mueren. Si es factible la replantación con variedades resistentes, el impacto oscilaría entre los 600 y 1.600 millones de euros. Dependiendo de si es factible la replantación se pueden ahorrar entre 500 y 1.300 millones de euros en el transcurso de los 50 años, siempre que la propagación de la enfermedad se reduzca de 5,18 a 1,1 km por año. El análisis subraya la necesidad de reforzar la investigación en curso sobre los rasgos de resistencia de los cultivos y la aplicación de medidas fitosanitarias, incluido el control de vectores y la supresión de inóculos, mediante la eliminación de plantas huéspedes.
Se puede acceder al estudio completo en el siguiente enlace.